Judith Amador Tello 16 noviembre, 2019
Corte?s y Moctezuma. El encuentro. Anónimo Siglo XIX. Oleo sobre tela. Museo Nacional de Historia Corte?s y Moctezuma. El encuentro. Anónimo Siglo XIX. Oleo sobre tela. Museo Nacional de Historia
Uno se pregunta cómo y desde cuándo ?dice Leonel Durán? se formó la historia sobre Moctezuma que se inscribió en la educación nacional. Este viernes 8 se cumplieron 500 años del encuentro entre el emperador azteca y el conquistador español Hernán Cortés. Para el antropólogo, sin embargo, los mexicanos nos encontramos ?felizmente? en una coyuntura revalorizadora del tlatoani azteca. ?para establecer que la historia fue otra?, pues el protagonista de un acontecimiento ante el cual las tragedias extraordinarias de Shakespeare ?son pequeñas?, no ha sido silenciado, sino vituperado. Prueba de ello es que su imagen no está en la galería de gobernantes en Palacio Nacional.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Luego de varios recorridos por la Galería de los Presidentes en Palacio Nacional, el antropólogo Leonel Durán Solís se preguntó por qué la historia que, como un ?libro abierto extraordinario? ofrece la sede del poder Ejecutivo, inicia con la imagen del rey Cuauhtémoc hasta llegar a los primeros gobernantes del siglo XXI, pero ha proscrito a Moctezuma Xocoyotzin.
A 500 años del encuentro entre el Huey Tlatoani y el conquistador Hernán Cortés en la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, cumplidos el pasado viernes 8 de noviembre, Durán considera que ha llegado el momento de resignificar el impacto mundial de este hecho histórico y, al mismo tiempo, reivindicar la figura de Moctezuma para que su retrato se coloque en el lugar que le corresponde en la galería de los gobernantes de México e igual suceda con Cuitláhuac, décimo rey azteca.
Para ello convoca a que ?en el marco también del bicentenario de la declaratoria de Palacio Nacional como sede del poder Ejecutivo? el presidente Andrés Manuel López Obrador tome la ?oportunidad de oro? de este momento histórico y haga lo necesario, pues es el único que puede enmendar esa falta.
El investigador de la Coordinación Nacional de Antropología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y exdirector del Museo Nacional de las Culturas del Mundo (ubicado en el costado norte de Palacio Nacional), destaca en entrevista con Proceso que los hechos ocurridos en los años 1519, 1520 y 1521 tuvieron un impacto mundial.
Menciona desde el desembarco de Cortés en estas latitudes, su encuentro con Moctezuma, la conquista de su gran Señorío Mexica, su asesinato, la coronación de Cuitláhuac como décimo Huey Tlatoani, su muerte de viruela? Luego, la entrada al poder de Cuauhtémoc, sobrino de Moctezuma, onceavo y último gobernante azteca, el sitio a la ciudad iniciado el 10 de mayo que concluye el 13 de agosto de 1521 con la rendición del pueblo y la captura de Cuauhtémoc.
Vienen enseguida ?los procesos que la historia nos ha mostrado e ilustra en muchas partes del mundo: masacres, asesinatos, violaciones, saqueo. A Cuauhtémoc se le respeta hasta que en el año 1525, en la penetración de Hernán Cortés hacia tierras del sur (en Las Hibueras, Honduras), es asesinado. Es un asesinato, no puedo llamarlo de otra manera?.
Gran emperador
Aunque prefiera aclarar que no es historiador, sino antropólogo social y un ciudadano interesado en la historia patria, el investigador considera que la ausencia de un retrato de Moctezuma en Palacio Nacional refleja el conocimiento que de él se ha tenido en la historia oficial:
?¿Por qué no está? ¿Por qué no está Cuitláhuac? La decisión refleja el conocimiento que se tenía en la nueva nación de la historia: comienza con Cuauhtémoc. Por supuesto es extraordinario iniciar con quienes se resistieron, los sobrevivientes, pero hay unas raíces muy antiguas donde Moctezuma representa un papel muy importante. Y ha sido cuestionado no sé por qué razones, tenemos una imagen negativa de él. Un Moctezuma débil, traidor, el que entrega el Señorío a los conquistadores.?
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En su opinión estamos ?felizmente? en una coyuntura especial, histórica, para revisar nuestra historia, y ya lo están haciendo intelectuales de El Colegio Nacional como los arqueólogos Leonardo López Luján y Eduardo Matos Moctezuma, historiadores del INAH, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes aportan en sus investigaciones ?información objetiva, meticulosa, cuidadosa, para establecer que la historia fue otra?.
Detalla que hay una corriente crítica de la versión que se tuvo durante años, en la cual se establece que no fue un encuentro sino ?un desencuentro de enormes consecuencias, no solamente para nuestro país, sino de impacto mundial?. A guisa de ejemplo menciona el reportaje ?Ni Moctezuma fue crédulo ni Malinche, traidora?, publicado por el diario El País, el 29 de octubre pasado.
Matos recuerda en ese texto que se ha visto al tlatoani mexica como un hombre supersticioso, dubitativo y temeroso de los dioses, que creía en el retorno de Quetzalcóatl y llegó a pensar que Cortés podría ser el mítico personaje, pero quizá eso sucedió ?los primeros diez minutos?, al once ya pudo ver el peligro que el español representaba. Señala, asimismo, que antes de su llegada a Tenochtitlan intentó detenerlo y por eso le envió regalos, pero tuvieron un efecto contrario. Y no obstante ?nunca dejó de tratar de combatirlo a nivel diplomático y estratégico?.
Exdirector del Museo Nacional de las Culturas Populares y de la revista electrónica Correo de las culturas, Durán destaca que hace diez años el Museo Británico, de Londres, Inglaterra, presentó una exposición con una mirada reivindicadora de Moctezuma, ?un formidable líder que tuvo a sus pies el mayor imperio de Mesoamérica?.
Coorganizada con el INAH y presentada del 24 de septiembre de 2009 al 24 de enero de 2010, fue vista por más de 200 mil personas. Se trató de la primera exposición biográfica del personaje y se realizó en el marco de una serie titulada ?Grandes Emperadores del Mundo?, en la cual se montaron cuatro muestras: sobre el primer emperador chino, el romano Adriano, el shah de Irán Abbas El Grande y Moctezuma.
En información del INAH, entregada por Durán, se menciona que Moctezuma da nombre a una marca de cemento, a una compañía de chocolates, a una cervecería y a una estación del Metro en la Ciudad de México, pero no tienen ninguna estatua. El comisario Collin McEwan escribió en aquel momento que es persona non grata en el propio México, por creer que cedió su imperio a los españoles:
?Nosotros intentamos mostrar la otra cara del hombre: la del gobernante brillante, temido y legitimado por derecho propio, que acometió importantes conquistas territoriales y se embarcó en un gran programa de monumentos públicos imperiales.?
El INAH añade que se le conoció como Moctezuma II para distinguirlo de su antecesor y fue un semidiós, líder político y jefe militar. Llevó al imperio azteca a su máximo esplendor entre 1502 y 1520, periodo en el cual Tenochtitlan fue capaz de competir con Constantinopla y Nápoles. Había 250 mil súbditos que le rendían culto, ?pero no podían mirarle a la cara?, era un sacrilegio que costaba la vida.
El antropólogo cita también el libro Cuando Moctezuma conoció a Cortés (Taurus, 2019), del historiador británico avecindado en Pennsylvania, Matthew Restall. El volumen de 600 páginas fue reseñado en este espacio (Proceso, 2235) por el doctor Luis Barjau, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH.
Dice el historiador que para Restall ?la descripción del Encuentro como la rendición de Moctezuma es probable que haya sido una mentira?. Se establece que tal idea proviene del relato escrito por Cortés en su Segunda Carta de Relación al rey Carlos V, a partir de sus recuerdos sobre los acontecimientos. El propio Barjau destaca:
?De por sí, e independientemente de las hipótesis de Restall, es increíble que un monarca, cosa que no se ha visto nunca en la historia del mundo, entregue su reino a unos visitantes en aras del recuerdo de algunos pasajes supuestos, de las antiguas tradiciones religiosas de los nahuas.?
Desconocimiento
Leonel Durán califica de ?excepcional? el trabajo de Restall por su objetividad y concienzuda revisión de fuentes y archivos, que le permiten establecer que la historia no es como nos la han contado, y por ello reivindica no sólo a Moctezuma sino también a Malintzin.
El antropólogo agrega, por su parte, que el tlatoani no fue olvidado por la historia, sino vituperado. La historia la escriben ?los vencedores? y en este caso viene desde el siglo XVI. Insiste en que son los historiadores quienes deben hacer el análisis puntual de la investigación de Restall, pues es el momento de recobrar la importancia de una figura que ha sido negada, mientras que Cuauhtémoc y Cuitláhuac cuentan con sendas esculturas en el Paseo de la Reforma.
Para Restall la historia de la Conquista es un tema ?extraordinario?. Se pregunta por qué y responde en el primer párrafo de su libro:
?No son pocos los intentos de respuesta a esta pregunta: por medio siglo, la historia de la invasión del Imperio azteca por los conquistadores españoles ha inspirado y fascinado a escritores y lectores, dramaturgos y espectadores, pintores y cineastas. Para muchos, la grandeza de la historia tiene fundamentos religiosos, políticos o culturales. Para otros, esa historia vale la pena contarse una y otra vez porque es simplemente magnífica.?
En tanto que llevó al imperio mexica a su máximo esplendor, Durán pondera que Moctezuma vivió también ?uno de los mayores dramas que pueda vivir un personaje? con la invasión. Vino luego de su caída ?uno de los mayores genocidios de la humanidad? y se construyó una imagen del gobernante diferente a como fue con su pueblo.
?Quizá en la actualidad sea indescriptible o difícil de imaginar ese drama al cual se refiere, imposible saber lo que pensaba o sentía, pero debe haber sido un choque tremendo.
?Yo creo que es una de las mayores tragedias que puede haber vivido personaje alguno. Las tragedias extraordinarias de Shakespeare son pequeñas frente a la magnitud de ésta. Por eso uno se pregunta cómo y desde cuándo se formó la historia sobre Moctezuma, una historia que se inscribió en la educación nacional y se repite incluso en el campo de la literatura.
Recuerda que incluso el poeta tabasqueño Carlos Pellicer consideró al tlatoani azteca culpable de haber facilitado la caída de su imperio (el texto del poeta fue leído por Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador, en alusión a los malos gobernantes, en un encuentro con el gobernador Alfredo del Mazo en septiembre de 2018).
Entre las imprecisiones de la historia está la muerte de Moctezuma, pues se ha dicho que fue apedreado por la multitud, por considerarlo traidor. Otra versión señala que lo mataron los españoles dentro de su palacio, siendo que eran sus huéspedes. Se le pregunta a Durán qué ocurrió realmente:
?Fue asesinado, porque además el cuerpo que entregan ?está en las referencias históricas? tiene una puñalada o espadazo. Vamos, no es extraño que los conquistadores asesinen a quienes ven como un peligro o quieren dominar. Y hay otras historias terribles, no solamente es un aspecto de la conquista o de fuerza. Hubo masacres que no se justifican, es una historia muy dolorosa.
?El aperreamiento, por ejemplo, con mastines españoles. Hay un historiador español que relata que uno de los virreyes pone filas de indios y los exterminan con cañones. Hay muchos hechos, es importante recuperar una historia objetiva y a personajes como Moctezuma, habría un equilibrio mayor.?
El antropólogo festeja entonces que historiadores mexicanos de la UNAM y El Colegio de México, entre otras instancias, iniciaran desde el siglo XX la recuperación de los fragmentos de una historia que pueden llevar a la reconsideración ?de este gran personaje?, una tarea que considera imprescindible y necesaria. Incluso opina que Matthew Restall debería ser invitado a México para dialogar con los historiadores mexicanos, puesto que algunos están participando en coloquios, encuentros académicos y debates sobre estos temas. Cita como ejemplo el encuentro de los historiadores Luis Barjau, mexicano, y Christian Duverger, francés, en el programa 500 años: El debate sobre la Conquista de ProcesoTV (disponible en proceso.com.mx, y este domingo 10 a las 21 horas en Canal 14.2 de la televisión pública).
Opina que se ofrecen ahí dos enfoques: el del francés muestra la historia de Hernán Cortés como un hombre del Renacimiento, y el de Barjau hace sus reconsideraciones a partir de los avances de la historiografía mexicana. Recuerda que este último, etnólogo tabasqueño, es autor de Náufragos españoles en tierra maya, un libro ?que debería circular en todas las escuelas? referido a los sobrevivientes de un naufragio en el cual iban Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero. Con éste ?surge el primer mestizaje, antes incluso que el de Cortés?.
Historia patria
En cuanto a la revaloración de Malintzin, el antropólogo dice que afortunadamente hay también ya investigadores en los campos de la historia y en la literatura que muestran avances (Barjau escribió el libro La conquista de la Malinche) pero señala:
?Tabasco tiene una deuda histórica para recuperar la figura de doña Marina para que sea entendida por su valor humano. Igual hay que desaparecer lo que pueda quedar de ciertos vestigios ideológicos sobre los tlaxcaltecas como traidores, eso no debe existir. Necesitamos una nueva etapa histórica donde eso no se dé más, y es un compromiso de todos los mexicanos construir y reconstruir en cada etapa, la imagen de este país que amamos.?
?¿Es tiempo de la reconciliación interna?
?No sé si reconciliación sea la palabra adecuada, es como hacer la paz entre tú y yo. No, se trata de la reconstrucción de la historia a partir de esfuerzos de historiadores y de la educación para que las próximas generaciones tengan una idea mucho más precisa y más rica de la que tenemos con las deformaciones que hemos recibido de nuestra historia.
La Presidencia de la República, sigue Durán, debe tomar en sus manos el asunto. Convocar a los historiadores mexicanos interesados en establecer una base sólida acerca de los orígenes de la nación. Deben integrarse comisiones para que se revise incluso el libro de texto gratuito y contenga una visión más objetiva:
?Si se lograra, las generaciones del futuro no vivirán inconscientemente el drama que llevamos todos y que lo aprendimos de la escuela, es una herida dolorosa del origen. Entonces puede comenzar una etapa de construcción de una concepción más firme, con mayor conocimiento y más amorosa de nuestros inicios como nación independiente.?
A manera personal, Durán expresa el deseo de que se convoque a los concheros del país, que son miles ?y cuya historia comenzó en Querétaro en el siglo XVI con el propósito de emprender la reconquista espiritual del pueblo de México?, para que también se dé relevancia a ese aspecto, a los temas interiores y psicológicos.
Está convencido de que los niños que lean una visión más clara y más objetiva, ?serán mejores ciudadanos que nosotros?. Y subraya la necesidad de colocar los retratos de Moctezuma y Cuitláhuac en la Galería de los Presidentes:
?Es interesante porque tampoco está Victoriano Huerta por razones muy claras y bien conocidas, pero no hay explicación alguna sino la del silencio ?porque no es que haya sido olvidado?, para que Moctezuma Xocoyotzin no esté ahí? Excluirlo es colocarlo en el mismo rango de Huerta, no hay ninguna razón histórica para que no sea instalado.?
La galería fue creada por el presidente Manuel Ávila Camacho en 1945 y están ahí los retratos de todos los presidentes, desde Guadalupe Victoria hasta Enrique Peña Nieto (los últimos han colocado su propio retrato antes de la llegada de su sucesor). Están, por ejemplo, Manuel Arista, Ignacio Comonfort, Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari.
Existe también en Palacio Nacional una Galería de los Insurgentes, con los héroes nacionales y otros elementos históricos como la Campana de Dolores. El investigador menciona ?el trabajo extraordinario de Diego Rivera? con su mural en las escaleras principales del recinto, para destacar que todo el conjunto forma un libro de historia. Por ello las visitas abiertas al público que ofrece la Secretaría de Hacienda y Crédito Público deben ser una posibilidad para conocer el pasado.
La oportunidad histórica está puesta para que ?Moctezuma Xocoyotzin regrese a su palacio, acompañado naturalmente de Cuitláhuac, que inicia la resistencia y luego la lleva en sus manos Cuauhtémoc, aunque él nunca gobernó, era muy joven y no hubo oportunidad?.
El lugar fue primero el Palacio de Moctezuma, fue destruido y en su lugar fue construido el palacio colonial, donde se asentaron las casas nuevas de Cortés. Su hijo Martín vendió el edificio a la corona española y desde 1562 se convierte en sede del gobierno de la Nueva España, el Palacio Virreinal, rememora el antropólogo.
Al triunfo de la Independencia, en 1821, se constituye en sede del poder de la nueva nación. Luego fue palacio imperial con Maximiliano de Habsburgo, y en su momento fue habitado por el presidente Juárez, quien instaló ahí su residencia, en lo que es el Recinto a Juárez. En 1824 el Congreso de ese año decreta que sea el Palacio Nacional.
Dentro de cinco años, entonces, se celebrará el bicentenario de su nombramiento. Es importante reconocerlo como un recinto que recoge toda la historia nacional y por ello, redondea Durán, debe retornar Moctezuma II.
Este reportaje se publicó el 10 de noviembre de 2019 en la edición 2245 de la revista Proceso