LA TOLTECÁYOTL NO ES CHAMANISMO 4/4 Luz y guillermo Marín

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El manejo de la energía de los toltecas, es lo que puede explicar, sencillamente, muchos de sus grandes logros que hoy, a través de la ciencia moderna occidental resulta imposible entender.

El por qué, no usaron, la rueda si la conocían, o el por qué, no necesitaron de la invención de metales duros; el por qué no necesitaron de la polea y de muchas máquinas y herramientas que occidente tuvo que inventar al carecer del conocimiento de los arcanos de la energía.

Pero el mayor logro de esta sabiduría era que al poder manipular conscientemente la energía que los constituía como seres humanos, penetraron en estadios de conciencia y conocimiento interconectados con el universo que ahora, por nuestro ?primitivismo científico?, no podemos ni siquiera concebir. Esta perceptiva le da un giro descolonizar a la visión que los colonizadores occidentales le han impuesto a nuestra sabiduría ancestral y a la civilización que la creó.

De aquí regresamos al título del ensayo. ?La Toltecáyotl no es chamanismo?. El chamanismo o medicina tradicional, son técnicas y conocimientos de los pueblos del mundo que han curado de males físicos y emocionales a la humanidad. En el Cem Anáhuac han existido estas personas que se les llamó curanderos u hombres y mujeres búho. Personas que conocen las sustancias curativas de las plantas, animales, insectos y minerales, para restablecer la salud perdida. La cultura occidental les llama médicos, pero sus orígenes y conocimientos vienen de esta ancestral tradición curativa de la humanidad. El problema para Occidente es que los médicos, las medicinas y las terapias están en manos de las trasnacionales que lucran de la enfermedad en el mundo.

En la década de los años sesenta científicos como Gordon Wasson investigaron los poderes curativos de las plantas sagradas. Especialmente Gordon Wasson trabajó esta tesis a nivel mundial y escribió un libro titulado ?La búsqueda de Perséfone?, en el que plantea la hipótesis de que el ser humano se inició en el conocimiento, al comer estas plantas sagradas, lo que les permitió pasar de ser recolectores-cazadores-nómadas a iniciar una vida sedentaria ?civilizada?.

En esos mismos tiempos salió a la luz pública los trabajos de Carlos Castaneda, que tuvo la oportunidad de ser ?entrenado o educado? en los secretos milenarios de un linaje poseedor de una línea específica de conocimiento de la Toltecáyotl. El grave error de Castaneda fue descontextualizar los conocimientos adquiridos, de la civilización que los generó. Quedando su obra en la categoría del ?new age?, inaccesible de manera seria a la sabiduría ancestral. Pero es por esta obra que se pone ?de moda?, el concepto de chaman.

Por el mal uso, abuso y comercialización de este conocimiento se empezó a prostituir los términos de ?guerrero, hombre y mujer de conocimiento, nahual, tonal, atención y un largo etcétera. Brotaron como hongos ?los chamanes de plástico? que entraron a ?la economía del espíritu? y el mercado del chamanismo creció engullendo a ilusos e ignorantes. Comerciantes de bajo monta, con muy pocos escrúpulos, mucha hambre y un ego gigantesco, se presentan como ?chamanes modernos?.

Estos chamanes de plástico se han acercado para apropiarse de los conocimientos y saberes de los curanderos ancestrales; y algunos curanderos, se han disfrazado de chamanes modernos, para entrar al lucrativo mercado de la sanación ?mágica?. Lo que diferencia a las personas de conocimiento de los charlatanes es que no lucran con sus conocimientos y servicios, se manejan de manera ancestral, a través de la ayuda recíproca, siguen siendo, portadores de la tradición tolteca.
Lo que caracteriza a los toltecas de nuestros tiempos, es que gozan de la total y absoluta ?libertad de ser desconocidos?. Aquél que presuma o insinué que es un hombre o mujer de conocimiento tolteca, es la prueba fehaciente que justamente no lo son.

En el Anáhuac de hoy siguen existiendo los hombres y mujeres que curan los males físicos y espirituales de las personas. Tienen diferentes nombres según la región y la cultura a que pertenezcan. Son poseedores de saberes ancestrales de cómo sanar al cuerpo físico y espiritual, para recuperar la vitalidad y la armonía. No son chamanes. También existen los toltecas, hombres y mujeres, que siguen trabajando los arcanos increíbles del nivel más elevado y sofisticado de la Toltecáyotl, pero a estas personas no se les puede identificar por su gran capacidad energética. Y finalmente, proliferan los chamanes de plástico que con cómodas mensualidades llevan a sus incautos clientes a la más exaltada y rápida iluminación.

Educayotl AC. ?Educar para el futuro con la sabiduría del pasado?. Descolonizar es dignificar. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas del carcelero. www.toltecayotl.org
Oaxaca, otoño del 2016.