Jorge A. Pérez Alfonso Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 12 de septiembre de 2023, p. 34
Oaxaca, Oax., Los maestros Abraham Torres, de litografía, y Oswaldo Ramírez, de grabado, fueron despedidos del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, dependiente de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, en represalia por encabezar una serie de exigencias al titular de la dependencia, Víctor Vásquez Castillejos.
El problema comenzó a principios de este año, sobre todo debido al retraso de los pagos. A partir de ese momento los dos talleristas empezaron a destacar pidiendo respeto a su trabajo y a sus derechos, defendiendo a sus compañeros y exigiendo que se les pagaran sus salarios. Además, denunciaron anomalías que se arrastraban desde las administraciones estatales anteriores, con la intención de mejorar las condiciones de trabajo.
Sueldos de $3,200 al mes
Empleados del Taller de Artes Plásticas presentaron un pliego de demandas que incluye incrementos salariales, pues los maestros permanentes tienen un salario de 6 mil 500 pesos mensuales, mientras los comunitarios y los infantiles y juveniles reciben sueldos de 3 mil 200 pesos al mes.
Igualmente solicitaron que se dote de materiales a los talleres y la reducción de las cuotas solicitadas a los alumnos, que en este gobierno se incrementaron en 140 pesos, para un total de 700 pesos por estudiante.
Fue entonces cuando comenzaron las divisiones entre los trabajadores, lo que autoridades lograron ofreciendo contratos anuales a los empleados, mientras a Abraham y a Oswaldo les entregaron un último contrato por dos meses a mediados de agosto anterior. Dos días después les notificaron de manera verbal que habían sido destituidos, sin entregarles documento alguno.
Los instructores buscaron un acercamiento y los talleristas, apoyados por alumnos, tuvieron reuniones con Flavio Sosa Villavicencio, jefe del gabinete, quien se comprometió a que serían reincorporados a sus trabajos, y les aseguró que el gobernador Salomón Jara ya estaba al tanto, por lo que el conflicto se resolvería rápidamente y sin problemas, cosa que no ocurrió, pues se opuso el secretario de Cultura, Vásquez Castillejos.