El Dr. Rubén Bonifaz Nuño, una de las pocas inteligencias críticas y descolonizadoras de la historia oficial, nos propone algo muy inteligente y lógico, para conocer la verdad sobre la historia ancestral de nuestros Viejos Abuelos. Bonifaz Nuño, propone en que hagamos a un lado el discurso de los colonizadores, desde Cortés hasta Krauze. Propone en cambio, conocer a la civilización del Anáhuac por lo que nuestros propios ojos pueden ver, aquí y ahora. Por lo que nosotros mismos podemos comprobar, claro, con una mente descolonizada y crítica.
Y toda esta larga reflexión se puede concluir al comparar la cultura, los valores y principios de vida, personal, familiar y comunitaria, de los pueblos anahuacas de la actualidad, y compararlos con la cultura de la modernidad, sus valores y principios, personales y sociales, en cuanto al éxito, la realización personal y la realización de la vida.
Podemos conocer y entender la lucha heroica de resistencia que están entablando los pueblos y culturas por la defensa de su autodeterminación, sus territorios, sus recursos naturales, las aguas y sus valores comunitarios y espirituales. Así podemos entender por qué les están asesinado a sus líderes, a los defensores del medio ambiente, con la complacencia del poder económico y político, y el macabro silencio de los grandes medios de difusión comercial.
Sí somos capaces de imaginar lo que están haciendo en la actualidad las grandes trasnacionales, las mineras y las empresas inmobiliarias y turísticas, con las pequeñas comunidades. El uso faccioso del derecho y de las autoridades, el dinero, los delincuentes armados y organizados, para dividir a las comunidades, para sembrar el terror, para acallar sus reclamos. La desproporción de fuerzas y recursos de una minera en contra de una comunidad perdida en la nada, o la desolación de los pueblos anahuacas a quienes les depredan sus bosques, sus cerros sagrados o contaminan sus ríos y explotan sus mantos friáticos.
Este choque de civilizaciones, de formas de ver y entender el mundo y la vida tan diferentes, comenzó en 1492, pero sigue hasta nuestros días. Esta disparidad de fuerzas y de poder, entre los que llegaban a descubrir y civilizar, o los que llegan a invertir y desarrollar en las comunidades. Realmente nada ha cambiado en cinco siglos, por el contrario, ha empeorado, pero en esencia, es el mismo drama. Dos civilizaciones en conflicto, dos formas de ver y entender el mundo y la vida muy diferentes. Unos poderosos y violentos, los otros, resistentes y pacíficos.
La cultura dominante del Estado neocolonial de ideología criolla, pretende dar por muerta y desaparecida a la civilización del Anáhuac. Esta es la razón por la cual, hacen creer que este país tiene su ancestral origen en los mexicas y la gran Tenochtitlán, que le da nombre al país que se inventaron en 1824 los criollos, y que permite uniformar a todos los pueblos y culturas en un país llamado México, y a su pueblo llamándolo mexicano, con una sola lengua, una sola identidad y una sola historia “prehispánica”. Un pueblo mestizo, sin memoria histórica e identidad cultural ancestral. Pero la realidad nos indica que, los mestizos son anahuacas desmemoriados, amnésicos y catatónicos, víctimas de la neocolonización.
Esta es la razón por la cual, los pueblos llamados indígenas, son los que defienden su tierra, sus recursos naturales y sus formas de vida ancestrales, los que siguen en permanente lucha de resistencia.
Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. No se puede salir del calabozo de la colonización con los valores y la narrativa de los carceleros. Descolonizar es dignificar.