Ha iniciado el acenso al firmamento de los imprescindibles. No pasará el maestro por el Mictlán, directo irá a los más altos cielos del Anáhuac para dese ahí, con la luz visionaria de su mirada, mostrará el camino a los Guerreros de la Muerte Florecida.
Ha nacido hoy para la eternidad Rubén Bonifaz Nuño, cada día estará presente en las batallas floridas por la descolonización del pensamiento y la liberación cultural del Anáhuac. Su ejemplo y su camino serán la fuerza y el destino de quienes un día abrimos los ojos y el corazón con sus profundas y poéticas reflexiones sobre quienes en verdad fueron los Viejos Abuelos y quienes también son sus nefastos y oscuros detractores.
Mañana mismo comenzarán los bichos rastreros a preparar los vanos homenajes. Aquellos que tan solo ayer lo volqueaban y le impedían alumbrar las oscuras mazamorras del pensamiento colonial. Vomitarán sobre su memoria sus trillados discursos ?grecolatinos? y tratarán de acallar la voz sabia del tlamatinime que nos permitió valorar y reconocer la grandeza de nuestros Viejos Abuelos, con el griterío en la plaza pública de la multimedia.
Las instituciones que hasta ayer trataban de acallar y disolver su voz y su mente, hoy tratarán de hacerle un ?homenaje de cuerpo presente?, para asegurarse de que no regresará a amenazar su apolillada escenografía de pueblerinos intelectuales del subdesarrollo, adoradores trasnochados de ?las bellas artes europeas?.
Apreciado Maestro Rubén Bonifaz Nuño, seguirás hoy más vivo y eterno en la lucha que inspiraste por descolonizar la cultura en México.