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Continúan construcciones ilegales Restauranteros y dueños de antros violan los sellos de clausura

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Continúan construcciones ilegales
<br>Restauranteros y dueños de antros violan los sellos de clausura
Foto? En imagen de archivo, el predio Oztoyahualco, catalogado como área B de restricción de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, a unos 800 metros de esa ciudad prehispánica, en el estado de México, el cual fue asegurado por la Fiscalía General de la República.Foto Javier Salinas Cesáreo
Javier Salinas Cesáreo Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 19 de abril de 2024, p. 30
Teotihuacan, Méx., El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mantiene 35 denuncias penales ante la Fiscalía General de la República (FGR) por destrucción de restos arqueológicos producto de las construcciones ilegales que se han realizado en los últimos tres años en el área B de restricción de la Zona Arqueológica de Teotihuacan (ZAT).

El director de la ZAT, Rogelio Rivero Chong, afirmó que dichas edificaciones tenían sellos de suspensión, pero los dueños las violaron y continuaron con sus obras; por ello, el INAH lo denunció ante la FGR, en espera de que la institución actúe.

Continúan construcciones ilegales
<br>Restauranteros y dueños de antros violan los sellos de clausura

Explicó que al año, el INAH recibe alrededor de 120 solicitudes de construcción en las áreas B y C; de la primera son negadas inmediatamente por estar en zona de restricción, y en la C, investigan, realizan el salvamento y se libera el predio, si lo amerita.

De las 120 solicitudes atendemos unas 40 al año, con investigación y liberación de predios; hay otros que se van por la libre, y a esas edificaciones les hacemos suspensiones, pero cuando ya van una o dos cancelaciones y quebrantan los sellos, se presenta la querella ante la FGR, indicó.

Destacó que uno de los casos más recientes de construcción ilegal es el restaurante que se erigió en el predio ubicado entre las puertas 2 y 3 de la ZAT, donde en abril de 2023 sus dueños aprovecharon los días de asueto y comenzaron la obra.

En ese sitio, activistas de la Fundación para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural detectaron los trabajos y los reportaron a la Guardia Nacional para impedir que continuaran; no obstante, los elementos fueron agredidos. El INAH días después informó que colocó sellos de clausura.

En el caso del restaurante La Rústica, Rivero Chong dijo que tiene tres suspensiones y una denuncia penal, por lo que ahora el asunto está en la cancha de la fiscalía; además de que el negocio funciona porque el INAH no regula esa actividad. Nosotros sólo suspendemos la construcción.

Destacó que su apertura se debe a la autorización comercial que otorgó el ayuntamiento, encabezado por el alcalde priísta Mario Paredes, encargado de las licencias de funcionamiento y de la venta de bebidas alcohólicas. Y es ahí donde el municipio nos tendría que ayudar con la suspensión de negocios que abrieron sin permiso de edificación, manifestó.

Otro caso ilegal y con violación de sellos es el ocurrido en enero de 2021, cuando se detectó que en el predio denominado Oztoyahualco, catalogado como área B de restricción de la ZAT, a unos 800 metros de las pirámides, se realizaban obras para instalar un parque ecoturístico.

En el predio de siete hectáreas hubo severos daños y saqueo de vestigios arqueológicos; incluso el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, demandó a las autoridades mexicanas frenar la destrucción.

Se presentó una denuncia penal y finalmente el 31 de mayo de ese año la FGR aseguró el terreno, con apoyo de más de 300 elementos de la Guardia Nacional; sin embargo, a la fecha no hay personas detenidas. El resguardo lo hizo la fiscalía. También ese tema está en sus manos y se sigue un proceso, además hay un juicio, apuntó Rivero Chong.

Otras dos cimentaciones privadas clausuradas se ubican frente a la puerta 1 de la ZAT, localizada en el cauce del Río San Juan, el cual atraviesa la zona en su área B de restricción, reduciendo su longitud. El INAH colocó sellos de suspensión, pero tampoco han sido respetados.



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