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MEMORIA HISTÓRICA E INDENTIDAD CULTURAL 7/8 Luz y guillermo Marín.

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MEMORIA HISTÓRICA E INDENTIDAD CULTURAL 7/8
<br>Luz y guillermo Marín.
? la colonización cultural.

Después de la invasión armada, los invasores les quitan a los vencidos cinco Elementos Culturales para condenarlos permanentemente a ser esclavos y que nuca jamás piensen en volver a ser libres, de tal manera que los puedan explotar con su trabajo y depredar impunemente sus recursos naturales. Primero les quitan el idioma y les imponen la lengua del vencedor. El objetivo es dejar ?mudos? a los vencidos, que no puedan trasmitir su Cultura y que dejen de pensar como sus antepasados, logrando que, al hablar la lengua del colonizador, los vencidos piensen como él. Perdiendo la lengua no sólo pierden el más fuerte lazo que los une entre sí, sino que, además, pierden su Cultura y su identidad milenaria.


El segundo despojo del conquistador al conquistado es la ?memoria histórica?, los recuerdos. Para que el pueblo invadido y vencido no se acuerde que un día fue libre y dueño de su riqueza, su Cultura y su identidad, se requiere volverlo amnésico . El vencido olvidará por diversos medios su pasado y su ?nuevo mundo? se iniciará con la presencia de su conquistador. Tomará como propia la historia del conquistador y desconocerá la suya-propia, sintiendo desprecio por su propia historia.

MEMORIA HISTÓRICA E INDENTIDAD CULTURAL 7/8
<br>Luz y guillermo Marín.



El tercer Elemento Cultural que le quitan al pueblo vencido son los conocimientos. En efecto, el objetivo es que él no se sienta capaz de transformar el medio ambiente en el que vive. Que es impotente y estúpido. Que depende de su colonizador. Que sólo el invasor puede crear, transformar y resolver. Que el vencido necesita que el ?invasor? haga las cosas. Lo dejan en calidad de estúpido.



El cuarto despojo al vencido tiene que ver con los espacios, no sólo físicos, como son las mejores tierras, los minerales, los bosques, las selvas o las costas. El cuarto despojo tiene que ver también con espacios comunitarios, místicos, religiosos, recreativos y culturales. El objetivo es hacer sentir al vencido como un intruso en la tierra de sus antepasados.


El quinto despojo es la religión y con ella el misticismo. Al quitarle la milenaria religión, que por generaciones profesaron sus antepasados, que formaba parte íntima y directa de sus tradiciones y costumbres, de la forma de ver y entender el mundo y la vida, el invasor logra, no sólo que el vencido pierda la raíz espiritual de su Cultura, sino que pierda el dominio del más allá. Es decir, lo único que le queda, es el mundo material e inmediato de su vida de esclavo. Pues a su muerte, tendrá que ir al lugar ?sagrado? de su conquistador donde él seguirá de esclavo.


Cuando el invasor-conquistador le logra quitar esos cinco Elementos Culturales al pueblo invadido, ha logrado ?neutralizarlo? y condenarlo para siempre a un estado de explotación y esclavitud, porque el vencido les enseñará a sus hijos, -no a expulsar al invasor-, sino a que sus hijos aprendan a ser invasores-explotadores-colonizadores de su propio pueblo. El sistema colonial implica que los vencedores, como los vencidos, vean como algo natural la explotación, el saqueo y la injusticia, como algo normal y cotidiano. Que, en vez de rechazarla, ellos mismos deseen fervientemente convertirse en uno más de los históricos explotadores de su pueblo. Adquiriendo el carácter de ?colonizado-colonizador?.


Cuando un pueblo es colonizado metal y espiritualmente, podrá ser explotado, depredado y hasta masacrado, y a nadie le interesará detener esta barbarie. Sólo desearán, sumarse a ella para sacar provecho personal. De modo que para descolonizar a un pueblo se requiere: recuperar la lengua, la historia, los conocimientos, los espacios y el sentido espiritual por la vida. La educación descolonizadora requiere enseñar a nuestros hijos a recuperar y revalorar estos Elementos Culturales. (Teoría de la Quíntuple Recuperación del Antropólogo Leonel Durán Solís).



? nuestras raíces culturales, nuestra herencia genética.

Todas las personas tenemos lo que los científicos han llamado ?el banco genético de información?. Todo organismo, aún el más simple, contiene una enorme cantidad de información. Esa información se repite en cada una de sus células organizada en unidades llamadas genes, los cuales están formados por ADN (Estructura en donde se encuentra la información genética, y cuya función es almacenar las instrucciones para la síntesis de moléculas). Los genes controlan todos los aspectos de la vida de cada organismo, incluyendo metabolismo, forma, desarrollo y reproducción. De ellos depende la continuidad de la vida, porque constituyen el enlace esencial entre generaciones. Esta transmisión de información genética de los padres a los hijos se denomina ?herencia?.

Y los científicos sociales han creado un término que se inspira en la genética al referirse a la ?herencia? en conocimientos y sentimientos no racionalizados, que heredamos de todos nuestros antepasados en el ámbito de pertenencia a un pueblo. A esta ?sabiduría no consciente? le llamamos ?el banco genético de información cultural?. Y dicen ellos, que cada pueblo guarda celosamente en su ?inconsciente colectivo?, estos conocimientos y sentimientos que los llevará al plano consciente, cuando lo estime útil y necesario hacerlo.

De modo que, así como cada persona cuenta con ?su banco genético?, donde guarda la herencia de sus antepasados. Los pueblos tienen un ?banco genético de información?, donde guardan los conocimientos y sentimientos que son ?su herencia?. Misma que le ayuda a resolver los problemas de orden material y espiritual de la vida. A esta sabiduría otros investigadores le han llamado también, ?el conocimiento silencioso?. Sea como fuere, lo cierto es que ese conocimiento y esa sabiduría existen y están ahí, esperando a la disposición de quien la requiera para resolver los problemas de su vida, familia o pueblo.

De esta manera las raíces culturales y nuestra ?herencia genética de sabiduría? se entremezclan para fortalecer lo que llamamos nuestra Identidad Cultural. Una persona que tiene muy bien arraigada y firmes sus raíces, su Identidad Cultural; que se sienta orgulloso de lo que es, de dónde viene, de sus tradiciones y costumbres, de su cultura en general. Por consecuencia, será una persona con mayor INDENTIDAD y, por ende, contará con mayor confianza en sí mismo y poseerá una mayor auto estima. Vencerá más fácilmente los obstáculos y desafíos de la vida cotidiana.

Confiará con mayor fuerza en sus capacidades, en sus atributos, en la ?herencia? que haya recibido de sus padres, abuelos y de su pueblo y de su Cultura. No se sentirá, ni menos, ni más, que ninguna otra persona, sea de la misma cultura o de diferente, de la misma nacionalidad o diferente. Exigirá respeto por su Cultura, y será al mismo tiempo, respetuoso de todas las culturas diferentes con las que coexista.

En las raíces culturales las personas, las familias y los pueblos guardan un cúmulo de sabiduría y experiencia que resultan muy valiosos para lograr sus propósitos personales, familiares y comunitarios. En las raíces culturales se encuentran el mayor tesoro del que podemos disponer y también del que podamos heredar a nuestros hijos. Es un legado que guardamos de manera consciente en nuestra memoria personal, familiar y comunitaria, el cual lo utilizamos desde el plano racional y consciente. Esta sabiduría y experiencia están depositadas en las tradiciones, fiestas, usos y costumbres.

En nuestra herencia genética guardamos toda la información que sistematizó la experiencia de vida de todas las generaciones que nos han precedido, y que, hicieron posible, no sólo que existamos físicamente, sino que contemos con el Patrimonio Cultural que nos han heredado. En nuestro ?banco genético de información cultural? vive toda la sabiduría y el conocimiento de nuestros Viejos Abuelos, lo importante es saberlo y estar dispuestos a recurrir a estos conocimientos para poder aprender a vivir mejor.


Educayotl AC. No podemos librarnos del calabozo del neocolonialismo, con las ideas de los carceleros. Se necesita recuperar la sabiduría ancestral, para crear una propia narrativa, por la vida, la libertad y la solidaridad continental. www.toltecayotl.org

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