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MEMORIA HISTÓRICA E INDENTIDAD CULTURAL 6/8 Luz y guillermo Marín.

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<br>MEMORIA HISTÓRICA E INDENTIDAD CULTURAL 6/8
<br>Luz y guillermo Marín.





? la modernidad contra la tradición.

En general, a los pueblos que han sufrido una colonización se les ha tratado de quitar y destruir su Identidad. Un pueblo sin identidad, es como una persona sin memoria, que fácilmente puede ser dominado y engañado. Una de las formas de destruir la Identidad Cultural de un pueblo es obligándolo a que, él mismo, elimine sus tradiciones, fiestas, usos y costumbres; y en su lugar, practique las nuevas tradiciones y costumbres de sus colonizadores.

Recién que los españoles vencieron a los mexicas, inmediatamente mandaron destruir la Tenochtitlán piedra sobre piedra, la ciudad más grande del mundo en aquellos tiempos, e inmediatamente, se empezó una sistemática campaña para quitarles las lenguas maternas, imponiendo el español para dejar a los vencidos ?mudos?. Se borró de la memoria su Historia Ancestral, y se les dejó ?amnésicos?. Se les quitaron todos sus milenarios conocimientos y se les dejó ?estúpidos e impotentes?. Se les quitaron todos los espacios, no sólo las mejores tierras, para dejarlos ?desarraigados?, y finalmente, se les quitó su milenaria religión, para dejarlos ?desamparados?. De esta forma comenzó la ?modernidad? y la colonización. (La Quíntuple Recuperación de Leonel Durán).

En efecto, se nos ha hecho creer que existe una contradicción entre ser ?moderno? y ser ?tradicional?. Entendiendo por ?moderno?, el asumir todos los patrones culturales y de consumo de los colonizadores. Y por ser tradicional, mantener las antiguas formas de ser y entender el mundo y la vida de nuestros antepasados indígenas. La propuesta colonizadora es que sí una persona, una familia o un país, ?quieren ser modernos?, es decir, ?disfrutar del progreso?, la tecnología, el consumo, debe DEJAR DE SER TRADICIONAL, para pasar a ser ?furiosamente moderno?, es decir, volverse una mala copia de sus colonizadores.

Esto es un gran engaño y una terrible mentira, que de aceptarla nos empobrece y denigra. ?Tu tienes que dejar de ser como han sido todos tus antepasados, tus abuelos y tus padres, y tratarás, siempre sin lograrlo, de ser como yo, tu colonizador-explotador?. Se puede ser moderno y ser tradicional al mismo tiempo. Existen países del primer mundo, como Inglaterra y Japón que son la punta de la tecnología y la modernidad, y al mismo tiempo son terriblemente tradicionales. Protegen y valoran sus tradiciones y costumbres sobre todas las cosas. No esta peleado estar orgulloso de sus tradiciones y costumbres, y al mismo tiempo, usar las más sofisticadas tecnologías, sistemas de producción y consumo, para vivir mejor.


<br>MEMORIA HISTÓRICA E INDENTIDAD CULTURAL 6/8
<br>Luz y guillermo Marín.

Lo importante para usar las nuevas tecnologías y los elementos culturales de otros pueblos, radica en la selección. Es decir, en la capacidad que se tenga para escoger lo que consideramos provechoso y útil para la propia forma de vida, basándose en nuestra propia experiencia y selección. De esta manera, estas ?apropiaciones? de los elementos culturales ajenos, en vez de ser un mal, se convierten en herramientas virtuosas que permiten fortalecer nuestra propia Cultura. Como los instrumentos de aliento que llegaron a Oaxaca con la invasión francesa y que los pueblos indígenas se los ?apropiaron? y ahora la cultura de un pueblo se basa en su banda de música de alientos.

El desafío en estos tiempos de globalización, es que debemos defender con mayor fuerza ?lo propio nuestro?, es decir, nuestras tradiciones, fiestas, usos y costumbres; y al mismo tiempo debemos abrir las puertas al mundo, pero ?seleccionar cuidadosamente? todos aquellos elementos culturales y tecnologías que son ajenos a nuestra cultura, para que, al incorporarlos, fortalezcan y vitalicen nuestra Identidad Cultural.

? la lengua es nuestra patria.

Nuestra patria esta tan lejos, en la medida que perdemos nuestro idioma. La lengua es lo que nos une y nos identifica, lo que nos hace íntimos y cómplices. La que nos permite recordar y nombrar todo lo que es nuestro y todo lo que somos y hemos sido. Lo que sentimos, lo que soñamos.
La palabra ?patria? nos habla de la tierra o del lugar de nuestros ?padres?. La patria sólo habla nuestro idioma, sólo entiende en nuestra lengua, sólo recuerda con las palabras que nos enseñaron en la infancia. La capacidad de hablar correctamente nuestro idioma es la posibilidad de que la patria sigua viva en cada uno de nosotros, no importa todo lo lejano que este uno físicamente.

El Maestro Miguel León Portilla, uno de los investigadores e historiadores del México antiguo, nos dice, - ?Hay dos elementos esenciales en la formación o reestructuración de lo que puede considerarse la identidad de una persona o de un país: la historia y la lengua. La lengua es, como dice Unamuno, [escritor español] ''nuestro hogar, donde nos encontramos nosotros, desde donde vemos con la perspectiva de ella todas las cosas, donde nos refugiamos, incluso cuando queremos quejarnos, o como dice Günther Grass [escritor alemán], ''la lengua propia es la patria". La historia nos da la experiencia que hemos tenido en el pasado, ya sea como persona o socialmente como pueblo o como nación. -?

Las personas que llegan a Estados Unidos con un español deficiente y al tratar de aprender inglés (cuando no se sabe bien una lengua, es muy difícil que aprenda otra bien), empiezan a olvidar el español, o lo que es aún peor, lo empiezan a pronunciar mal, como un estadounidense que lo mal habla. Estas personas están auto despreciándose y ellas mismas se destruyen y se imposibilitan. Negarse de esta manera, los hace más frágiles y vulnerables.

La lengua es la forma en la que vemos, sentimos y pensamos el mundo y la vida. Cuando una persona habla dos lenguas, tiene más recursos de quien sólo habla una. Por ejemplo, las personas que hablan español y tienen la suerte de poseer un idioma indígena, tienen dos formas de ver y entender el mundo. Poseen más opciones en donde encontrar elementos que enriquezcan y mejoraren las posibilidades de vida. Pero las personas que además de hablar una lengua indígena y el español, están aprendiendo a hablar inglés, multiplicando por tres las opciones y las posibilidades.

Quien se avergüenza de su lengua, se avergüenza de sí mismo. Quien olvida su lengua, se olvida de sí mismo. La lengua es la estructura que sostiene a nuestra Cultura. Hablar bien es pensar bien. Hablar dos idiomas es pensar dos veces.

Si la Patria tiene al español, la Matria (la Madre Cultura) tiene las milenarias lenguas de los Viejos Abuelos del Cem Anáhuac. No solo somos el país con mayor número de hablantes de español, sino que, nuestro español, es aceptado en todo el mundo hispanohablante. Pero aún más, poseemos, junto con China e India, el mayor número de lenguas indígenas. Solo en el estado de Oaxaca, existe mayor diversidad lingüística, que toda la Europa Occidental.

De esta manera, Oaxaca es el estado con mayor número de lenguas ancestrales, y el estado, que tiene el mayor número de hablantes de lenguas indígenas. Esto representa un orgullo y un desafío. El orgullo, deviene de la diversidad lingüística, ética y cultural. El desafío, consiste en preservarlo, fortalecerlo y acrecentarlo. Este es el Patrimonio Cultural más importante de la nación, por lo que lleva al estado a ser, ?Oaxaca reserva espiritual de México?.



? la transculturizacion.

La forma más fácil de dominar a una persona o a un pueblo, es que pierda su Cultura. Como hemos mencionado anteriormente, la Cultura representa el más importante patrimonio que nos han heredado nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos y todos nuestros parientes y antecesores, quienes han vivido antes que nosotros, y han enfrentado y resuelto los problemas que ahora enfrentamos nosotros.

Perder esa experiencia de vida, esa sabiduría producida por la inteligencia y la memoria colectiva, representa uno de los más graves peligros y fracasos para los seres humanos y los pueblos. Es quedar huérfano de raíz, Desamparado y desprotegido de nuestros antepasados. A merced de cualquiera, sin capacidad y experiencia.

Para poder dominar y explotar a una persona o a un pueblo, es necesario primero ?quitarle su Cultura?, quitarle su milenaria inteligencia, sabiduría y experiencia de vida. Cuando una persona o un pueblo pierde su cultura, generalmente lo hacen por ignorancia y un gran sentimiento de inferioridad, alentado por su dominador, que lo presiona directa o indirectamente para que sienta pena y vergüenza por sus propios valores y principios, por sus tradiciones y costumbres.

Se le manipula y se le enseña a despreciar su Cultura propia y a enaltecer la Cultura ajena, generalmente la del dominador. Nunca podrá alcanzar la Cultura de su explotador y ya no podrá regresar a la Cultura propia. Se perderá en un doloroso ?Laberinto de Soledad?. Despreciando lo propio y siendo despreciados por aquellos que quiere imitar. Sin lo propio y sin lo ajeno, desolado. Rodará por la vida, tropezando consigo mismo, dando lastima y renegando de todo.

Al proceso de perder la Cultura propia y no poder apropiarse de la Cultura ajena, se le llama transculturización. Un buen ejemplo de este fenómeno podría ser generalizando, la comparación de dos campesinos ?tipio?. El campesino ?A? de 1930 y el campesino ?B? de 2002.



El campesino ?A? de 1930.

Era un hombre que usaba sobrero de paja, ropa de manta hecha por su mujer, huaraches fabricados en la región. Usaba morral, machete, tenía su guitarra y tomaba mezcal, pulque o aguardiente. Sembraba en su parcelita maíz, fríjol, calabaza, chile y algunas legumbres. Tenía algunos animalitos como pollos, cerdos, un burro y hasta una vaquita. Vivía en un solar grande en su pueblo, y su casa no se diferenciaba mucho de las demás. Cada año en la fiesta del pueblo, generalmente vendía los pocos excedentes y con ello compraba los artículos que no se fabricaban en la región; tal como la manta, el machete, los apeos para el campo. Este campesino tenía una vida pobre, pero con una buena calidad de vida.

Setenta años después, este mismo ?tipo de campesino?, después de haberse entregado ciegamente a la modernización, tanto en el cultivo del campo y en su forma de vida, nos presenta esta realidad.




El campesino ?B? de 2002.
Es un hombre que ahora usa su gorrita de beisbolista, ya no usa sombrero pues no es ?naco?. Como ahora ya se ?modernizó?, usa camisetas de colores con leyendas en inglés, pantalones de ?terlenka?, tenis económicos de mala calidad. Ya no usa machete ni morral, ahora usa su navaja 007 y cangurera. En vez de bebidas producidas en la región, compra cerveza y bebidas corrientes hechas químicamente en fábricas muy distantes. En vez de guitarra, ahora usa su radio grabadora. Ya no tiene tierras y sí las llega a tener son muy pequeñas, pues se han fragmentado y está atrapado con un Banco, sembrando un monocultivo. Pero generalmente se alquila como un ?mil usos? en las grandes ciudades donde asiste periódicamente en busca de trabajo. Vive en un cuarto de tabicón a medio construir o de plano, en una vecindad.
Este campesino tiene una vida miserable y con una pésima calidad y nivel de vida.

¿Cómo se pudo dar esta dramática transformación, más allá de los problemas estructurales y de los errores de macro política económica de los gobernantes? ¿Cuál fue el factor que coadyuvó para que las personas y los pueblos perdieran su calidad y nivel de vida?
La respuesta es que: ?perdieron su Cultura y trataron asumir otra que no era de ellos?. Resultado, perdieron sus tradicionales formas de vida y jamás llegaron a apropiarse de los modelos foráneos de progreso, bienestar y realización que les vendieron.

El elemento económico, en la pérdida de la Cultura y por, consiguiente en la ?calidad y nivel de vida?, fue determinante y decisivo. El campesino ?A? tenía una producción de autoconsumo y lo poco que compraba, generalmente lo hacía en el pueblo o en la región, de modo que la riqueza se reinvertía en poca cantidad y muy lentamente en la propia economía regional. De esta manera la riqueza que generaba la región era muy poca, pero se repartía de manera más justa entre todos.

En el caso del campesino ?B?, la situación es inversa. Como la mayor parte de las cosas que él compra se produce fuera de su región, generalmente en las grandes ciudades del país o en el extranjero. De modo que existe una sustracción total de la riqueza y una descapitalización en la región. Pues se compran más cosas y a mayor precio de afuera, que las que se logran producir y vender del pueblo.

Los plásticos, los artículos desechables, los alimentos y golosinas chatarra, los medicamentos, los refrescos embotellados, los licores y bebidas comerciales, los pasquines y revistas, los artículos de belleza, los juguetes, los aparatos electrónicos, representan una permanente sustracción de recursos que diariamente salen de los pueblos y que van a enriquecer a grandes mayoristas e intermediarios, así como a fabricantes nacionales o extranjeros. La poca riqueza que se genera en las rancherías, comunidades, pueblos y pequeñas ciudades, es sistemáticamente extraída a través de la pérdida de la Cultura, que hace que las personas se entreguen a formas de vida ajenas a sus tradiciones y costumbres ancestrales.

El creer que ?modernizarse y progresar? es comprar, artículos y servicios que en muchos casos son contrarios, no sólo a nuestras costumbres y tradiciones, sino a nuestra propia salud. Es perder nuestra Identidad y nuestra Cultura. Quien piensa que con dejar de ser como siempre han sido sus antepasados, parientes y amigos; ?modernizándose? con la intención de dejar de ser ?indio?, campesino, ranchero o ?naco?. El perder el orgullo de ser hijo de la Cultura de sus padres y abuelos, es convertirse en una persona colonizada. Sin pasado, sin presente y sin futuro.

Mantener nuestra Cultura, no es condenarse al atraso, a la miseria y a la posibilidad de transformarse y evolucionar. Todas las Culturas están en permanente movimiento y transformación. Por el contrario, se debe mantener un sentido de apropiación y adaptación, especialmente en estos tiempos tan vertiginosos en que nos ha tocado vivir. La diferencia es que tomemos, previa selección minuciosa, lo que nos sirva para fortalecer y acrecentar nuestra propia Cultura y nuestra Identidad. Sin que nadie nos la imponga, porque se beneficie económica o políticamente.

Las nuevas tecnologías han sido en muchos casos, un factor que ha inclinado la balanza a favor de la recuperación y fortalecimiento de las Culturas propias. No todo en la globalización es negativo. No todo en el crecimiento económico y la comercialización dañan necesariamente a las Culturas originarias. La autodeterminación cultural es una de las libertades más importantes de las sociedades civilizadas. El respeto y tolerancia a los que son diferentes, representa uno de las formas más precisas de medir el grado de avance de una sociedad, una familia o una persona.

Educayotl AC. No podemos librarnos del calabozo del neocolonialismo, con las ideas de los carceleros. Se necesita recuperar la sabiduría ancestral, para crear una propia narrativa, por la vida, la libertad y la solidaridad continental. www.toltecayotl.org

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