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A propósito de la evolución

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A propósito de la evolución
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Para aproximarnos al tema de la evolución propongo que recurramos a tres fuentes distintas cuyas conexiones trataré de elucidar: la teoría científica, la enseñanza de Gurdjieff y las premisas de don Juan.

Don Juan informa que los chamanes del México antiguo consiguieron percibir la energía que fluye en el Universo tal como fluye en el Universo, es decir, como energía. En su visión, el Universo entero se presenta como una infinitud de filamentos luminosos auto-conscientes, y los seres vivos como capullos luminosos que amalgaman una porción de campos energéticos dentro de sí. Según él, todas las criaturas de conciencia estamos involucradas en un viaje evolutivo sin fin, pero la intensidad de esa realización depende del ?intento?. En su sistema cognitivo el ?intento? es una de las maestrías de los videntes de su linaje a la que se accede a través del ?camino del guerrero?. Ya que el Intento (con mayúscula) es la fuerza universal omnipresente que posibilita la transformación de la energía y el ?camino del guerrero? es el medio para sintonizarnos y limpiar nuestro vínculo con él. Debido a la maestría del ?intento? los hombres de conocimiento de México son y fueron capaces de realizar prodigiosas hazañas.

A propósito de la evolución
<br>Para Gurdjieff el Universo entero es material y está compuesto por diferentes densidades de ?materialidad?. A mayor densidad, menor frecuencia de vibración; a menor densidad, mayor frecuencia, desde el Absoluto Creador hasta la piedra. En todos los planos de la existencia universal se producen procesos simultáneos de involución y evolución de las substancias, a través de los cuales se realiza el Gran Proceso Cósmico de Alimentación Recíproca. En este contexto, la posible evolución del hombre es el desarrollo en él de facultades y poderes que aún no posee pero que imagina poseer: conciencia, voluntad y capacidad de ?hacer?. Este desarrollo es el resultado de un esfuerzo consciente, pues la conciencia no puede evolucionar inconscientemente ni la voluntad involuntariamente. Es un proceso individual, pues la evolución de las masas humanas no es necesaria para la Naturaleza y ocurre en períodos muy largos debido a leyes planetarias. El ser humano individual resulta insignificante en la economía universal, por lo que puede sustraerse a estos procesos colectivos sin afectarlos.

Por su parte la ciencia concibe la evolución como el resultado natural de los procesos biológicos sin intervención de los sujetos involucrados. Desde un ancestro común, de lo simple a lo complejo, las especies se van diferenciando en función de su capacidad de adaptación al ambiente, se extinguen o mutan. La ciencia apela a la ?selección natural? y ?la supervivencia del más apto? como mecanismo regulador de la evolución de las especies y explica así la genealogía de la vida planetaria. Se basa en las premisas de Darwin completadas luego con los descubrimientos de la biología molecular y la genética, hasta desembocar en la teoría sintética moderna aceptada por la comunidad científica. Esta teoría aclara algunos hechos biológicos, explica otros de manera parcial y deja mucho sin comprender. Lamentablemente algunas de sus proposiciones mal entendidas degeneran en clichés colectivos. Tal es el caso de ?el hombre desciende del mono?, enseñado, difundido y aceptado de manera acrítica; o la trasposición a la vida social y la cultura que generan dicotomías valorativas como ?primitivo? y ?civilizado?.

En los últimos 30 años, sin embargo, nuevos desarrollos teóricos y experimentales realizados por científicos de avanzada (neurobiología, epigenética, psicofisiología, bioelectrografía) están permitiendo el surgimiento de un paradigma más comprensivo del mundo físico, la vida y la conciencia. El nuevo enfoque tiende a flexibilizar las categorías estancas anteriores y a considerar la energía, la vibración o la resonancia como conceptos articuladores de alto valor explicativo. Como antecedentes se pueden citar la teoría del orden implicado del físico David Bohm y los campos mórficos del biólogo Rupert Sheldrake, entre muchos otros. Dentro de esta corriente las exploraciones el Dr. Jacobo Grinberg ?psicofisiólogo mexicano? merecen un tratamiento especial por su nivel de excelencia y por la sorprendente falta de difusión de su trabajo.

A partir de sus exploraciones del funcionamiento cerebral y la percepción, y en campos menos convencionales como chamanismo, dermoóptica y meditación, el Dr. Grinberg formula su teoría sintérgica. Según ésta, la percepción sería el resultado final de un proceso complejo de interrelación entre la red energética global básica del cosmos (o lattice) y el campo neuronal del cerebro. La lattice es un campo informacional infinitamente denso en el cual cada punto de la red contiene la información completa del conjunto. También lo es la red neuronal del cerebro que interpreta el campo informacional básico y sus alteraciones produciendo la percepción. La percepción sería el resultado de la actividad neuronal y no la consecuencia de estímulos provenientes del exterior. En el mundo físico exterior solo existe la lattice, la red energética fundamental.

(Ver: https://pijamasurf.com/2017/09/la_teoria_sintergica_la_construccion_de_la_realidad_y_la_creacion_de_la_experiencia_consciente/)

Sorprendentemente la teoría sintérgica es la mejor plataforma científica para explicar en términos occidentales la cosmovisión de don Juan. Grinberg abre el camino conceptual que nos permitiría vislumbrar lo que don Juan transmitió a Castaneda como legado para la humanidad: ?un esfuerzo colectivo para percibir la energía como energía?. En este proceso las mujeres estarían llamadas a desempeñar un papel fundamental. Como lo transmite Florinda Donner, en el actual momento crítico de la humanidad el imperativo de la evolución sería más importante que el de la procreación. Y dado que la función secundaria del útero es la percepción, la evolución dependería actualmente en gran medida de las mujeres.

Entre los muchos aportes que Gurdjieff hizo a Occidente se encuentra su método práctico para el conocimiento de sí con miras a la posible evolución. Gurdjieff lo expone detalladamente así como el proceso del alimento dentro del organismo. La respiración aporta un choque adicional para que el alimento físico complete su transmutación en sustancias más finas, pero es solo gracias a la posibilidad que brindan las impresiones de nuestra experiencia vital si las recibimos de manera consciente que las substancias pueden continuar su evolución. La meta de la evolución es ?revestir los cuerpos superiores del ser? con miras a conquistar las funciones superiores de la emoción y el intelecto: la conciencia moral y la consciencia objetiva, es decir, la capacidad de ver y sentir la realidad tal cual es.

El Dr. Grinberg tomó de Gurdjieff el método de la observación de sí como forma de meditación y su relación con Castaneda lo inspiró para investigar a los chamanes. Gurdjieff y don Juan coinciden en que las posibilidades intrínsecas del ser humano son ilimitadas, pero ambos aclaran que la posibilidad es una cosa y su realización es otra. El desarrollo de las capacidades innatas solo se logra a través de un arduo trabajo sobre sí llevado a cabo en condiciones especiales. Gurdjieff lo resume en una fórmula: labor consciente y sufrimiento intencional, lo que tampoco es ajeno a don Juan.

La idea de la evolución era el núcleo de las dos grandes civilizaciones que tuvieron contacto inicial con los españoles, los Incas y los Mexicas, que eran los representantes de una tradición milenaria anterior. El hecho de que la evolución era una idea central para ellos, y que quedó plasmada en una variedad de reliquias materiales que han sobrevivido hasta ahora, no ha sido reconocido todavía con la suficiente intensidad de significación y no forma parte de nuestra representación colectiva del mundo. Debido a esta omisión no hemos podido extraer las implicancias prácticas -nutricias y reveladoras- para nuestra vida cotidiana y para nuestra comprensión del Universo.

La visión de los grandes iniciados del México antiguo nos llega a través de los relatos de don Juan, pero también por otros exponentes. La de los grandes iniciados de los Andes a través de los representantes actuales que se dieron a conocer por Internet. Y la de los grandes iniciados de Asia Central a través de Gurdjieff.

Pero soñar con la evolución es una cosa y recorrer el camino que lleva a ella es otra muy distinta. La transformación del ser para acceder a niveles superiores de consciencia requiere de una dedicación esmerada, disciplina bien entendida y entrega personal. No todos estarán dispuestos. ¿Lo estás tú? ¿Lo estoy yo? El Futuro será nuestro vigía.

Roberto Pitluk
Antropólogo
robertopitluk@gmail.com

Bibliografía

George I. Gurdjieff: Relatos de Belcebú a su nieto
Piotr D. Ouspensky: Fragmentos de una enseñanza desconocida
Carlos Castaneda: Viaje a Ixtlán, Relatos de poder, El fuego interno, El conocimiento silencioso
Florinda Donner: Entrevistas
Jacobo Grinberg: Los chamanes de México, La creación de la experiencia, La Teoría Sintérgica
Otros autores: Konstantin Korotkov, Jonathan Schooler y Tam Hunt, Rupert Sheldrake, Bruce Lipton, David Bohm

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