Pero, regresemos al origen del planteamiento. Si en esencia, la vida del ser humano se reduce a nacer, crecer, reproducirse y morir, como todos los seres vivos del planeta, los humanos del mundo antiguo lo hicieron de manera ms armnica con el universo.
En el caso de los Viejos Abuelos del Anahuac, podemos observar que su mayor esfuerzo, pasin, inteligencia y tiempo, lo usaron para construir centros de investigacin, que hoy conocemos como zonas arqueolgicas, pero que nunca fueron ciudades, fortalezas, palacios o centros ceremoniales. La observacin de la mecnica celeste fue el proyecto ms importante de su existencia y ah, estn los impresionantes vestigios que todava nos asombran.
A partir de este gran proyecto, que es evidente, se entienden varias cosas muy importantes que se deben toman en cuenta para aproximarse a un entendimiento descolonizado de su proyecto de vida.
Podemos entender, el por qu, fue la civilizacin del mundo antiguo que construy el mayor nmero de pirmides. La invencin del cero matemtico antes que cualquier otro pueblo. La invencin de la primera matriz de clculo llamada Nepohualtzintzin, la red de bibliotecas que preservaban los registros astronmicos y la comunicacin y transferencia de informacin de todos los observatorios del continente Abyanahuac, desde lo que hoy es Canad hasta la Tierra del Fuego, que permiti la magna creacin del complejo calendario.
Pero tambin, nos permite comprender el por qu, en su proyecto de plenitud humana, no existi el dinero, la propiedad privada, la explotacin y expoliacin a otros pueblos a travs de la guerra, como razn de Estado. La no invencin de las armas en el Anahuac, es lo que confirma esta afirmacin. Las mismas armas heredadas del periodo Prehistrico, despus de nueve mil quinientos aos de formacin, esplendor y decadencia del Anahuac, nunca se inventaron armas, de modo que la invasin europea se enfrent con armas prehistricas y en las distorsionadas ?guerras floridas? de los mexicas, a diferencia de la ?guerra florida? tolteca de carcter interior, estaba prohibido matar al adversario.
A diferencia de la cultura occidental, que en esencia es necrfila y est sustentada en la guerra y el comercio, desde los tiempos de los fenicios y los vikingos, pasando por la Roma imperial, Venecia, Londres y Nueva York, el comercio ha producido las guerras, y las guerras han producido el comercio. La razn de la vida de las personas, familias, los Estados y los pueblos en la cultura occidental, es tener dinero para poder comprar y lograr ?Ser a travs del tener?. El culto al Becerro de Oro mueve el sistema mundo, el corazn y las almas de esta civilizacin, que es capaz, por la esquizofrenia de poseer dinero, de destruir pueblos, montaas, contaminar el medio ambiente, y acabar con la vida en el planeta.
Un ser humano comn y sensato, en cualquier tiempo y en cualquier espacio, ambiciona tener lo bsico indispensable para mantener la vida, pero, sobre todo, lo que desea es que su familia viva en un nivel aceptable de bienestar, especialmente sus hijos y sus nietos.
Sin embargo, el ser humano moderno ha perdido la conciencia y la esencia, por lo cual ha perdido el equilibrio de la vida. Se ha condenado a vivir entre el asfalto y el concreto, en espacios muy reducidos, comiendo productos procesadados de empresas poco ticas, ha perdido su espritu de campesino y ahora solo se asume como empleado, ha aprendido a no sentir y a no pensar. Ha perdido el amor a la libertad y el placer de los desafos. Busca el consumo, la comodidad y la seguridad material.
Educayotl AC. ?Educar para el futuro con la sabidura del pasado?. Descolonizar es dignificar. No se puede salir del calabozo de la colonizacin con las ideas del carcelero. www.toltecayotl.org