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LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA. 3/7 Luz y guillermo Marín.

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LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA. 3/7
<br>Luz y guillermo Marín.
Tras el colapso del Anáhuac, transcurrieron siglos de decadencia y trasgresión, desde 850 d.C. aproximadamente hasta 1519 d.C., con la llegada de los invasores europeos. En efecto, el pueblo que más transgredió las enseñanzas de los toltecas fueron los aztecas, últimos emigrados del Norte, de naturaleza bárbara y belicosa, que desconocían la exquisita lengua náhuatl. Los aztecas fundaron Tenochtitlán en 1325 y su momento de verdadera gloria, no duró más de cien años. Dicho pueblo contravino los principios espirituales asociados a Quetzalcóatl, transmutándolos por groseros y bizarros conceptos materialistas, respecto a los cuales su Dios tribal, Huitzilopochtli, inspiró el culto a la guerra, los sacrificios humanos, el comercio ambicioso y el sojuzgamiento de otros pueblos.

LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA. 3/7
<br>Luz y guillermo Marín.

Fueron tiempos difíciles para los portadores de la cultura tolteca, que se refugiaron en sitios sagrados donde los bárbaros no se atrevían a perturbarla. Sin embargo, a la llegada de los europeos, los centros de conocimiento tuvieron que "desaparecer" del mundo inmediato, primero ante la feroz amenaza del conquistador y más adelante por la ignorante y depredadora acción del colonizador, que desde 1521 trata de borrar cualquier huella de la civilización invadida.

Desde 1521 la sabiduría que sustentó a la civilización del Anáhuac ha vivido de manera "clandestina" y subterránea. Pero definitivamente no se ha extinguido la luz del conocimiento que un día inspiró la edificación de Monte Alban, Teotihuacan o Palenque. Esta sabiduría es la luz que enseña a los seres humanos su verdadero lugar y su misión en el universo, es nuestro mayor patrimonio cultural, y el que ha de garantizar nuestra supervivencia ante los avatares y asechanzas del futuro.

Así, a lo largo de estos casi cinco siglos de invasión y colonización, si los mexicanos hemos podido sobrevivir a nuestra muerte histórica, ha sido gracias a la sabiduría ancestral. En el plano material de la vida, sin los conocimientos sobre la agricultura, alimentación y salud, literalmente habríamos desaparecido dentro de los primeros trescientos años de colonización; y si en los dos últimos siglos no hemos desaparecido culturalmente, ha sido gracias a la solidez y fortaleza de las culturas del Anáhuac, que en su vértice superior apuntan hacia la suprema espiritualidad.

Ha sido gracias al patrimonio cultural de tan portentosa sabiduría que se pudieron mantener vivos los cuerpos de sus hijos y, sobre todo, pudo mantenerse encendido el potencial espiritual de nuestra civilización, a pesar de la severa embestida de la "modernidad occidental".

Los mexicanos heredamos conocimientos, principios y valores que nos han permitido sobreponernos a los más increíbles desastres físicos y sociales, a las mayores injusticias y a la más pavorosa explotación, porque somos poseedores de un conocimiento que vive en nuestra sangre y fluye por nuestro corazón pero que, sobre todo, está depositado en lo más profundo de nuestro Espíritu.

Estamos iniciando el tercer milenio de la cultura judeocristiana y entrando al noveno milenio de nuestra propia civilización. Son tiempos difíciles en que las fuerzas más perversas y oscuras se han apoderado de gran parte del planeta y de casi todos los corazones y mentes de los seres humanos. La especie humana está en peligro y el mismo planeta, como ser vivo, también está en peligro de extinción.

Los seres humanos debemos recurrir a nuestro mayor potencial para enfrentar las grandes crisis. El potencial para hacerlo se encuentra depositado en la sabiduría de nuestra ?Civilización Madre?, que entraña la fuerza de vida. Los conocimientos ancestrales son los que pueden garantizar el futuro. Ellos nos enseñan acerca de nuestro potencial espiritual y luminoso, de nuestra capacidad disciplinaria, de nuestra confianza en nosotros mismos y de nuestra templanza física y moral, así como de la relación armoniosa que guardamos con el universo.

Educayotl AC. ?Educar para el futuro con la sabiduría del pasado?. Descolonizar es dignificar. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas del carcelero. www.toltecayotl.org

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