La permanencia de la obra de Carlos Castaneda es irrefutable, más de 32 años en el mercado de los Best sellers, con un tiraje en varios idiomas de 30 millones de ejemplares y que todavía ocupa un lugar importante en la bibliografía contemporánea.
Qué representa entonces la obra del antropólogo brasileño, investigador del "chamanismo indígena", radicado en California y con trabajo de campo en Sonora y Oaxaca? Qué ha pasado con él y con su grupo de "neo-chamanes american line".
Bueno, para comenzar diremos que la obra de Castaneda representa el sorprendente emerger de la milenaria sabiduría Tolteca del subsuelo mexicano, del inframundo en donde vivió agazapada desde el colapso del periodo Clásico Superior aproximadamente en el año 850-900 de la era Cristiana y que pudo muy bien desde ahí resistir la trasgresión que hicieron los Aztecas de su sabiduría y religión, así como el intento de depredación que hicieron los españoles durante los primeros trescientos años de colonia y los últimos doscientos de neocolonialismo a manos de los mediocres criollos.
En efecto, la filosofía, el decantado conocimiento del mundo y de la vida que guió a los legendarios Toltecas a la cumbre de su esplendor, emerge deslumbrante y conmovedor al final del siglo XX, victorioso e inmaculado, listo a servir a los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos en el colapso de la civilización Occidental.
Así es, cuando la filosofía y la religión judeocristiana esta en banca rota, cuando el budismo, el confucionismo, el taoísmo, el hinduismo, sobreviven totalmente desarticulados y modificados por los repetidos cismas internos, cuando el islamismo enfrenta una batalla a muerte con Occidente. El pensamiento intacto y "puro" de los antiguos y legendarios Toltecas emerge silencioso y hace amarras en los milenarios muelles de los pueblos indios, sus herederos directos y en aquellas personas que han recibido la luz de una nueva conciencia. En efecto, la post-modernidad no es más que el regreso a los orígenes y en ese aspecto la sabiduría del Cen Anáhuac por algún designio del poder se "enterró" junto con sus centros de conocimiento para mantenerse intacta y renacer al final del siglo XX.
Tocó en "suerte" a Carlos Castaneda ser designado por el Poder, para ser el anunciador de este hecho. Castaneda no es ni un literato, ni un antropólogo, ni un charlatán, Castaneda simplemente es el iniciador de un nuevo ciclo o linaje de los hombres de conocimiento del México Antiguo y en su obra relata honestamente el encuentro con esta sabiduría totalmente desconocida para Occidente.
Esto nos lleva a la segunda consideración. Qué ha pasado con él, en principio diremos que "murió" el año pasado de un cáncer y que fue dada a conocer la noticia dos meses después de ser incinerado. Los que conocemos la obra y creemos en ella, sabemos que Castaneda no ha muerto y que es un ardid más de un nagual inmaculado. Castaneda es ahora un nagual de tres puntas que tiene bajo su responsabilidad crear un nuevo linaje y parece que no le salen las cosas como él deseara.
"La libertad ilimitada de ser un desconocido", explica su "muerte" para el mundo ordinario. Pero un nagual del México Antiguo no puede morir como un hombre común y corriente. Sí Castaneda efectivamente murió de un cáncer, lamento confesar entonces que estuvimos en manos de un impostor que nos engaño como a chinos, pues un hombre de conocimiento, un nagual no muere de esa manera. Para explicar mejor el punto, cito al propio Castaneda de su libro "La rueda del tiempo", página 200, " Una vez tuve una fístula en la cresta del huso de la cadera, resultado de haberme caído años atrás por un barranco lleno de agujas de cactus.
Me clavé setenta y cinco agujas por todo el cuerpo. Una de ellas no salió completamente, o bien quedaron restos de suciedad o residuos, y años más tarde me salió una fístula. -No es nada- afirmó mi doctor-. No es más que una bolsa de pus que hay que sajar. Es una operación muy simple. Tardaré sólo unos minutos en realizarla.
Lo consulté con Florinda, y ella me dijo:
-Eres nagual. O te curas a ti mismo o te mueres. Nada de ambigüedades ni doble comportamiento. Si al nagual le tiene que operar un doctor es que ha perdido su poder. ¿Un nagual muerto por una fístula? ¡Qué vergüenza¡".
Más claro ni el agua. Sí Castaneda murió efectivamente de un cáncer, pues resulta que ha sido el mejor escritor de ciencia-ficción de la segunda parte del siglo XX y nos tomó el pelo a más de 30 millones de lectores!
Castaneda no ha muerto como nagual aunque seguramente sí como hombre común, tal vez desde que saltó al abismo allá en la Sierra de Ixtlán en compañía de Pablito. Ahora, con la libertad ilimitada de ser un desconocido, debe estar tratando de cumplir la misión que le encomendó el poder. Esta misión consiste en sacar del lado oculto del nahual el maravilloso conocimiento de los milenarios Toltecas del México Antiguo y ponerlo a disposición de aquellas personas que tengan el poder suficiente para entrar en esta "otra realidad" antes de que comience el final del Quinto Sol.
Esto nos lleva a la tercera consideración de esta entrega. Qué están haciendo las personas del nuevo linaje? En principio diremos que la síntesis de este "conocimiento" se encuentra en la llamada "tensegridad", que son ciertos movimientos energéticos que permiten la reutilización de la energía en el ser humano, para con ella, intentar trascender a otras realidades de la misma existencia...algo muy complicado y casi "aZoterico" (por lo de lo de los azotes), que no viene al caso en esta nota. Pero que es a final de cuentas la búsqueda eterna de todas las civilizaciones del mundo, trascender la muerte y llegar a la luz.
El caso es que para este reto, Castaneda se ha agenciado un puñado de espléndidas y espectaculares mujeres llamadas "las guerreras" y han creado toda una super empresa llamada "Verde Claro", que comercializa todo este rollo y lo he llevado a planos verdaderamente consumistas tipo gringo. El conocimiento de los milenarios Toltecas del México Antiguo, -por ahora- esta en manos de gringos, en ingles y con patente "American people", totalmente desculturizado y casi ajeno a los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos Toltecas, pues actualmente en México la obra de Castaneda y la Toltecáyotl (filosofía de los Toltecas según Miguel León Portilla), es totalmente desconocida y poco valorada, pues a pesar de estos quinientos años, aquí se sigue menospreciando y desvalorizando a los indígenas. Para la mayoría de los mestizos los indios son ignorantes que no podrían poseer ningún poderoso e increíble conocimiento, es más, "son tan tontos los indios" que el Sub comandante Marcos y el ex-obispo Samuel Ruiz los "manejan" como niños retrasados mentales, quitándoles todo mérito y valor propio por ofrendar la vida de ellos y sus familias por la dignificación de sus valores, principios y cultura.
Así están las cosas hasta este momento. Castaneda no ha podido (según nuestra humilde opinión) encontrar la forma para que la Toltequidad como decía Don Juan su Maestro o Toltecáyotl como le llaman los investigadores del México Antiguo, vuelva no sólo a salir a la superficie, sino se convierta en un instrumento virtuoso que permita a las personas que están en la búsqueda de soluciones espirituales al problema ontológico del Ser.
Estamos ante la quiebra del paradigma de la sociedad Occidental. La destrucción del mundo y la degradación de los seres humanos en Occidente están apunto del colapso. África esta totalmente abatida por la miseria, la ignorancia, la explotación y la guerra. Asia esta enfrentando la reconstrucción de sus sociedades en medio de la miseria y el fanatismo religioso, y al mismo tiempo sufre la voraz explotación capitalista de sus pueblos, especialmente los países llamados los tigres del Asia, que están también al borde no sólo del colapso económico sino fundamentalmente social. China es un caso aparte. Y en el cercano Oriente y Norte de África el Islamismo esta llegando a niveles fundamentalistas, peligrosos y a veces perversos con el propio sentido humano de la vida.
Parece que los seres humanos hemos perdido el sentido divino y místico de la existencia. Todo se resume al dinero, el poder de compra, el placer y la comodidad. La vida humana solo sirve para... "nacer, crecer, reproducirse, trabajar, consumir, pagar, ver la televisión y morir".
La maravilla y el terror de estar vivo y consciente. El desafío de la conciencia de la muerte y la necesidad de trascender la vida en el plano espiritual. El asombro de ser además de un ser energético (luminoso), poseer la capacidad creadora de generar la más pura energía del universo.
En fin, la maravilla y el prodigio de sentirse SER HUMANO y saberse poseedor de un inconmensurable don. Esto hace que las enseñanzas de Don Juan, el chaman descendiente cultural de los antiguos Toltecas y a su aprendiz Carlos Castaneda, mantengan una vigencia extraordinaria después de 32 años de estar aguardándonos en un estante de libros en Samborn`s.