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POR QUÉ PERDIMOS NUESTRA RELIGIÓN ANCESTRAL 3/7 Luz y guillermo Marín

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POR QUÉ PERDIMOS NUESTRA RELIGIÓN ANCESTRAL 3/7          
<br>Luz y guillermo Marín
El sisma religioso mexica
Los mexicas llegan al Valle del Anáhuac en 1215. Nómadas, cazadores y recolectores, desconocen la sabiduría ancestral conocida como Toltecáyotl. Poseen una cultura básica y elemental, que les ha permitido sobrevivir en las áridas regiones del Norte. Al llegar al valle lo encuentran ocupado por pueblos sedentarios, campesinos y poseedores de los vestigios de la sabiduría tolteca, que sobrevivió al colapso del año 850.

En una historia muy confusa, dado que, el Cihuacóatl mexica Tlacaélel, en el momento que tuvieron poder, mandó destruir los antiguos códices y memoriales de la tradición tolteca, y ordenó, reformar la historia, apareciendo los mextin, su nombre original con el que llegaron del Norte. Tlacaélel los llamará ?mexicas?, los dotará de un destino manifiesto como ?el pueblo elegido? que mantendrá en misión divina el Quito Sol. Transformará una historia mítica ancestral del Anáhuac (la peregrinación) y pondrá a los mextin como personajes centrales, refundará el islote en fecha astronómica precisa, para situar a los nuevos mexicas, como el pueblo ?histórico del Anáhuac.

POR QUÉ PERDIMOS NUESTRA RELIGIÓN ANCESTRAL 3/7          
<br>Luz y guillermo Marín


La historia de la cultura mexica ha sufrido muchas tergiversaciones. En principio, como ya dijimos, las que generaron los propios mexicas, al ?crear su historia oficial?. Después, la que empezaron a deformar los anahuacas conversos, como Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, en busca de beneficios de la corona. Posteriormente, la que realizaron criollos, como Francisco Javier Clavijero, que pretenden darle una ?grandeza? a la cultura que, según ellos, es la base e inicio de su país. De tal suerte que, en sus textos, los mexicas pasaron a ser como ?los griegos o romanos? de Europa. En el siglo XIX, los ?anticuarios?, tomaron todas estas historias para crear a unos ?inexistentes aztecas?. En el Siglo XX, el Estado necolonial de ideología criolla, ha usado a los mexicas y a la Ciudad de México-Tenochtitlán, como ?el pasado remoto?, en el que se depositan los cimientos de ?la patria?, centralista, autoritaria y hegemónica sobre los demás pueblos ancestrales. Lo mexica pasará a ser sinónimo de lo ?antiguo mexicano?.

Lo cierto es que los mexicas a través de las reformas de Tlacaélel, modificaron la estructura religiosa ancestral. Ante la preocupación y angustia del fin del Quinto Sol, Tlacaélel, impuso la idea que no era el sacrificio espiritual, con el que se alimentaba el Sol, sino que tenía que ser un sacrificio material, imponiendo, como nunca antes en el Cem Anáhuac, fuertes cargas tributarias a los pueblos vencidos por la Triple Alianza.

De la actuación de Tlacaélel como guerrero, sabemos que dispuso campañas militares y realizó muchas conquistas. Sólo en una ocasión, luchando contra los purépechas de Michoacán, su ejército fue derrotado. Se conserva un poema con el que se pretendió consolarlo, al igual que al tlahtoani Axayácatl. Su actuación como capitán había salvado a Tenochtitlan de desaparecer absorbida por Azcapotzalco. Más tarde contribuyó a ensanchar los dominios mexicas.

?Como ideólogo, hizo posible la formación de una nueva imagen del ser de los mexicas, tanto en su conciencia histórica como en su concepción religiosa. Para ello, de común acuerdo con el tlahtoani Itzcóatl, dispuso se quemaran los códices o libros de anales, en los que el pueblo mexica aparecía débil y pobre, y se reescribiera su historia a la luz de la grandeza que estaba alcanzando. Se dice además, en las antiguas crónicas, que Tlacaélel se afanó por enaltecer la persona del dios Huitzilopochtli, hasta hacer de él la deidad suprema de los mexicas. Por consejo de él, Motecuhzoma Ilhuicamina reedificó y amplió el Templo Mayor de Tenochtitlan. Su idea fue transformarlo en imagen plástica del lugar donde había nacido portentosamente Huitzilopochtli. Ello había ocurrido en Coatepec, el Cerro de la Serpiente. Su madre, la diosa Coatlicue, lo había dado a luz precisamente cuando sus otros hijos, capitaneados por Coyolxauhqui, intentaron darle a ella muerte. La victoria de Huitzilopochtli sobre sus hermanos simbolizó el destino guerrero de los mexicas. Los hallazgos arqueológicos realizados en el centro de la ciudad de México muestran que el gran Templo Mayor efectivamente simbolizó el Coatepec. En varias de sus etapas constructivas apareció la efigie de Coyolxauhqui. Se sabe también que la figura de la diosa madre Coatlicue estuvo en lo más alto del Templo, al lado de la imagen de Huitzilopochtli. Se representó así el lugar donde ella lo dio a luz.? Miguel León Portilla.

Para ello, Tlacaélel se inventó un destino manifiesto para el pueblo mexica, que era, ?el mantenimiento del Quinto Sol? y lo hizo ?razón de Estado?. Las escuelas se militarizaron al igual que la sociedad, comenzó a existir la propiedad privada, el intercambio de productos pasó a ser un comercio a través de usar el cacao como instrumento de cambio, como nunca antes se había dado en el Cem Anáhuac. La guerra florida tolteca, de carácter personal y espiritual, pasó a ser razón de Estado, y una lucha por someter a los vecinos e imponerles fuertes tributos, además de ?su religión,? como nunca había existido en el Anáhuac.

?Como ideólogo, hizo posible la formación de una nueva imagen del ser de los mexicas, tanto en su conciencia histórica como en su concepción religiosa. Para ello, de común acuerdo con el tlahtoani Itzcóatl, dispuso se quemarán los códices o libros de anales, en los que el pueblo mexica aparecía débil y pobre, y se reescribiera su historia a la luz de la grandeza que estaba alcanzando. Se dice, además, en las antiguas crónicas, que Tlacaélel se afanó por enaltecer la persona del dios Huitzilopochtli, hasta hacer de él la deidad suprema de los mexicas. Miguel León Portilla. 2004.

Tlacaélel que estudió en el Calmécac de Cholula la Toltecáyotl y conocía la sacralidad-religión ancestral, decidió cambiar de los cuatro Tezcatlipocas, al Tezcatlipoca Azul, representado por Tláloc, y en su lugar, imponer al numen tutelar mexica traído del Norte. En efecto, Huitzilopochtli, no era de origen tolteca, y sustituirá a Tláloc. Los atributos que caracterizan a los mexicas: la férrea fuerza de voluntad y el símbolo de la guerra material.

?El origen de Tlacaélel que "decidía lo tocante a la guerra, las condenas a muerte y cuanto había de hacerse".

Esta afirmación no es inventada. La consignó el cronista Chimalpain Cuauhtlehuanitzin. En otros lugares de sus Relaciones expresó, asimismo: "Quien primero engrandeció y enalteció el señorío fue el valiente guerrero Tlacaélel, según aparece en los anales" (Séptima Relación, fol. 166 v.). La Crónica mexicáyotl añade que Tlacaélel llegó a ser in cemanáhuac tepehuani, "conquistador del mundo" (Alvarado Tezozómoc, nueva edición de 1975, pág. 121).? Miguel León Portilla. 2004.

Educayotl AC. ?Educar para el futuro con la sabiduría del pasado?. Descolonizar es dignificar. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas del carcelero. www.toltecayotl.org

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