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POR QUÉ PERDIMOS NUESTRA RELIGIÓN ANCESTRAL 2/7 Luz y guillermo Marín

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POR QUÉ PERDIMOS NUESTRA RELIGIÓN ANCESTRAL 2/7          
<br>Luz y guillermo Marín



De la misma forma podemos encontrar a la ?serpiente emplumada?, tanto en la iconografía olmeca del Preclásico, como en la iconografía tolteca del periodo Clásico, así como, en la iconografía del periodo Postclásico mexica.

?El relato de la creación del hombre en el Popol Vuh es distinto al náhuatl, sin embargo, advertimos muchos símbolos comunes, fundamentalmente el maíz, que aparece como la base de la diferencia de este hombre nuevo. Esta idea es esencial, pues expresa que para los mayas y los nahuas es lo físico, lo material, simbolizado en el alimento, lo que primariamente cuentan el ser del hombre; no se habla en los mitos de dones espirituales que los dioses hayan hecho partícipe de la formación del hombre, sino que es la materia nutritiva, el maíz, lo que va a permitir que el hombre sea un ser consciente; no es el espíritu el que infunde vida a la materia, como ocurre en otras cosmogonías sino la materia la que condiciona el espíritu.? Mercedes de la Garza 1976.

POR QUÉ PERDIMOS NUESTRA RELIGIÓN ANCESTRAL 2/7          
<br>Luz y guillermo Marín


Una de las características que hacían común a las diferentes manifestaciones religiosas del Cem Anáhuac, es que era de carácter comunitario. La idea del ?supremo sacerdote?, de ?los dioses y diosas?, viene de las mentes fanáticas y tendencias de los religiosos europeos de la Edad Media, y de las mentes necolonizadas de la academia que se ha inspirado más en las producciones de ?Hollywood?, que en la realidad.

?Mediante el análisis de la forma de vida religiosa de los nahuas y los mayas hemos venido a saber que la idea del hombre y el sentido de su vida, expresada en el mito cosmogónico, está presente, de manera radical, en la forma concreta de existencia de estos hombres. Para ellos la misión cósmica del hombre está en la base de los múltiples modos de vida, dentro de los cuales cada hombre tiene también determinado su propio camino a seguir para cumplir con el destino común. Es decir, que el sentido general de la vida humana se concreta con la responsabilidad individual de cada hombre frente a su destino personal o tonalli, determinado por las influencias de los dioses que dije el día en que nace, en el ámbito del cual el hombre realiza la misión para la que fue creado.? Mercedes de la Garza 1978.
La sacralidad o religiosidad anahuaca, era más espiritual que teocrática, por lo tanto, era una relación personal con la energía superior y sus diversas manifestaciones, que una relación institucional guiada a través de un interlocutor. Era también, de carácter colectivo. El problema para acercarnos a una visión más realista de nuestra antigua sacralidad-religión, es que, por una parte, los conquistadores, misioneros y colonizadores en el siglo XVI, la juzgaron a priori dominica para justificar su destrucción. Y, en segundo lugar, la academia colonizada-occidentalizada, hace comparaciones inadecuadas y ?transferencias?, con las religiones antiguas de Europa y Medio Oriente, además de tomar ?como fuentes verídicas?, lo escrito por fanáticos, ignorantes y asesinos.

Otro punto importante es que todas las ?referencias y fuentes históricas?, además de estar prejuiciadas se basan en la religión mexica que encontraron en Tenochtitlán, pero debe recodarse que, por las reformas de Tlacaélel, las bases de la ancestral religión tolteca fueron modificadas, especialmente con la incrustación forzada del numen tutelar mexica conocido como Huitzilopochtli, por el Tezcatlipoca-Tláloc. Dándole un sentido material más que espiritual de la sacralidad-religión.

El error de los ?estudiosos de la academia? es hablan de los diez mil años desarrollo cultural en el Anáhuac, a partir de la realidad de la cultura mexica, que transgredió el pensamiento ancestral y el cual tuvo, un limitado espacio físico, y un mínimo de tiempo, pues son solo 81 años de imposición de las reformas de Tlacaélel.

El Colapso civilizatorio
Por alguna razón, -aún no conocida-, alrededor del siglo IX se desencadenó un colapso civilizatorio. Desde Nicaragua hasta Canadá, los Tollan o centros de conocimiento, fueron abandonados en una acción que podíamos llamar ?concertada?, porque en una sola generación sobrevino este inexplicable colapso, que marcará el fin de un periodo luminoso de más de diez siglos ?de esplendor?, e inicia el tercer periodo conocido como Postclásico o de la decadencia.

Dos grandes profecías tendrán una fuerte repercusión en el futuro del último periodo conocido como Postclásico (850 a 1521). La primera fue el profetizado regreso de Quetzalcóatl en el año ?uno caña?, para restaurar la sabiduría y el equilibrio en el Cem Anáhuac. Los pueblos y culturas que no trasgredieron la sabiduría de Quetzalcóatl, visualizaban este ?regreso metafórico? como un renacimiento, en un entendido de que la vida es cíclica y que todo implica un ?eterno retorno?.

La segunda profecía decía que, al finalizar un ciclo de las Pléyades o ?atado de años?, no saldría el Sol, anunciando el final del Quinto Sol. Recordemos que, -por siglos-, la ceremonia del ?fin del ciclo del atado de años?, se celebraba en todo el Cem Anáhuac, conocida como ?Ceremonia del Fuego Nuevo?. En la que, en la fecha del último día de los 52 años, por la mañana se apagaban todos los fuegos de los hogares, templos y edificios gubernamentales. El Pueblo subía en ayunas a lo más alto del cerro tutelar de la comunidad, y en el camino, iban rompiendo todas las figuras con las diversas advocaciones de ?Aquél por quien se vive? o, dicho de otra forma, de la advocación de la frecuencia o vibración superior.
Al salir el Sol, estaban asegurados otros 52 años de vida del Quinto Sol, y en una magna ceremonia, se encendía en el Templo Mayor de la población ?el fuego nuevo?, y de ahí, era llevado a todos los hogares para reiniciar un nuevo ciclo de vida.

Los pueblos y culturas del Cem Anáhuac, vivían una percepción cíclica del mundo y la vida. No era lineal como la judeo-occidental. Tenían el conocimiento que estaban al final de un largo ciclo de ciclos y un renacimiento. Esto es muy importante tomarlo en cuenta, para tartar de entender cómo fue que perdimos, ?de la faz del Tlatipac?, nuestra sacralidad-religión ancestral.

Educayotl AC. ?Educar para el futuro con la sabiduría del pasado?. Descolonizar es dignificar. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas del carcelero. www.toltecayotl.org

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