LA DISTORSIÓN DEL PASADO ANCESTRAL Y EL CONOCIMIENTO PERENNE TOLTECA 2/4

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Otro sector de reciente creación, son los que se autoproclaman gente de la mexicanidad. En general, mestizos urbanos desculturizados, con muy poca investigación, sin hábito de estudio y lectura, dogmáticos y beligerantes. Movidos por un vacío que les proyecta la forma de vida moderna-urbana. Prófugos del hipismo, de disciplinas orientales tropicalizadas, del New Age y los más jóvenes, de las modas punk, cholos, etc., que encuentran una moda atractiva en la danza que llaman azteca, fraternizar, emplumarse, tatuarse, sembrase nombres y sentirse invencibles guerreros aztecas. Ellos ven en la cultura mexica, el principio, grandeza y fin de su herencia indígena. Suelen ser fantasiosos y mesiánicos y tienen sus divisiones sociales, los hay fifís y también proletarios. Más metidos en una ideología chovinista nihilista que en la realidad y la investigación de la memoria histórica.

Existe un grupo muy especial, porque son gente que nacen de una tradición centenaria. Los concheros vienen desde el siglo XVI, del centro del país, y han hecho a través del tiempo, un asombroso sincretismo y una valiosa y heroica resistencia cultural. Para mantener la tradición tuvieron que negociar con la iglesia católica y han creado un complejo sincretismo que, en la actualidad, ha cubierto la sabiduría ancestral y pocos lo reconocen. Ha crecido mucho la fronda y es pequeña la raíz. Más metidos en el rito y la ceremonia, que en la sabiduría ancestral.

Existen ciudadanos que viven en el medio rural, que colonizadamente llaman, indios, indígenas y ahora, ?originarios?, que han sobrevivido a su muerte histórica, aunque también se encuentran absorbidos por la expansión de las ciudades en calidad de barrios. Desde el siglo XVI, se les quiso exterminar. Primero, volviéndolos cristianos, después se les quiso castellanizar, modernizar e integrar a la cultura dominante, ahora recién, con la categoría neocolonial de ?mestizos?, para lo cual, necesitaron dejar de hablar sus lenguas ancestrales, dejar atrás sus tradiciones, fiestas, usos y costumbres, para convertirse en flamantes ciudadanos mestizos que engrosan los ejércitos de desempleados y subempleados en los cinturones de miseria de las urbes, y los más avezados y organizados, huyendo a E.U., en calidad de ilegales.

Un sector muy minoritario de ciudadanos, refugiados en los búnkeres inexpugnables de la academia, que investigan tanto el pasado ancestral, como a los sobrevivientes de la Cultura Madre, a los originarios, como ellos los llaman educadamente.

Los primeros, basando sus estudios en lo que llaman ?fuentes históricas?, o sea, escritos de los invasores del siglo XVI, de espada o crucifijo, y de aquellos hijos de la nobleza nahua, que pretendían con sus escritos, demostrar sus orígenes nobles, que les permitiera recibir un trato mejor que el de sus hermanos. En los tres casos, estos escritos eran totalmente parciales y servían a una causa personal o institucional, y estaban sujetos a la censura de la Compañía de las Indias y desde luego, a las Santa Inquisición. Estos textos, jamás se escribieron con pretensiones históricas, aunque después se han convertido en las fuentes documentales para conocer lo que sucedió en su día en la versión de los vencedores.

Por otra parte, la antropología es la ciencia del colonizador, para conocer al descubierto, al invadido, al explotado. Es un ?ciencia?, que investiga ?al otro? desde una inexplicable supuesta superioridad, por lo que resulta desde el inicio el investigado, un ser inferior por haber sido descubierto y conquistado. La antropología es eurocéntrica, racista y seudocientista.

Esta reflexión se pretende centrar, en el desconocimiento generalizado que se tiene de la sabiduría ancestral de nuestra civilización, pero en especial, en su sabiduría. En efecto, comenzando porque el pueblo no sabe de la existencia de la civilización del Anáhuac, y menos aún, tiene conciencia de pertenecer a ella, aunque conscientemente no sepa nada, actúa por instinto o tradición como tal. En efecto, existe un ?banco genético de información cultural?, que, a pesar de los cinco siglos de colonización, se mantiene vivo en los hijos de los Viejos Abuelos, solo que en un plano del inconsciente.

Educayotl AC. ?Educar para el futuro con la sabiduría del pasado?. Descolonizar es dignificar. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas del carcelero. www.toltecayotl.org