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CONSIDERACIONES SOBRE EL ORIGEN DE LA TOLTECAYOTL. Demetrio Sodi M

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Por DEMETRIO SODI M.

 

Como lo podemos ver en la gran abundancia de textos indígenas recogidos por frailes y cronistas en el siglo XVI, muy principalmente por Fray Bernardino de Sahagún; los pueblos nahuas que vivían en la época de la conquista habían tratado, desde tiempos antiguos, de buscar el origen de la  Toltecáyotl. 1

 

Al hablar de Toltecáyotl, los nahuas se referían al conjunto de las artes y los ideales de los toltecas, al arte y al artista, y por lo tanto, al buscar el origen de la Toltecáyotl no hacían otra cosa que buscar el orig'en de todas las artes.2 La concepción que los nahuas se hayan formado acerca de este problema, solución que encontramos en los textos nahuas y por otra parte describen a Tula principalmente como la ciudad creadora de las artes; no importa en realidad que esté o no de acuerdo con los estudios de varios arqueólogos e investigadores de historia moderna, pues lo más interesante de esto es que precisamente muestran la visón que de su historia forjaron los últimos pueblos nahuas, en que están incluidos, principalmente, los aztecas, cuyo ~ostro no era más que la fachada de una muy antigua cultura.

Refiriéndose a Tula y a los toltecas, dicen los textos:

 

De verdad allí estuvieron juntos, estuvieron viviendo. Muchas huellas de lo que hicieron y que allí dejaron todavía están allí, se ven las no terminadas, las llamadas columnas de serpientes. Eran columnas redondas de serpientes, su cabeza se apoya en la tierra, su cola, sus cascabeles están arriba. y también se ve el monte de los toltecas y allí están las pirámides tolteeas, las construcciones de tierra y piedra, los muros estucados. Allí están, se ven también restos de la cerámica de los toltecas se sacan de la tierra tazas y ollas de los toltecas y muehas veces se saean de la tierra collares de los toltecas, pulseras maravillosas, piedras verdes, turquesas, esmeraldas ... 4

 

Los toltecas eran gente experimentada, todas sus obras eran buenas, todas rectas, todas bien hechas, todas admirables.

 

Sus casas eran hermosas, sus casas con incrustaciones de mosaicos de turquesa, pulidas, cubiertas de estuco, maravillosas. Lo que se dice una casa tolteca, muy bien hecha, obra en todos sus aspectos hermosa ...

 

Pintores, escultores y labradores de piedras, artistas de la pluma, alfareros, hilanderos, tejedores,

profundamente experimentados en todo,

descubrieron, se hicieron capaces

de trabajar las piedras verdes, las turquesas.

Conocían las turquesas, sus minas,

encontraron las minas y el monte de la plata,

del oro, del cobre, del estaño, del metal de la luna.

Estos toltecas eran ciertamente sabios,

solían dialogar con su propio corazón ...

 

Hacían resonar el tambor, las sonajas,

eran cantores, componían cantos,

los daban a conocer,

los retenían en su memoria,

divinizaban con su corazón

los cantos maravillosos que componían ... 5

 

Los investigadores modernos, como ya lo hemos anotado también se han planteado este problema. Desde que empezaron las excavaciones 'en Teotihuacán que dirigió el doctor Gamio a principios de este siglo, existió la tendencia a confundir Tula con Teotihuacán, pues la monumentalidad y riqueza artística de esta última ciudad hacían pensar a los arqueólogos que toda aquella magnificencia artística de la que hablaban -los textos indígenas y los cronistas se tenía que referir a una ciudad de la grandiosa índole de Teotihuacán. Dice así Jorge Acosta:

 

"La confusión terminológica llegó a tal grado que en los libros de texto con que se enseña Historia en las escuelas, y hasta en algunos libros de ilustres arqueólogos, aparece el nombre de Cultura Tolteca o Teotihuacana. No en vano se llamaba tolteca a todo aquello que se les antojaba." 6

 

Algunos años después, 'en 1941, se llevó a cabo en México una Reunión de Antropólogos para dilucidar el problema causado por esta confusión. Además de los investigadores que pensaban todavía que Teotihuacán era Tula, un gran grupo encabezado por Jiménez Moreno, defendió el que la Tula histórica era la Tula del Estado de Hidalgo.7 Por su imposible confundir Teotihuacán con la Tula histórica. Cada una de ellas tuvo sus distintas épocas de 'existencia y de desarrollo, aunque Teotihuacán tuvo una vida bastante larga mientras que la de Tula fue breve.

 

La gran Época Clásica Teotihuacana se considera encerra• da 'entre los siglos IV a IX de nuestra era, aunque segura• mente la existencia, el principio de Teotihuacán, es anterior. En un trabajo reciente, Jiménez Moreno fija cronológica. mente al Teotihuacán 1 en -el 300-0 a. C.8 El mismo autor señala, por otra parte, que hay un monumento en Tula con una fecha que corresponde al 968 en el Calendario Cristiano.9 En términos generales podemos decir que la Tula histórica vive del año 900 d. C. que es también la fecha aproximada de la ruina de Teotihuacán, al año 1156.

 

También Armillas, después de dar la fecha de ca. 500 a. C. para las inscripciones del Monte Albán 1; dice lo siguiente:

 

"La aparición de ciudades como Teotihuacán, en el valle de México, cuya construcción debe de haber comenzado poco después de esa fecha, que tuvo desde el principio un carácter urhano evidente (arquitectura monumental, manzanas compactas de edificios residenciales, trazado regular de calles pavimentadas, red subterránea de alcantarillado) y que cubría desde antes de la época de Cristo, una extensión edificada de más de' 200 hectáreas, y otras características que sería prolijo enumerar aquí, indican el nacimiento de la civilización mesoamericana. Es de notar, sin embargo, la ausencia de metalurgia, de la cual no hay testimonios hasta 750 d. C.: en sus comienzos y durante prácticamente la totalidad de su época "clásica" (300 a. C. 900 d. C.) esa civilización era pre metálica y aún después de aquella fue hasta la conquista española la mayor parte del utillaje era neolítico.

 

Sin embargo, aunque es indudable la existencia en diferentes épocas de Tula y Teotihuacán no por eso son independientes una de la otra y constituyen dos culturas absolutamente independientes entre sí. Algunos autores, en sus trabajos hacen pensar que después d'e la caída de Teotihuacán, vino una cultura casi o completamente diferente a crear Tula y la Cultura Tolteca. Por poner un ejemplo de esto, veamos lo que dice Jiménez Moreno: ll "El período final del Horizonte Clásico -llamado generalmente Clásico Tardío y por nosotros Epiclásico-abarca desde 600 700 hasta 900 1000. En él se producen: la desintegración del Mundo Clásico -de civilización arraigada y tradición teocrática-y el advenimiento de los Imperios Olmeca y Tolteca, portadores de culturas novísimas e introductores de una fuerte tendencia militarista. Una gran crisis sacude a Mesoamérica del uno al otro confín y en medio del caos se incuba un mundo nuevo. Hay un cambio profundo de orientación cultural, en la que naufragan las viejas culturas milenarias y dominan las gentes que proceden de áreas periféricas o rezagadas."

 

El mismo autor dice un poco más abajo: Se destacaba, sin embargo, por un largo alcance de sus irradiaciones emitidas hacia todos los rumbos, la gran cultura teotihuacana, ya que al fin de cuentas estableció las normas y roturó las rutas que en el México Central prevalecieron por siglos. Normas que, a pesar dc todas las diferencias profundas, no dejarían de acatarse en alguna manera bajo la dominación de Tula, y rutas por las que los toltecas influirían hasta confines lejanos. Tanta es la grandeza de Teotihuacán, y tanta la fuerza con que se impone su cultura; tan unificada, a pesar de lo amplia, el área por ella dominada, y tan vasto el ámbito que esos influjos abarcan, que con justicia se han preguntado los doctores Caso y Bernal si no existió, en realidad, un "imperio" teotihuacano."

Lo que acabamos de leer, nos da primero la impresión de que todas las culturas del p'eríodo clásico desaparecieron en una forma casi absoluta. Sin embargo, para explicarse la historia de las épocas posteriores, el mismo autor que ha hablado primero de una total desintegración tiene que aceptar que las normas y rutas establecidas por Teotihuacán prevalecen por siglos, aún después de su desaparición. y es que nosotros creemos que los términos que se utilizan para designar el fin del período clásico no son tal vez los más convenientes. Se habla de "desintegración", "cataclismo", "ruina", "fin", siendo que en realidad basta con 'echar un vistazo general a la historia antigua de México y a sus restos monumentales para ver que en el fondo más que ruinas y levantamientos de culturas 'estamos ante continuos períodos de aculturación. Si no fuera así, tendríamos forzosamente última instancia son extraordinariamente similares entre sí.

 

En este sentido, creemos que no cabe duda que la mayor parte de los elementos de la Toltecáyotl se encuentran primero que en ningún lado en Teotihuacán (aunque algunos aparecen seguramente antes en las costas del Golfo). Los toltecas de la Tula histórica, el nuevo grupo náhuatl llegado al centro del México Antiguo que arrasa, dirigido por Mixcóatl, la magnífica ciudad de Teotihuacán, pero que al mismo tiempo absorbe una gran parte de su cultura la que modifica parcialmente con elementos culturales propios; este nuevo pueblo tolteca no puede ser en ninguna forma el creador de la toltequidad, sino uno de los herederos y en parte modificadores de lo creado por Teotihuacán. Algunos autores han apuntado ya esto.

 

Dice León-Portilla:12

 

“...debe subrayarse, aunque sea de paso, que el arte, arquitectura, pintura y escritura de Teotihuacán, influyeron para siempre en las creaciones de quienes vinieron después de ellos. Con justicia se considera a este horizonte como clásico, ya que parece ser la raíz más honda de lo que después se llamó la Toltecáyotl".

 

El mismo autor dice en otra parte:13

 

"En Teotihuacán, como lo muestran los incontables descubrimientos que han tenido lugar desde los célebres trabajos dirigidos por Manuel Gamio, hasta los más recientes de Laurette Séjourné, parecen hallarse las raíces y los moldes culturales básicos que después habrían de difundirse por toda la zona central de México".

y nosotros añadiremos: "Y por otras varias zonas de la América Media".

 

Por último, glosaremos la opinión de una investigadora que también ha trabajado buscando la identificación del lugar donde nacieron las artes y los ideales nahuas, la Toltecáyotl. Esta investigadora, la arqueóloga Laurette Séjourné, ha dicho en un trabajo: 14

 

" ...después de Chamay y GarcÍa Cubas nadie puso jamás en duda el origen tolteca de las ruinas del Estado de Hidalgo. .. Pero, al efectuarse nuevos estudios sobre Tula y con la ayuda de argumentos técnicos ..• toma forma una tesis según la cual esta ciudad sería el más grande centro tolteca, y en 194.1, "después de acaloradas polémicas en la Sociedad Mexicana de Antropología" Se reúne un Congreso ... con el fin de decidir oficialmente el rango que correspondería a Tula, en la historia Mesoamericana. Después... Tula se vió elevada a la categoría de capital, mientras que Teotihuacán cayó en las tinieblas de la época pre-tolteca ...

 

Después de nueve temporadas de exploraciones... nos ha parecido interesante someter la decisión tomada en 1941 a la luz de los conocimientos que la arqueología nos ofrece en este 1953. Debemos confesar antes que nada, que uno se queda perplejo ante la imposibilidad de encontrar correspondencia a las diferentes etapas culturales de los toltecas con la existencia de una ciudad que, como la Tula de Hidalgo, se sitúa con exactitud -y esto gracias al aporte inestimable de Jiménez Moreno--entre los años 968 y 1168... En los pasajes donde trata de los orígenes, Sahagún indica que "los toltecas fueron los primeros pobladores de esta tierra", y es imposible que una sociedad tan tradicionalista como la azteca... haya limitado el pasado y el origen de todas las artes y de todas las ciencias solamente a algunos centenares de años".

 

Como uno de los temas que más se discuten para la identificación de Tula es el problema de Quetzalcóatl, también Laurette Séjourné lo ataca diciendo

 

"Es verdad que existe en la historia del siglo x un sacerdote de Quetzalcóatl. .. pero resulta difícil en verdad confundirlo con el creador de una vasta cultura, como ocurriría si consideráramos a esta ciudad como la capital de los toltecas ... Este personaje ... termina por transportarse a Tula donde se encuentra su retrato, en el que se descifró la fecha de 980. Convertido en sacerdote de Quetzalcóatl, Topiltzin "intenta una reforma religiosa y fracasa ante la resistencia hostil de los adoradores de la deidad nacional tolteca-chichimeca: Tezcatlipoca". ¿Cómo poder comparar esta figura. .• con el héroe cultural Quetzalcóatl? . .. Por los resultados de las exploraciones en Tula... la ausencia casi total de figuraciones de dioses hace de estas ruinas un centro netamente civil como no lo habían conocido épocas precedentes... Las exploraciones arqueológicas han suministrado datos categóricos en este sentido. Contrariamente a lo que se pensaba, ninguna figuración importante de Quetzalcóatl fue descubierta en Tula aparte del retrato de Topiltzin ya citado, retrato que se encuentra sobre una roca fuera del centro ceremonial y probablemente grabado antes de la erección de los templos".

 

Comentando la continua alabanza que hacen los textos nahuas y los cronistas a los toltecas designándolos como extraordinarios trahajadores de la piedra, comenta la señora Séjourné:16

 

"una sola y única pieza de jade ha salido a la luz en Tula ... Lo singular del caso es que la más sobresaliente característica de los toltecas es justamente su maestría en la talla de piedras preciosas, y Sahagún ha transmitido a este propósito detalles demasiado exactos para que se puedan descartar ..."

 

Por último termina hablando de algunos aspectos arqueológicos:17

 

"Uno de los puntos técnicos que hizo inclinar a los antropólogos en el Congreso de 1941 en favor de la identificación de la Tula d~ Hidalgo con la capital de los toltecas, fue el concerniente a la aparición de los metales en Mesoamérica, fijada hacia el fin del siglo Xl. : ni un objeto de metal ha sido hasta ahora encontrado en Tula ... Un argumento parecido ... la aparición en la misma época, de dos tipos de cerámica (una en barro anaranjado, la otra plomiza), del siglo XI y que, habiendo sido tomada como propia de la época tolteca; ha hecho rechazar de esta cultura todas las ciudades en las cuales dicha cerámica no aparecía... Tula de Hidalgo pasaría apenas el examen porque, si bien la existencia de la cerámica plomiza ha sido confirmada por dos piezas, la de la cerámica anaranjada... es allí totalmente desconocida... Es injusto decidir el destino de un pueblo tan prestigioso como el tolteca basándose únicamente en argumentos técnicos "

 

Consideraciones

 

Visto lo anterior, podemos hacer las siguientes consideraciones:

 

 1.           Aunque los textos nahuas y los cronistas nos hablan del intento de los antiguos mexicanos por encontrar la raíz de la Toltecáyotl, no cabe duda que los datos que textos y cronistas registran son los que han creado los problemas posteriores. Al querer encajar las características de la Toltecáyotl descritas por los indígenas en sus textos en los datos arqueológicos que modernas investigaciones han aportado; antropólogos e historiadores no han podido, en última instancia, ponerse completamente de acuerdo.

 

Y es que los textos empiezan por decirnos que la  Toltecáyotl se formó en Tula, y esta Tula, después de muy serias consideraciones, se identificó en 1941 con la Tula de Hidalgo. Sin embargo, las exploraciones posteriores de este lugar no han confirmado la magnificencia que describen los textos. Por otra parte, como lo demostró principalmente Jiménez Moreno al identificar los nombres de Tula-Xicocotitlan, de los cerros y del río en la región de Hidalgo donde están situadas las ruinas y que equivalen completamente a los nombres registrados en los textos, no cabe duda entonces que tanto indígenas como cronistas se refieren geográficamente a la Tula de Hidalgo. Pero hemos dicho que la gran cantidad de adjetivos laudatorios que los textos aplican a los de Tula no se han podido comprobar arqueológicamente.

Dicen los Informantes Indígenas de Sahagún:

 

...y muchas veces se sacan de la tierra collares de los toltecas, pulseras maravillosas, piedras verdes, turquesas, esmeraldas...

...sus casas con incrustaciones de mosaicos de turquesa, pulidas, cubiertas de estuco, maravillosas. Lo que se dice una casa tolteca, muy bien hecha, obra en todos sus aspectos hermosa ...

 

Pintores, escultores y labradores de piedras, artistas de la pluma, alfareros, hilanderos, tejedores, profundamente experimentados en todo, descubrieron, se hicieron capaces de trabajar las piedras verdes, las turquesas. Conocían las turquesas, sus minas, encontraron las minas y el monte de la plata, del oro, del cobre, del estaño, del metal de la luna.18

 

Como lo hace notar la señora Séjourné, el tiempo y las excavaciones en Tula no aportaron ni lapidaria, ni metalurgia, ni artes plásticas que justificaran su renombrada riqueza. Y aquí podemos hacernos una pregunta: ¿Mintieron los indígenas y los cronistas, o como dice León-Portilla, más bien aplicaron a la Tula de Hidalgo todas las características de una edad dorada perdida en el pasado? Nosotros más bien creemos lo segundo. A pesar de ser tremendamente tradicionalistas, los nahuas no tenían perfectamente claros algunos puno tos de su historia o los modificaban por conveniencia, y así a veces atribuían a ciertas grupos hechos que realmente no les correspondían. Recordemos que hay algunos textos ,nahuas, por ejemplo, que atribuyen también a Quetzalcóatl y a los toltecas la invención del calendario, que ciertamente es anterior y originario de la costa del golfo de México, así como la invención de la agricultura que como es Obvio hay que fijar en épocas muy anteriores, cuando menos a principios del Pre-clásico. .

 

Esto nos hace ver con qué tacto hay que interpretar los textos y las fuentes escritas en general, pues no podemos darles su verdadero valor sin completarlos con los datos apuntados por otras fuentes, principalmente la arqueología.. En el caso de la Tula de Hidalgo, se le atribuyeron a la misma todo lo que decían las fuentes antiguas antes de su exploración arqueológica. Con el tiempo vimos que esta atribución no había sido justa. No cabe duda que el origen de la Toltecáyotl no es la Tula de Hidalgo, pero entonces ¿por qué alabaron tanto los antiguos mexicanos? Tal vez porque ahí fue el lugar donde vivió el primer gran Sacerdote Quetzalcóatl quien dejó tal huella de su acción y desarrollo de la cultura que fue la personalidad en la que se enfocaron todos los ideales y las artes, gloria en la que forzosamente participó también la Tula de Hidalgo. Esto hizo que el nombre de Tula se aplicara también en épocas posteriores a otras grandes metrópolis, y así tenemos que en épocas, tardías hay toponimias como Tula-Cholollan y Tula-Teotihuacán. La. Tula de Quetzalcóatl, la Tula de Hidalgo se llamo Tula-XIcocotitlan.19

 

Cuando los textos nahuas se refieren al Quetzalcóatl histórico, dicen que nació en Tula. Así lo afirman también los cronistas. Dice un texto indígena:

 

Entonces nació

nuestro príncipe Acitl, Quetzalcóatl,

allá en Tula.20

 

Este mismo texto inmediatamente después niega que haya nacido Quetzalcóatl ahí pues dice que "solo había regresado para venir a manifestarse ahí". Esto puede ser que se diga refiriéndose al Quetzalcóatl-Dios que aseguran los textos que nació en Teotihuacán, y que por lo tanto en Tula haya regresado manifestándose como el Quetzalcóatl-Sacerdote más importante de la historia.

 

Sigue entonces en pie el problema de cuál es el origen de la Toltecáyotl. Hemos anotado antes que algunos autores siguen creyendo que es Teotihuacán. Nosotros también lo creemos, pero con algunas salvedades y viéndonos obligados a hacer otra consideración.

 

2. En Teotihuacán están las raíces de muchos aspectos que influyen en varias partes de la América Media y que permanecen mucho tiempo después. Sin embargo, tampoco en Teotihuacán encontramos metalurgia, gran lapidaria, ni invención de calendarios. Pero sí encontramos las primeras representaciones de dioses importantísimos, arquitectura, formas cerámicas, artes plásticas, cosmología y otros aspectos que se esparcen después hasta regiones muy lejanas.

 

Pensemos primero en los dioses. Los textos indígenas nos hablan de sus creaciones y apariciones remontándolas a las épocas más antiguas de Teotihuacán, épocas tan remotas que se confunden con el mito y la leyenda. Hay un texto 'en los anales de Cuauhtitlán que dice:21

 

El nombre de este Sol: 4 movimiento,

este es nuestro Sol,

en el cual vivimos ahora,

aquí está,

así cayó el Sol en el fogón divino

allá en Teotihuacán.

Este Sol fué también

el de nuestro príncipe en Tula, Quetzalcóatl.

Antes de convertirse en Sol

su nombre era Nanahuatl

su casa estaba allá en Tamoanchan.

Aguila (aquí aparece el signo del movimiento, en el texto original), tigre, gavilán, lobo

6 viento, 6 flor,

ambos son nombre del Sol.

 

y aquí (en Teotihuacán)

está lo que se llama fogón divino,

que estuvo ardiendo cuatro años.

Tonacatecuhtli y Xiuhtecuhtli

ordenaron a Nanahuatl,

le dijeron: -Tú te harás cargo del cielo, de la tierra.

Pero, éste muy triste respondió:¿Qué decís? viven otros dioses,

yo sólo soy un pobre enfermo.

 

 

Luego también ordenan a 4 pedernal,

aquel que es la luna.

A éste le dieron órdenes el señor del Tlalocan y Neppanteuctli.

En seguida Nanahuatl ayunó,

tomó sus espinas y sus ramas de abeto

en seguida las mostró a la luna

(en seguida hace que la luna se las dé).

 

(Nanahuatl) hace penitencia,

luego se baña N anahuatl en la fecha 7 caña.

y también se baña la luna,

sus ramas de abeto son de Quetzal,

de jade son sus espinas, con jades hace ofrenda al fuego.

y cuando han pasado 4 días,

adornan a Nanahuatl con plumas,

lo cubren de polvo blanco.

Entonces se arroja éste al fuego.

y la diosa 4 pedernal cantó entonces

con voz de falsete.

 

NanahuatI vino a caer en el fogón,

pero la luna solo cayó en las cenizas.

Cuando él entró al fuego, el águila logró asirlo,

logró acompañarlo.

Solamente saltó, se paró junto al fuego,

por esto quedó manchado; allí quedó ahumado el gavilán,

allí se chamuscó el lobo.

y cuando llegó al cielo Nanahuatl, allí lo bañaron

Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl;

lo sentaron en un asiento de plumas preciosas,

le ataron la cabeza con una cinta roja.

 

(El sol) se detuvo entonces 4 días en el cielo,

se detuvo en el signo 4 movimiento,

durante 4 días no se movió,

allí permaneció.

 

Dijeron entonces los dioses

¿por qué no se mueve?

Enviaron luego al gavilán de obsidiana.

Fue éste a decir al sol

a preguntarle.

 

Le dijo:

-Dicen los dioses,

ve a preguntarle al sol por qué no se mueve.

Entonces respondió el sol:

porque yo pido tener

su sangre, su color,

la nobleza con que ellos gobiernan.

Entonces se consultaron los dioses

allí se irritó Tlabuizcalpantecuhtli,

dijo:

 

-¿Por qué no habré de flecharlo?

así se quedará quieto.

Entonces le lanzó una flecha,

pero no pudo acertarle.

 

Fue entonces el sol

quien lanzó flechas a Tlahuizcalpantecuhtli

le flechó con su carga de llamas,

con los dardos del sol.

 

Luego hizo que su rostro quedara oprimido y escondido

en la región de los 9 travesaños del mundo inferior,

y éste TIahuizcalpantecuhtli era el hielo.

 

 

y en seguida se colocaron en línea los dioses

Titlacahuan, Huitzilopochtli,

y las mujeres Xochiquetzal,

la de la camisa negra,

la de la camisa roja.

Hubo entonces muerte de dioses

allí en Teotihuacán.

y cuando se f.ué el sol al cielo,

entonces fué cuando la luna vino a caer en las cenizas.

Cuando llegó ésta a la orilla del cielo,

entonces Papaztac le cubrió su rostro

con un tazón del conejo.

Luego vinieron a encontrarla en un cruce de caminos los Tzitzimime y los Colelletin.

 

Le dijeron:

-Desde aquí tú has de caminar.

Entonces allí la detuvieron largo tiempo.

Solamente la ataviaron con un manto andrajoso.

y cuando el sol 4-movimiento desaparece,

(es cuando la luna) viene a colocarse por la tarde.

En el texto anterior son nombrados los siguientes dioses: Quetzalcóatl, Nanahuatl, Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, Xiuhtecuhtli, la luna bajo el nombre de Nahui Tecpatl, Tlaloc,

¿por qué no se mueve?

Enviaron luego al gavilán de obsidiana.

Fue éste a decir al sol

a preguntarle.

 

Le dijo:

-Dicen los dioses,

ve a preguntarle al sol por qué no se mueve.

Entonces respondió el sol:

porque yo pido tener

su sangre, su color,

la nobleza con que ellos gobiernan.

Entonces se consultaron los dioses

allí se irritó TIabuizcalpantecuhtli,

dijo:  

-¿Por qué no habré de flecharlo?

así se quedará quieto.

Entonces le lanzó una flecha,

pero no pudo acertarle.

Fue entonces el sol

quien lanzó flechas a Tiahuizcalpantecuhtli

le flechó con su carga de llamas,

con los dardos del sol.

 

Luego hizo que su rostro quedara oprimido y escondido

en la región de los 9 travesaños del mundo inferior,

y éste Tlahuizcalpantecuhtli era el hielo.

Y en seguida se colocaron en línea los dioses

Titlacahuan, Huitzilopochtli,

y las mujeres Xochiquetzal,

la de la camisa negra,

la de la camisa roja.

Hubo entonces muerte de dioses

allí en Teotihuacán.

 

Y cuando se fué el sol al cielo,

entonces fué cuando la luna vino a caer en las cenizas.

Cuando llegó ésta a la orilla del cielo,

entonces Papaztac le cubrió su rostro

con un tazón del conejo.

 

Luego vinieron a encontrarla en un cruce de caminos los

Tzitzimime y los Colelletin.

Le dijeron:

 

-Desde aquí tu has de caminar.

Entonces allí la detuvieron largo tiempo.

Solamente la ataviaron con un manto andrajoso.

y cuando el sol 4-movimiento desaparece,

(es cuando la luna) viene a colocarse por la tarde.

 

En el texto anterior son nombrados los siguientes dioses: Quetzalcóatl,

Nanahuatl, Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, Xiuhtecuhtli, la luna bajo el

nombre de Nahui Tecpatl, Tlaloc, dios del agua y Señor del Tlalocan,

Nepantecuhtli, Titlacahuan, Huitzilopochtli, Xochiquetzal, Papaztac y los

tzitzimime y los colelletin.22

 

Por lo sumamente importantes que son para toda la mitología náhuatl,

hablaremos solamente de Quetzalcóatl y Tláloc. Aunque desde la etapa

Pre-clásica había ya seguramente un gran culto al agua, que tal vez se

representó como una serpiente acuática con una especie de cresta en la

cabeza, representación que se modifica por la influencia olmeca

añadiéndole atributos de tigre o jaguar; Tláloc el dios del agua aparece

en forma clara y definida por primera vez en Teotihuacán. Esa misma

serpiente acuática que existe desde el Pre-clásico 'empieza con el

tiempo tal vez a evolucionar bajo otro concepto, adquiriendo la

apariencia de una serpiente emplumada o preciosa que representa a

Quetzalcóatl. También es en Teotihuacán donde aparece por primera

vez definida la aparición de Quetzalcóatl en el templo del mismo

nombre. Investigadores como Alfonso Caso, que identificó a Tláloc y a la

pintura que representa al Tlalocán en Teotihuacán, Miguel Acosta

Saignes, Laurette Séjourné, etc.,23 así com? el mismo texto indígena

que acabamos de transcribir, remiten los más antiguos Quetzalcóatl y

Tláloc a Teotihuacán.

 

Esto es para nuestras consideraciones de gran

importancia, pues Quetzalcóatl y Tláloc son las dos deidades principales

de la mitología náhuatl hasta los tiempos aztecas, en que gracias a las

modificaciones impuestas por Tlacaélel e Itzcóatl, el dios Huitzolopochtli

adquiere más importancia como dios solar que aquellos dos. Y es por lo

tanto Teotihuacán el que primero representa claramente a los dos

dioses y en consecuencia el origen del pensamiento religioso náhuatl

alrededor de esas dos deidades. La arquitectura y la cerámica La

cerámica, las formas y la simbología olmecas tuvieron gran influencia en

el pre-clásico en casi todas las regiones entonces pobladas, aún en

Teotihuacán. Sin embargo, la influencia de la cultura teotihuacana en la

época clásica es innegable. y 'evidente. En algunas regiones es tan

importante, que prácticamente a Teotihuacán se debe la aparición de las

características particulares de ciertas culturas. En este sentido el DI'.

Ignacio Bernal ha hablado de la cultura zapoteca. En alguna parte ha

dicho: "Tenemos entonces una especie de período de transición durante

el cual las culturas de Monte Albán 1 y 11, en sumo grado mezcladas,

empiezan a recibir la influencia de la nueva cultura Teotihuacana; y

llega entonces el momento en que esta influencia viene a ser tan

importante, que cambia completamente los moldes, al menos los moldes

empieza, el cual es marcado esencialmente por el tipo de vida que

Teotihuacán exporta. Es también el momento en el cual podemos, por

primera vez, identificar al pueblo Zapoteca... Es también el principio de

lo que usualmente es conocido como el Período Clásico en toda

Mesoamérica: el tiempo del esparcimiento de la influencia teotihuacana

y del gran desarrollo de las ciudades mayas"."'

 

Estas observaciones de uno de los investigadores que más saben de lo

zapo teca, son muy ilustrativas. Según Bernal, lo zapoteca es

identificable por primera vez, gracias a la in• fluencia teotihuacana, que

en las épocas del Monte Albán III•A llega a ser sumamente importante.

Pero no termina ahí la influencia teotihuacana, es decir, no se limita a

actuar en algunos lugares, sino que gracias a ella comienza lo que

usualmente es conocido como el Período Clásico Mesoamericano. En

este mismo período, también empieza el desarrollo de las ciudades

mayas, que aunque no sufren la influencia teotihuacana muy

notoriamente, no están del todo carentes de ella. Recordemos, por

ejemplo la influencia teotihuacana en Kaminaljuyú y 'en Tikal.25 En

estas ciudades, lo teotihuacano se echa de ver principalmente en la

cerámica, y aunque la influencia a veces sea solamente a través de lo

que se ha llamado "arte campesino", en algunos lugares alcanza el grao

do del "arte culto". Tal es el caso de Kaminaljuyú, en donde las

influencias teotihuacanas son tanto arquitectónicas como de otras

formas de arte superior.26

 

La arquitectura en el Preclásico apenas fue de construcciones de lodo o

de simples amontonamientos ordenados de piedras. Es muy posible que

en el Teotihuacán 1 también hayan existido dentro del ámbito de la

ciudad construcciones arquitectónicas del tipo de las del Preclásico, pero

ya en el Teotihuacán II se construyen grandes pirámides a base de

terrazas superpuestas de taludes inclinados. También en el Teotihuacán

II aparece la construcción arquitectónica característica de esta cultura:

edificios a base de un talud inclinado, un dado encima del talud

ornamentado con tableros rectangulares, y escalera central con

alfardas. Este tipo de construcción se difunde por casi toda América

Media y a veces perdura prácticamente hasta la Conquista.

En el ámbito geográfico náhuatl, esta influencia teotihuacana

arquitectónica es más notoria todavía. El sistema de construcción

teotihuacana es copiado en todas partes, y en ocasiones superpuesto a

construcciones más antiguas. Es cierto que a veces en algunas ciudades

se modifican las dimensiones de los elementos arquitectónicos, como

por ejemplo en Xochicalco, en donde el talud inclinado es más alto y el

tablero más pequeño que en Teotihuacán; o como en Huapalcalco,

donde el talud es más pequeño y el dado de mayores dimensiones y sin

tablero aparente. De lo que no creemos que haya duda es de la

tremenda influencia arquitectónica de Teo. tihuacán en la América

Media.27

 

La pintura

 

Por otra parte, aunque hay algunos ejemplos, generalmente pobres, de

pintura mural en el PreClásico, probablemente arranca, en grado de

gran categoría y abundancia; de Teotihuacán. Y recordemos aquí que es

precisamente la pintura otra de las características de la Toltecáyotl.

La pintura, como prácticamente todos los elementos de nuestra cultura

Prehispánica, está llena de simbolismos. Real• mente el mundo de los

símbolos en Teotihuacán es de tal variedad y riqueza que resulta

sumamente difícil 'el hacer un simple catálogo de los mismos y aún el

identificarlos e interpretarlos.

 

Creemos que aunque la simbología

olmeca es de cierta abundancia, no alcanza la riqueza de variedad de la

teotihuacana. En Teotihuacán aparecen por primera vez símbolos tan

importantes como los relacionados con la penitencia, con el complejo

serpiente emplumada, el hombre-tigre, pájaro-o serpiente; símbolos

planetarios, la cruz de cinco puntos, la cruz de Quetzalcóatl o cruz de

kan, el jeroglífico de ollin, el signo de la flor y el canto, la mariposa,

signos acuáticos, águilas y tigres, corazones, cuchillos para el sacrificio;

huellas de pies representando caminos, etc., todo esto acompañado de

una inmensa cantidad de símbolos relacionados con los dioses, ya que

en Teotihuacán se complica sobremanera el panteón indígena y son por

primera vez identificados muchos de los dioses que perduran hasta la

época azteca. Recordemos, respecto a esta última afirmación, la

maravillosa representación pictórica del Tlalocán o paraíso de Tláloc.28

Resumiendo: volvemos a encontrar el origen de un impor. tante

elemento de la Toltecáyotl en Teotihuacán. Es tal la abundancia de

pinturas murales, que tal vez en este sentido no hay ciudad

arqueológica que se le compare; y esta pintura, junto con la cerámica

teotihuacana, está tan llena de simbolismos creados ahí por primera vez

que prácticamente los elementos simbólicos teotihuacanos son los que

dan las bas'es para las posteriores representaciones religiosas, míti•

cas, etc., de la cultura náhuatl (Sin embargo, no hay que olvidar que se

debe a la cultura Mixteco-Puebla una gran influencia de elementos

nuevos dentro del horizonte que nosotros conocemos como Azteca.) 29

 

Conclusiones

 

Creemos que las principales conclusiones que se pueden sacar de lo

afirmado en este artículo, son que, respecto a los textos escritos en

lenguas indígenas y a las crónicas poste• riores a la conquista, debemos

de tener un gran cuidado al hacer su interpretación, sobre todo aquellos

textos que encierran afirmaciones históricas; pues debemos de tener

presente que aunque estos pueblos eran sumamente tradicionalistas no

interpretaban ni registraban la historia con la misma mentalidad que

nosotros ni aún con la misma de los cronistas españoles. Además, su

historia también fue modificada de acuerdo con conveniencias políticas y

aún por motivos de orden religioso. Creemos que la única forma de

acercarnos a las realidades de la historia Pre-Hispánica, es utilizando los

textos y las crónicas siempre acompañados de los datos e inter•

pretaciones aportados por la Arqueología.

 

Si interpretamos nosotros en esa forma crónicas y textos que nos

hablan de la Tula Prehispánica, nos encontramos con que los datos que

nos dan dichos documentos recabados en la época azteca no dan lugar a

duda a, la consideración de que la Tula a la que se refieren es,

geográficamente hablando, la Tula del Estado de Hidalgo. Pero en lo que

se refiere a los elementos culturales que le aplican a ella, no

encontramos su confirmación sino en Teotihuacán, y en este sentido la

primera de las Tulas (metrópolis) históricas y origen de los ideales de

las artes y de los artistas, de los símbolos y elementos religiosos, el

origen de la Toltecáyotl es Teotihuacán.

 

 

____________________

 

Notas:

 

 1 Para saber cuál fue la forma como estos textos se recogieron. consultar: Garibay K., Angel Ma., Historia de la Literatura Náltuall, Editorial Porrua, S. A. México, D. F., 1953, 2 tomos; y León•Portilla, Miguel, Ritas, Sacerdotes y Ata¡;Íos de los Dioses, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Historia: Seminario de Cultura Náhuatl. México, 1958. Ver también: Jiménez Moreno, Wigberto, "Fray Bernardino de Sahagún y su obra". (Nota preliminar a la Historia General de las Cosas de Nueva España), Tomo 1. Editorial Pedro Robredo, México, 1938, pp. XlII.J.XXXIV., y León.Portilla, Miguel, Siete Ensayos sobre Cultura Náhuatl, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de MéxicQ, México, 1958, pp. 11-29

2 La palabra Taltecáyotl está formada por el vocablo náhuatl toltecatl que sÍgnifica artesano o artista aunque también sirve para designar al grupo náhuatl del mismo nombre; y la terminación yotl, que forma el abstracto. Por lo tanto, Tol• tecáyotl significa toltequeidad, o conjunto de artes y artistas, así como de sus ideales. Ver Garibay K., Angel Ma. Llave del Náhuatl, Otumba, México, 1940; y los Apuntes que se utilizan para la enseñanza del náhuatl a los alumnos de las clases de Introducción a la Cultura Náhuatl en la Universidad Nacional Autó' noma de México. Mimeografiados. Sin fecha y sin autor.

3 A este respecto dice León•Portilla: "Los Informantes de Sahagún, en la documentación que se conoce bajo el nombre de Códice Matritense de la Aca. demia de la Historia, dan una versión del origen histórico de sus creaciones artísticas. Como es obvio, esa versión indígena nos ofrece, más que nada, un testimonio de lo que creían y pensaban los indios viejos, por lo menos desde fines del siglo xv y principios del XVI, acerca del origen de su arte. Tal vez al relacio• narlo con "la edad dorada" de los toltecas, se hacen solidarios de una especie de leyenda o mito cultural. De cualquier manera su testimonio es importante y valioso. Como en casi todas las grandes culturas hablan de maravillosos tiem• pos pasados, en los cuales todo fue bueno y hermoso; en ellos nació la Toltecáyotl, palabra que significa el conjunto de las artes y los ideales de los toltecas." (León•Portilla, Miguel, Una concepción náhuatl del Arte, en Revista Universidad de México, Vol. XII, No. 9, mayo de 1958, pág. 2.)

4 Informantes Indígenas de Sahagún. Códice Matritense de la Real Academia de la Historia, trad. por Miguel León•Portilla.

5 Informantes Indígenas de Sahagún. Códice Matritense de la Real Academia de la Historia, trad. por Miguel León•Portilla.

6 Acosta R., Jorge, La Ciudad de Quetzalcóatl, Cuadernos Americanos. Marzoabril, 1942. México, D. F. págs. 121 y sigs.

7 Ver nota nÍlm. 1, pág. 312 de la edición de la Historia General de las Cosas de Nueva España, por Miguel Acosta Saignes" Editorial Nueva España, S. A., México, 1946, Tomo 1; y Revista Mexicana de Estudios Antropológicos, Vol. V, números 2..3, Méxieo, 1941.

8 Jiménez Moreno, Wigberto, Síntesis de la historia pre-Tolteca de Mesoamérica, En Esplendor del México Antiguo, Tomo n, México, D. F., 1959, mapa.

9 H Goroea Trueha, José; MartÍnez del Río, Pablo, y Acosta R., Jorge: Tula, Guía Oficial. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F., 1957, página 11.

10 Armillas, Pedro: Cronología y Periodificación de la Historia de América Pre-Colombina. Escuela Nacional de Antropología e Historia. Suplemento de la Revista Tlatoani, México, 1957, pág. 52.

11 Jiménez ::vforeno, Wigberto: Op. cit., págs. 1063 y sigs.

12 León-Portilla, Miguel: Siete Ensayos sobre Cultura Náhuatl, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F., 1958, págs. 36•37.

13 León-Portilla, Miguel: Los Antiguos Mexicanos a través de sus Crónicas y Cantares, con dibujos de Alberto Beltrán, Fondo de Cultura Económica, Méxi• co, D. F., 1961, pág. 27.

14 Séjourné, Laurette: Tula, la supuesta capital de los toltecas, Cuadernos Americanos, México, 1954, Año XII, núm. 1, págs. 153 y sigs.

15 Op. cit., pág. 157.

16 ¡bid., pág. 162. 11

17 ¡bid., pág. 163.

18 Códice Matritense de la Real Academia. Trad. de Miguel León•Portilla

19 Ver: Marquina, Ignacio: Arquitectura Pre-Hispánica. Memorias del Insti• tuto Nacional de Antropología e Historia, México, 1951, pág. 146, y Séjourné, Laurette: Pensamiento r Religión en el México Antiguo, Fondo de Cultura Económica, México, 1957, pág. 93.

20 Memorial breve acerca de la fundación de Culhuacán. Trad. de Miguel León.Portilla.

21 Este texto pertenece a la Leyenda de los Soles del Códice Chimalpopoca o Anales de Cuauhtitlán, y había sido traducido ya por el Lic. Primo Feliciano Velázquez. Cf.: Códice Chimalpopoca, Anales de Cuauhtitlán y Leyenda de los Soles. Trad. de Primo Feliciano Velázquez, Instituto de Historia, Universidad Nacional Autónoma de !léxico, México, 1945, págs. 121-122. Lo presentamos ahora en una nueva versión castellana.

22 Los dioses que cita el texto son:

Quetzalcóatl, "serpiente preciosa o serpiente de plumas de quetzal", que aún cuando en el texto es citada refiriéndose al príncipe de Tula, al ser humano, al sacerdote, no al dios; luego se le designa bajo su aspecto de Venus estrella de la mañana: Tlabuizcalpantecuhtli.

Nanahuatl, "el buboso", de la palabra náhuatl nanahuatl, que significa buba.

Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, Señor de nuestra Carne y Señora de nuestra Carne, dos aspectos de Ometéotl, el Señor de la Dualidad. X iuhtecuhtli, dios del fuego. La luna, meztli, llamada aquí Nahui Tecpatl, "4 Pedernal", Tláloc, dios del agua y Señor del Tlalocan. Según Seler la palabra Tláloc viene de "Tlaloa", darse prisa. (Ein kapitel aus den in aztekischen Sprache geschriebenen ungedrukten Materialen zu dem Geschitserke des P. Sahagún" en Gesammelte Ablhandlungen, l, lI, pp. 420-508. Stuttgart, 1927). Según LeónPortilla, puede también venir de "tlal(li)" y "oc", que está en la tierra "que la fecunda" (León•Portilla, Miguel: Ritos, Sacerdotes r Atavíos de los Dioses, pág. 121, México, 1958).

Nepantecuhtli o Napantecuhtli, el Señor de los 4 rumbos, o el cuatro veces Señor. Torquemada lo describe " .. , que quiere decir cuatro veces Señor; como quien dice tiene la viltud y poderío de cuatro dioses".

Titlacahuan, "aquel de quien somos esclavos". Nombre del númen supl'emo (Garibay, 1956).

Hltítzilopochtli, "Colibrí de la izquierda" o "precioso izqllierdero" ... Su rela• ción con la izquierda deriva de que se halla asignado al sur del cosmos. Este rumbo es el izquierdo del mundo, ya que el camino del sol, de oriente a poniente, lo coloca en esta posición". (Garibay, 1956.)

Xochiquetzal, "la flor precíosa o de plumas de quetzal". Diosa del amor y la primavera.

Papaztac, uno de los dioses del pulque. (Recordar que en el texto este dios cubre el rostro de la luna con un tazón del conejo, animal este último que representa también al pulque.')

Tzitzimime y Colelletin. Según Molina, ambos son "nomhres del demonio". (Molina, edición 1941.)

23 Caso, Alfonso y Bernal, Ignacio: Urnas de Oaxaca, México, 1952, págs. 113 y sigs. Caso, Alfonso: El Pueblo del Sol, Fondo de Cultura Económica, México, 1953, págs. 57 y 80. Acosta Saignes, Miguel, nota núm. 1, pág. 24 de su edición de la Historia General de las Cosas de la Nueva España, T. 1. México, 1946. Séjourné, Laurette: Pensamiento y Religión en el México Antiguo. Fondo de Cultura Económica, México, 1957, págs. 31 y sigs.

24 Bernal, Ignacio: Monte Albán and the Zapotecs. Boletín de Estudios Oaxaqueños, núm. l. Oaxaca, 1958, págs. 5-6. (Traducimos libremente.) Paddock propone como el más probable el siguiente esquema para la historia de Monte Albán: Monte Albán 1: Zapotecas con vecinos Olmecas. Monte Albán II: Zapotecas conquistados por gente de Chiapas que es gradualmente asimilada.

Monte Albán III-A: Zapo tecas íntimamente ligados a Teotihuacán.

Monte Albán I1I-B: Zapotecas. ya con todas las influencias profundamente asimiladas.

Monte Albán IV: Zapotecas hasta la Conquista.

Paddock, John: Comments on some problems o/ Oaxaca ArchaeololfY. Boletín de Estudios Oaxaqueños. Núm. 4. Oaxaca, 1958, pág. 6 (traducimos libremente).

Ver también: Caso, Alfonso: Exploraciones en Oaxaca. Quinta y Sexta Temporadas 1936-1937. Instituto Panamericano de Geografía e Historia. Pub. Núm. 34. México, 1938. En este trabajo, Caso cita frecuentemente las influencias teotihuacanas, principalmente en la cerámica.

25 Kidder, A. V., Jennings, J. D. y Shook, E. M.: Excavation5 at Kaminal• juyú. Carnegie Institution. Washington, D. C., 1946. Kidder, A. V.: Kaminaljuyú, Guatemala, addenda and corrigenda. Carnegie Inst. Wash., Div. Hist. Research, Notes on Middle Amer. Archaeol., and Ethnol., Núm. 89, Cambridge, 1948. En lo referente a Tikal, ver: Tikal Reports, Numbers l•lI. The University l1useum, University of Pennsylvania, Philadelphia, 1958 y 1961.

26 Wicke, R. Charles: "Los Murales de Tepantitla y el arte campesino". En Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Tomo VIII, 1954, Méxi• co, 1956.

27 Para datos más amplios sobre la arquitectura teotihuacana, conviene consultar los siguientes libros: Marquina, Ignacio: Arquitectura Prehispánica. Memorias del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1951; Y Piña Chan, Román: Mesoamérica. Instituto Nacional de Antropología e Historia. Memorias VI. México, 1960.

28 Caso, Alfonso: "El Paraíso terrenal en Teotihuacán". Cuadernos Americanos. Julio.agosto, 1944. México.

29 Para ampliar los puntos de vista sobre las afirmaciones anteriores, recomendamos la siguiente bibliografía: Drucker, Philip, Heizer F., Robert, and Squier, J. Robert: Excavations at La Venta, Tabasco, 1955. Smithsonian Institution. Bulletin 170. Washington, 1959. Covarrubias, Miguel: "El Arte Olmeca o de La Venta", Cuadernos Americanos, julio-agosto 1946. México. Toscano, Salvador: "Los Murales Prehispánicos", y Villagra, Agustín: "Las Pinturas de Tetitla, Atetelco e Ixtapantongo", en Artes de México, nÍlm. 3. México, marzo-abril, 1954. Séjourné, Laurette, Un Palacio en la Ciudad de los Dioses. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1959.

Tomado de:

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn03/031.pdf

 

 

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