Para nuestros Viejos Abuelos el ser humano tena dos tareas muy importantes en el mundo. Mantener el equilibrio de las fuerzas que sostienen al universo y humanizar al mundo. Estos compromisos eran la ms alta responsabilidad de nuestra civilizacin. No existe ningn camino hacia fuera que no se haya recorrido hacia dentro. Por lo cual, el ?equilibrio? se tiene que lograr primero adentro del individuo y despus en su entorno y orientado en ?las cuatro direcciones?.
Los Viejos Abuelos dividan al ser humano y al universo en las cuatro partes a travs de dos ejes imaginarios, uno longitudinal y el otro transversal, haciendo en el ombligo su centro y la cruz. Estas cuatro partes o rumbos de la existencia humana y del universo, interactan como pares de opuestos y complementarios. El logro del equilibrio entre el par de opuestos complementarios, significa la elevacin. La prdida del equilibrio significa, por consiguiente, la degradacin.
?La armona? era el logro fundamental en la filosofa de los Viejos Abuelos. La armona se lograba por medio de ?el equilibrio? y ste a su vez se construa a travs de ?la medida?. Armona, equilibrio y medida, eran el logro ms elevado de la civilizacin del Anhuac. Tanto en el plano interior del ser humano, para lograr forjar ?un rostro propio y un corazn verdadero?. Como en el plano exterior, para ?humanizar? el mundo.
La responsabilidad social e individual de la existencia, estaba fundamentada en estos valores y principios. Podemos observar en las culturas del Mxico antiguo, como la armona esta asociada a la belleza y sta a su vez a los divino y lo sagrado. El equilibrio esta presente de manera constante y reiterada a partir del concepto del ?par de opuestos complementarios?, que al equilibrase se humanizan. Y la medida que esta asociada al concepto de ?mecatl? o mecate, ?con el que se mide el mundo y sus cosas?. Por ello, el Calmcac, literalmente es ?la casa de la medida? y Olmeca es ?la medida del movimiento?.
De alguna manera estos conceptos siguen presentes en el ?ser? ms ntimo de la cultura que hoy llamamos ?mexicana?, especialmente en las comunidades indgenas y campesinas, pues es nuestro legado ms importante que nos han heredado los Viejos Abuelos.
LA CRUZ DE QUETZALCATL.
Existe en la iconografa del Anhuac un smbolo que es constante desde los olmecas hasta los mexicas. Una cruz o equis que se encuentra presente en la mayora de las llamadas ?obras de arte? del Mxico antiguo. Esta cruz generalmente se ubica en la frente, en el pecho o en el plexo solar, si se trata de una figura humana. Si es un diseo geomtrico, generalmente se encontrar en los puntos fundamentales. Esta cruz se conforma por dos ejes que dividen al espacio y al cuerpo humano a travs de dos lneas que se cruzan en el ?ombligo de la tierra? o en el ombligo humano.
?Esta Cruz, llamada de Quetzalcatl, tiene el valor de punto central y, como simboliza el recuentro del cielo y de la tierra. Bajo este aspecto, el quincunce est abundantemente representado. (Laurette Sjurn. 1957)
La primera lnea imaginaria divida al cuerpo humano en dos mitades. Del ombligo a la cabeza era la representacin del cielo y se simbolizaba con un ave. Simblicamente tena dos rganos que representaban la aspiracin de la elevacin, encarnado la mxima aspiracin espiritual: el cerebro y el corazn. La segunda parte del ombligo a los pies, representando la tierra y siendo simbolizado por una serpiente. Tena dos rganos que encarnaban la energa que une al ser humano con la tierra y el mundo material: los riones y los genitales.
De modo que el ser humano, filosficamente es el puente que une a los opuestos complementarios. Como lo decan los Viejos Abuelos poticamente, ?donde se besaban la tierra y el cielo?. Al ave la representaron generalmente a travs de un quetzal, una guila o una guacamaya. Al animal que representaba a la tierra se le simboliz con una serpiente, que en lengua nhuatl se nombra Catl. De modo que El Quetzal-catl, representa una figura filosfica espiritual, que esta en nuestro ser y que podemos llegar a encarnarla a travs del equilibrio de nuestra parte espiritual con nuestra parte material. El ser humano es punto de contacto entre lo divino y lo mundano, entre la materia y el espritu, entre el cielo y la tierra.
Pero al mismo tiempo, los Viejos Abuelos dividen al ser humano en dos mitades longitudinales, tambin a partir del ombligo. De lo que resulta que tenemos una parte derecha o ?Tonal?, que esta asociada al mundo conocido, la parte masculina, al da, el sol, lo caliente y especficamente a la racionalidad. La parte izquierda se llama ?Nagual? y esta asociada al mundo desconocido, a la parte femenina, a la noche, a lo fro, a la luna y a la parte intuitiva.
?La primera gran seccin del cuerpo humano se produce a la altura del obligo... Es posible la existencia de una antigua equiparacin entre esta divisin del cuerpo en dos partes y algunos elementos mticos. Partamos de una triple correspondencia entre cosmologa, la organizacin poltica y la divisin corporal. Segn el mito, el monstruo csmico originario fue segmentado por el centro de su cuerpo para con ello dividir los sectores que constituan el cielo y la tierra... La segunda seccin del cuerpo lo divide en parte derecha y parte izquierda... No debe extraar que en algunos casos la fuerza sobrenatural de los seres humanos sealados por los dioses se creyera ubicada en el lado izquierdo del cuerpo... Lo anterior sugiere que, as como el uso de la mano derecha estaba ms ligado a las actividades cotidianas, sobre todo a las que exigan destreza, la izquierda se ligaba en forma ms estrecha al mundo de lo sobrenatural... Por ltimo, es necesario mencionar que el punto central del cuerpo, la regin del ombligo, es uno de los ms importantes en el pensamiento mgico, ligado a la idea del punto central de la superficie de la tierra, la casa del dios del fuego, sitio por el que el eje csmico permita la comunicacin con el cielo y con el inframundo.? (Alfredo Lpez Austin. 1980)
El ser humano queda dividido en cuatro partes y representan los cuatro puntos cardinales o rumbos de la existencia. Sin embargo, existe un quinto punto, una quinta direccin: EL ARRIBA Y EL ABAJO. Lo que se eleva trascendiendo el plano humano si se logran unificar en equilibrio el par de opuestos complementarios. Y lo que se degrada y cae, si se pondera con exceso cualquiera de los cuatro elementos sobre los restantes. (Tomado del libro RAICES Y ESENCIA DEL MEXICO ANTIGUO. Guillermo Marn 2004)
LA LEY DEL CENTRO O QUINCUNCE
?La Ley del Centro? de los Viejos Abuelos nos habla de que el ser humano debe tratar de equilibrar los cuatro rumbos de la existencia en su centro, para lograr la trascendencia. El dilema de estar en medio de dos pares de opuestos complementarios y el desafo existencial de buscar su equilibrio para trascender.
No se puede ser en la vida, totalmente espiritual, ni totalmente material; ni totalmente racional, ni totalmente intuitivo. Cada uno de estos cuatro opuestos complementarios deben estar en equilibrio. Si el Equilibrio se logra (que se da en el centro) el individuo logra ascender y evolucionar; pero si el equilibrio se pierde y se pondera ms uno de los cuatro opuestos, el ser humano cae en los degradados abismos de su estupidez, pues es arrastrado por la ?inercia de la materia? que lo lleva a su destruccin o corrupcin. Perdiendo la maravillosa oportunidad de trascender su existencia.
?El jeroglfico nhuatl ms familiar es una figura que, bajo infinitas variantes, est formada siempre por cuatro puntos unificados por un centro, disposicin llamada quincunce. Como lo demostr Eduardo Seler, el cinco es la cifra del centro y ste a su vez, constituye el punto de contacto del cielo y la tierra. Para mayor exactitud, el quincunce designa adems, la piedra preciosa que simboliza el corazn, lugar de encuentro de los principios opuestos. He aqu entonces reunidos en un signo todas las caractersticas del Quinto Sol ? Corazn del Cielo-, expresadas por la mitologa... Todo esta admirablemente estructurado. No es, en efecto, el Quinto Sol el del hombre-dios cuyo corazn se convirti en el planeta Venus? y no es justamente Quetzalcatl quien inaugur la Era del Centro revelando la existencia de una fuerza capaz de salvar de la inercia?
Pero hay ms. El quincunce acompaa tambin al dios del fuego ?igualmente dios del centro y llamado por este hecho ?ombligo de la tierra?-,... la Ley del Centro ha abolido la fragmentacin de los contrarios. Basados sobre las revoluciones de los astros y sobre arduos clculos estos ciclos van, partiendo del ms simple ?el de la muerte y resurreccin de la Naturaleza-, hasta englobar unidades inmensas que tienen por fin la bsqueda mstica de los momentos de liberacin suprema, es decir, las concordancias entre el alma individual y el alma csmica, el tiempo y la eternidad, lo limitado y lo infinito.? (Laurette Sjourn. 1957)
?La ley del Centro?, los Viejos Abuelos la expresaron de manera reiterativa en todo cuanto consisti su mundo material e icnogrfico. Lo expresaron en la arquitectura, pues las pirmides y recintos de investigacin y estudio son una clara expresin de esta filosofa. Basta observar que la mayora tienen un patio central y cuatro habitaciones o cuatro pirmides en cada punto cardinal. Las pirmides tienen en general cuatro niveles, cuatro caras y en la cspide una base que las unifica. Otra forma muy recurrente era sealarlo a travs de una flor con cuatro ptalos y un centro unificador Macuilxochitl (cinco flor). Tambin a travs de la llamada Cruz de Quetzalcatl o sencillamente con una equis, un circulo con dos lneas cruzadas en sus grabados, con cinco crculos.
El ?quincunce? como lo llama la maestra Sjuern se encuentra como motivo fundamental en los diseos arquitectnicos y artsticos que los Viejos Abuelos construyeron, pintaron, grabaron y bordaron, en pirmides, cdices, estelas, textiles, frescos. Bstenos ver con respeto y detenimiento este mensaje filosfico-espiritual, en los vestigios materiales de esta maravillosa civilizacin. La aspiracin fundamental de los Viejos Abuelos, como la de todas las grandes y antiguas civilizaciones, es la TRASCENDENCIA ESPIRITUAL DE LA EXISTENCIA.
?La Unin de los Contrarios en la Religin Nhuatl. La dinmica de la unin de los contrarios est en la base de toda creacin, tanto espiritual como material.
Si el cuerpo ?brota y florece? su alma, solamente si es traspasado por el fuego del sacrificio, la tierra, a su vez, nos da sus frutos ms que penetrada por el calor solar transmitido por las lluvias. Es decir, que el elemento generador no es el calor ni el agua simples, sino una combinacin equilibrada de los dos.? ( Laurette Sjurn. 1957)
Los Viejos Abuelos se propusieron a travs de lograr el equilibrio un camino, similar al budismo, al cristianismo o al islamismo. Pero este camino es diferente para nosotros, en tanto ?es el nuestro propio?, el que naci en nuestras tierras, con nuestra gente y sus experiencias y conocimientos. La filosofa que engendr el esplendor del Mxico Antiguo sigue viva, presente, vigente y vibrante; y por ahora, nosotros somos parte inconsciente de ella. Como la grecolatina de la civilizacin Occidental en nuestros das, que la separa ms de dos mil aos y sigue viva en su esencia en Europa. El problema es que debido a la colonizacin mental, no la podemos hacer conciente.
La pregunta es: por qu los pases colonizadores pueden tener conexin directa su pasado filosfico, como los europeos del pensamiento grecolatino o los chinos y japoneses del pensamiento budista y, nosotros los mexicanos segn nuestros colonizadores, no tenemos ninguna relacin con los siete mil quinientos aos de desarrollo de un pensamiento filosfico. (Tomado del libro RAICES Y ESENCIA DEL MEXICO ANTIGUO. Guillermo Marn 2004)