Una vez, estando con el Dr. Rubén Bonifaz Nuño en Monte Albán, le pregunté: de qué manera se podría saber la razón de la construcción del Tollan; me respondió que, para penetrar en la percepción del mundo y la vida del Anáhuac, debería hacerlo a partir de lo que veían mis propios ojos, dejando atrás la visión y descripción de los invasores de espada y crucifijo.
Daany Beédxe, desde su inicio hasta su abandono, transcurrieron aproximadamente 1350 años de actividades. En el año 500 aC. empezaron por hacer terrazas en los cuatro cerros que componen el conjunto arquitectónico, es decir, como hoy se les conoce: el cerro de Monte Albán, en donde está la zona arqueológica abierta al público. El cerro de Monte Albán Chico, al que la ciudad ha empezado a rodear e invadir. El cerro del Gallo y el cerro de Atzompa, que se acaba de abrir al turismo.
Es importante señalar, que la planta arquitectónica de la fase uno, del año quinientos aC., es, exactamente la misma que la de su abandono. Lo que implica que, el diseño arquitectónico que concibieron desde el principio, funcionó durante 1350 años, de manera eficiente solo que, en donde construyeron un edificio, después se construyó otro encima de él, y finalmente sobre los dos anteriores, un tercero.
Esto revela un macro proyecto a muy largo plazo, que, además, estaba sincronizado con cientos de otros proyectos similares que estaban en los Tollan de todo el Anáhuac, dando como resultado que la civilización creó el más exacto calendario del mundo, con cinco cuentas calendáricas, como son: la lunar, la solar, la venusina, la de las estrellas Pléyades y la Sol, completando un ciclo completo con el centro de la galaxia. Las cinco cuentas perfectamente sincronizadas entre ellas.
Por otra parte, es necesario recordar que, la civilización del Anáhuac inició la invención del maíz a partir del cambio biogenético de la mazorca de un pasto llamado teocintle en el año 8000 aC., según los restos fósiles encontrados en las cuevas del Valle de Tlacolula, Oaxaca. Así que, podemos afirmar que la civilización Madre, tiene diez mil años. Que todas las civilizaciones del mundo antiguo construyeron pirámides sin ponerse de acuerdo, y que la civilización del Anahuac, es la civilización ancestral, que construyó el mayor número de pirámides del mundo antiguo.
El INAH, tiene abierto al público 194 zonas arqueológicas, y encada una de ellas existe más de una pirámide. Estos lugares, no fueron utilizados como ciudades, fortalezas militares, palacios y mucho menos, como centros ceremoniales, como asegura la visión colonizada de la historia. Por el contrario, eran centros dedicados al conocimiento, especialmente a la observación de la mecánica celeste y a explorar el potencial energético del ser humano.
Durante muchos siglos, estos espacios para la arqueoastronomía, fueron lugares para la observación diaria de la bóveda celeste. Fue una observación rigurosa, sistemática, razonada, registrada y trasmitida, de generación en generación, y concentrada en los amoxcalli, (la casa de los libros de pinturas) que estaban en lugares como Monte Albán, Teotihuacan, Uxmal, por citar algunos Tollan.
Esta es, la iniciativa más importante y comprobable de nuestros ancestros, el proyecto civilizatorio más importante, el testimonio irrefutable de su compromiso por ser y trascender. Los Tollan son el legado de los Viejos Abuelos, en donde invirtieron todos sus recursos, toda su energía, todo su tiempo, toda su sabiduría, para lograr su trascendencia y dejarnos un legado de conocimiento, que, apenas, empezamos a descubrir.
Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas de los carceleros, necesitamos una nueva narrativa de la historia. La propia-nuestra.