Mónica Mateos-Vega Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 4 de diciembre de 2023, p. 2
Guadalajara, Jal., El escritor maya James Assir Sarao Cauich recibió el Premio de Literaturas Indígenas de América por mantener el diálogo intercultural entre su lengua madre y su comunidad.
En una ceremonia realizada en el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, entre aplausos y gritos de apoyo, el autor fue reconocido por su obra La estética narrativa de Tsikbal, ensayo que tiene como objetivo que su comunidad tenga voz y vida, y sea reconocida más allá de sus fronteras, dijo Gabriel Pacheco, representante de la organización del premio.
Añadió que en esa obra, Assir Sarao potencia sus ideas, así como conceptos que se confabulan para crear un emotivo viaje por la palabra. El premio consiste en una estatuilla y 300 mil pesos.
Abriendo espacios
En su discurso de aceptación, James dijo que la importancia de que haya ensayos como el suyo es que se abren espacios al diálogo intercultural entre diferentes lenguas, así como a la creación en idiomas originario.
Agregó que a lo largo de la historia a las comunidades indígenas se les han impuesto aspectos políticos, artísticos, culturales y consumistas, entre otros, que sólo han dejado un hueco enorme en la cultura propia.
Recordó que en el porfiriato se comenzaron a generar estos prejuicios en contra de las comunidades indígenas, a pesar de la diversidad de los pueblos que había en el país.
Contó que la representación de la lengua era algo muy importante para él, pues gracias a su madre y a su abuela puede comunicarse en maya y, por ejemplo, pudo conocer el concepto de kit-it-aan, donde aan significa hablar, y kit-it, aunque no tiene traducción literal, puede ser bueno, de modo que kit-it-aan es algo cercano a del buen habla.
El galardonado compartió que su intención fue escribir algo que demostrara el gran valor cultural de la tradición oral y que él, siendo la segunda persona en tener un título universitario en su familia, vio necesario representar lo que sus orígenes tenían que decir.