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RECUPERAR LA MEMORIA HISTÓRICA ANCESTRAL

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RECUPERAR LA MEMORIA HISTÓRICA ANCESTRAL
Cuando los dogmas y las estrategias coloniales entran en operación con los pueblos invadidos y ocupados, el resultado es la transformación de los individuos que asumen, como suya, la cultura del invasor. Hacen suyos sus valores, principios, su discurso y se convierten en colonizados-colonizadores de su propio pueblo. Se convierten en eficientes explotadores al servicio de los invasores. Cooperantes y sumisos capataces, guardias blancas, supervisores, mayordomos y policías, aceptando su papel de inferioridad frente a los invasores y de supuesta superioridad frente a sus hermanos que sufren la colonización.

Sin embargo, a pesar de los procesos de colonización, los pueblos y culturas ancestrales del Anáhuac, se han negado a su muerte histórica y se han vuelto maestros impecables en el arte de la resistencia y apropiación cultural. Efectivamente, como todos los pueblos del mundo, los anahuacas ahora, somos un pueblo con un rico mestizaje cultural y humano. No solo, como lo afirmó el Dr. Guillermo Bonfil Batalla, al señalar la existencia de ?La tercera raíz? que nos conforma. Además de los pueblos africanos hemos recibido influencias y hemos realizado apropiaciones culturales de las culturas de Asía y del Cercano Oriente.

RECUPERAR LA MEMORIA HISTÓRICA ANCESTRALEl Banco Genético de Información Cultural, independientemente del lugar del nacimiento, del fenotipo, de la lengua Madre que se hable, de la Culturas Madre que lo amamantó, los seres humanos nacidos en el Anáhuac, reciben la energía telúrica en la formación de su conciencia de Ser de La Madre Tierra, llamada en lengua náhuatl Tonantzin. Esa frecuencia vibracional, que afecta a todos nuestros átomos, moléculas y neuronas, nos dota de una frecuencia muy especial que nos hace ser anahuacas. La conciencia de Ser, es entonces, una chispa divina, un darse cuenta depositado en nuestro corazón, y para florecerlo, se necesita convertirse en un Guerrero de la Muerte Florecida, y a través la Guerra Florida y de las poderosas armas que nos han legado nuestros ancestros, ?Flor y Canto?, entendida la metáfora como ?equilibrio y sabiduría?, para liberarse de las cadenas de la colonización y despertar a la verdadera vida, a ser un anahuaca y trabajar por la plenitud armónica, recuperando la milenaria memoria histórica y la identidad cultural ancestral. Saber quiénes somos, de dónde venimos, para saber a dónde vamos.

Debemos de recuperar nuestra memoria y saber que somos los hijos de los hijos de la civilización que inventó el cero matemático antes que los egipcios, la que creó la primera calculadora del mundo llamada Nepohualtzintzin. La que inventó el calendario más exacto en la historia de la humanidad, que necesita un solo día, en 8320 años, para ajustarse, con cinco cuentas calendáricas totalmente interconectadas: la lunar, la solar, la venusina, la de las estrellas Pléyades y la llamada Cuenta Larga, que es el tiempo en el que el Sol hace un giro completo al centro de la galaxia. La civilización que implementó el primer sistema de educación pública, con un carácter obligatorio, público y gratuito durante más de mil años. La civilización que creó hace 1500 años y mantiene vigente hasta nuestros días, la democracia participativa más antigua de la humanidad y que se usa en cientos de municipios indígenas y campesinos en la actualidad. La que le ha dado a la humanidad 42 productos comestibles, entre los más conocidos y utilizados en el mundo están: el maíz, el chocolate y la vainilla, por citar solo tres. Así, nos podríamos extender y enumerar los importantísimos logros y aportaciones de nuestra Civilización Madre a la humanidad, pero, solo quiero agregar un dato más, que resulta muy revelador para entender la importancia y grandeza de nuestros antepasados. De las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad, en donde todas construyeron pirámides sin ponerse de acuerdo, la civilización del Anáhuac es la que construyó el mayor número de pirámides, más allá de lo que Cristóbal Colón, Hernán Cortés y Mel Gibson han dicho sobre el uso que nuestros ancestros les daban a estas magnas construcciones que fueron centros de estudio e investigación.

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