Por primera vez, mujeres de Guevea votan para elegir alcalde; todos los candidatos son varones

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Foto  Un funcionario de casilla aplica tinta indeleble a una indígena que votó ayer en el municipio de Guevea de Humboldt, Oaxaca. En septiembre de 2013 se realizaron comicios, pero no se permitió sufragar a las mujeres; 11 de ellas impugnaron el proceso y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó el 13 de junio de 2014 anular los resultados. En enero de 2015 se nombró un administrador municipal y en agosto pasado se emitió la nueva convocatoria para elegir alcaldeFoto Diana Manzo
Algunas fueron relegadas a cargos de concejales y otras se inconformaron con el método
Diana Manzo   Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de septiembre de 2016, Juchitán, Oax.
Por primera vez en la historia del municipio de Guevea de Humboldt, fundado en 1540, las mujeres votaron para elegir alcalde por sistema de usos y costumbres, como se hace en 418 de las 570 demarcaciones del estado.

Sin embargo, ni una de las tres planillas en contienda estuvo encabezada por mujeres, sino por hombres: Ignacio Castro Álvarez, Abdiel Ortiz Gazga y Martimiano Castro Guzmán.

Ellas figuran como concejales en tercero, cuarto y quinto lugares; algunas prefirieron no participar inconformes porque en la elección se usó una boleta y no fue a mano alzada, y tampoco se escribieron los resultados en un pizarrón, como en años anteriores.

A las 11:13 horas comenzó la elección, a la que acudieron unos 2 mil pobladores de la cabecera y de 16 agencias municipales; la más alejada es la de Guadalupe Guevea, cuyos pobladores llegaron dos horas después de iniciadas las votaciones.

Fue “un milagro de Dios haber ejercido mi voto”, dijo Catalina Martínez Jiménez, de 75 años de edad, quien llegó temprano a la plaza principal, acompañada de familiares.


Lucrecia Hernández Avendaño recordó: “Tengo 64 de edad. Antes sólo acompañaba a mi esposo a las asambleas. Nosotras las mujeres sólo nos ocupábamos de servir el agua y la comida en las elecciones. Hoy voté por primera vez para elegir a mi alcalde. No sabemos si ganará por el que voté, pero es histórico que lo hice”, dijo.

En México las mujeres votaron por primera vez el 3 de julio de 1955, pero en Guevea de Humboldt “el 20 de septiembre (de 2016) será un día de fiesta para nuestras mujeres. Ha habido muertes, manifestaciones, cierre de caminos y hasta disturbios sociales por no permitirles votar, hoy fue una realidad”, expresó otra.

Ningún representante o consejero del Instituto Estatal Electoral y de Participación de Oaxaca acudió como testigo; sólo hubo representantes de la Secretaría General de Gobierno.
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Nota de Toltecáyotl:

En Oaxaca existen 570 municipios, de los cuales, en 418 se siguen “los usos y costumbres ancestrales del Anáhuac”. El poder económico trasnacional se ha propuesto desaparecer esta ancestral forma de auto gobierno, en donde no entran los partidos políticos.  Sin embargo, para la ambición de las empresas interesadas en explotar los recursos naturales, esto es un obstáculo, especialmente en Oaxaca las mineros y las eólicas.Esta forma de organización comunitaria a través de la Asamblea, en donde toda la comunidad decide lo qué hay que hacer, y las autoridades solo “mandan obedeciendo” al pueblo por medio de la asamblea, LES ESTORBAN. En efecto, es más fácil comprar a un puñado de autoridades corruptas que doblegar a una comunidad. El poder económico usa al poder político, quien manda a las comunidades a personas nacidas ahí, pero que están integradas al poder político, especialmente en los centros urbanos. El dinero empieza a fluir a las cloacas y se infiltra la contaminación en las comunidades. Golpeadores, asesinos, delincuentes se ponen a favor de los intereses de las trasnacionales, así como los políticos locales. El caballito de Troya que están usando es las cuestiones de género, revueltas con la política. Se están atacando las formas de organización ancestral por intereses económicos foráneos. Resulta paradójico que todos “los defensores de las mujeres indígenas”, no mueven un dedo en el grave problema de  femidicidios que se está incrementando en el estado de Oaxaca, especialmente en los núcleos urbanos.