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LA GUELAGUETZA

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El origen ms remoto de la Guelaguetza, seguramente se sita en la formacin de la llamada Cultura Madre. En efecto, los olmecas son la cultura mas Antigua de Mxico y los expertos sitan su origen mil quinientos aos antes de la era cristiana, entre los estados de Veracruz y Tabasco.

De esta manera, podemos afirmar que todos los pueblos indgenas de Mxico y de Centroamrica, aunque son diferentes, poseen los mismos valores, principios, fiestas, usos y costumbres. Solo que cada uno le da su toque particular y en eso consiste la riqueza caleidoscpica de nuestra diversidad.

La mayora de los pueblos indgenas, desde los ms remotos tiempos de la antigedad, acostumbraban cada ao subir al "Cerro Tutelar", al cerro "Guardin" que toda comunidad posee.

Los mexicanos atvicamente hemos subido a los cerros con ofrendas, cantos y danzas, para refrendar la gracia de su proteccin ancestral. Porque nuestra cultura ancestralmente nos vincula armoniosamente con la naturaleza, con "Tonatzin", nuestra "Madre Querida".

El santuario ms importante en la actualidad en Mxico, en relacin a las fiestas que tienen relacin con el concepto de la deidad tutelar de una montaa o del interior de la Tierra, indiscutiblemente que es "El Seor de Chalma" en el Estado de Mxico.

De esta manera, en Oaxaca las tradiciones han encontrado un valladar a su destruccin y muerte. Los oaxaqueos hemos sabido guardar y proteger celosamente el rico patrimonio que nos han heredado Los Viejos Abuelos y nosotros sabemos que es nuestro mayor tesoro para enfrentar el futuro.

La Guelaguetza entonces, es una milenaria tradicin que ha sobrevivido a travs de los tiempos y que se ha ido adecuando, sin perder su base y su esencia.

La Guelaguetza es encuentro, fraternidad, solidaridad, participacin, apoyo y compromiso. Fiesta y gozo compartido!!!!

Despus de la conquista y colonizacin los pueblos vencidos del Anhuac, tuvieron que ir transformando los valores ms esenciales de su cultura, para evitar su destruccin y desaparicin en la Nueva Espaa. Es as, que la fiesta que hoy conocemos como la Guelaguetza, se fue transformando a travs del tiempo, adaptndose a los cambios y persistiendo.

Antes de la llegada de los conquistadores se realizaba una fiesta a la deidad protectora del maz "Centeocihuatl" o "Centeotl", en cuyo honor se realizaban danzas y comidas rituales.

Los festejos y ritos se realizaban en lo que ahora se conoce como Cerro del Fortn, y que antao era denominado por los zapotecos como "Tani Lao" que significa Cerro de Bellavista, y que en lengua Nhuatl se le conoce como "Huayacac", que significa ?cerro en la nariz de los huajes- pero que tambien puede tener otro significado, como "la nariz del cerro de los huajes", entendiendo como "nariz" a un conjunto de cerros que se desprenden de una sierra y forman la "parte delantera". Esto se ve en el "cerro del Tepeyac".

En Oaxaca, en la cima de este cerro, al final del periodo postclsico, los aztecas construyeron una fortaleza y a sus faldas se fund en 1486 el asentamiento de "Huaxyacac", por rdenes de Ahuizotl, el tlatuani azteca y que da origen a la actual ciudad de Oaxaca.

LA EPOCA COLONIAL

Con el advenimiento en 1521 de los conquistadores europeos, y la consiguiente evangelizacin, lo que implic la prohibicin de la religin y sus fiestas autctonas, las festividades a la diosa del maz sufrieron transformaciones. As, los colonizadores, viendo que los indgenas continuaban visitando anualmente el Cerro del Fortn, instituyeron la fiesta de la Virgen del Carmen, coincidiendo las fechas con las anteriores celebraciones prehispnicas.

Se estableci que la fiesta se celebrara el domingo 16 de julio, da de la Virgen del Carmen, y cuando no cayera el 16 en domingo entonces la fiesta se escenificara el primer lunes siguiente a dicha fecha, con su correspondiente segundo lunes a los ocho das. Debido a esto, las festividades se denominaron desde entonces como "Lunes del Cerro". Para sustituir el uso del "cempazchil", flor amarilla, de intenso aroma, que se ofrendaba a la diosa del maz, los religiosos catlicos engalanaban el templo con flores blancas, especialmente azucenas, que se daban en esas fechas en el campo de manera silvestre.

Se inici as el proceso de sincretismo que enmarca hoy da a las festividades del Lunes del Cerro y que es un fiel reflejo de la mayora de las tradiciones y costumbres de Mxico, donde la base es indgena y se ha ido mezclando con tradiciones europeas, africanas y orientales.

Los festejos cristianos aadieron nuevos elementos y significados, algunos de ellos ya extintos en las festividades actuales, pero cuya trascendencia sigue vigente en muchos festejos populares de las comunidades del estado. Entre stos, destacan las danzas de "Gigantes" y el desfile de las "Marmotas", que se efectuaban despus de las celebraciones litrgicas en honor de la Virgen del Carmen, dando pie a procesiones populares, donde las gentes iban ataviadas con disfraces ridculos y cargando las marmotas.

LA TRADICIN DE LA GULAGUETZA.

Los pueblos indios de Oaxaca han sabido mantener las bases de la herencia cultural de sus antepasados Los Viejos Abuelos.

Esta base ha sido su tesoro y su fuerza para enfrentar los desafos de la colonizacin y la explotacin. Estas tradiciones y costumbres, son las que permiten que los pueblos se mantengan arraigados a su tierra y son una defensa de la agresin cultural.

No son, simples "costumbres folklricas", pues el atento observador podr encontrar en el fondo de cada una de ellas, valores y principios que alientan la solidaridad, la fraternidad, fortalecen los lazos familiares, coadyuvan al fomento de la buena vecindad, entre personas y comunidades.

Pero fundamentalmente puede uno observar los valores msticos y espirituales que los indgenas han conservado como el mayor legado de la antigedad. En efecto, el sentido mstico y espiritual, por la vida y el mundo, est presente en estas fiestas, tradiciones, usos y costumbres. Y son refrendadas cclicamente por todos los miembros de la comunidad.

Por todo el estado de Oaxaca y por todo el pas, encontramos estas milenarias formas de organizacin social y familiar. Como el "tequio", el trabajo sin pago por la mejora de la comunidad. El Sistema de Cargos, donde se le ensea al individuo desde la primera juventud a SERVIR A SU COMUNIDAD, como el mayor privilegio y don de un individuo. La Asamblea, como el rgano autnticamente democrtico, en el que realmente las autoridades, "mandan obedeciendo". Y un sin numero de tradiciones y costumbres que, a pesar de tener ligeras variantes y cambiar de nombres, en muchas partes del estado de Oaxaca y en todo Mxico se siguen llevando acabo. Defendiendo con esto nuestra milenaria raz indgena.

LA GUELAGUETZA EN LA ACTUALIDAD.

Durante los turbulentos aos del siglo XIX, las festividades de las procesiones del ?Lunes del Cerro? perdieron gran parte de la fastuosidad de las procesiones de la poca colonial. No obstante, la costumbre de festejar a la Virgen del Carmen, e ir posteriormente el primero y segundo lunes al cerro, prosigui. En estas pocas las familias preparaban almuerzos y comidas que disfrutaban en el cerro. Despus iban a tomar exquisitas nieves de frutas y degustaban ricas golosinas, siempre disfrutando de la msica de bandas de aliento.

Hacia 1928-1930 se trat de dar mayor realce a las festividades y se incluy por primera vez la escenificacin de la "Danza de la Pluma", propia de varios pueblos zapotecos y mixtecos de Valles Centrales, que es una representacin que hicieron los indgenas de la Conquista.

Los antecedentes contemporneos de la presentacin de bailes regionales dentro de la Guelaguetza se remontan al ao de 1932, cuando se celebr el IV centenario de haberse otorgado a Oaxaca el rango de ciudad, realizndose un "Homenaje Racial" en el que las diferentes regiones del estado dedicaron cuadros de danza en honor de la capital, celebrndose adems el concurso para seleccionar a la "Seorita Oaxaca".

En esa ocasin, Oaxaca recibi la vista del Presidente de la Republica que lleg a la ciudad en el famoso "Tren Verde Olivo". Oaxaca acababa de pasar por terribles terremotos que la haban dejado en bancarrota. Por ello, y para darle realce a la vista presidencial se invit por primera vez a las seis regiones que nunca haban participado en la Fiesta del Lunes del Cerro.

Esta fue la primera vez que en el Cerro del Fortn participaron todas las regiones y se le llam. "Homenaje racial". Cuenta la leyenda que la delegacin de la Sierra Norte, sabiendo que estaran frente al Presidente de la Republica. Antes de presentar sus bailes, le empezaron a entregar su "Guelaguetza", consistente en productos y artesanas de la regin.

Al presidente de inmediato se la inform que la "Guelaguetza" es una institucin cultural, una tradicin milenaria de los pueblos indgenas de Oaxaca, que consiste en la solidaridad y el apoyo mutuo entre personas, familias y comunidades, cuando estos tienen "un compromiso". Cuando terminaron sus bailes, la delegacin se dirigi al Presidente y de manera formal, y le pidieron "en Guelaguetza", que les construyera una escuela; y el presidente emocionado, en ese momento se comprometi con la obra.

A partir de esa ocasin, se empez a generalizar que las delegaciones llevaran regalos, en "Guelaguetza" para las autoridades. Con el tiempo, los presentes se reparten tambin entre los espectadores, tal y como sucede en la actualidad.

Esta es una de las razones por las cuales, a la Fiesta de la Rotonda de las Azucenas, se le llam "El Lunes del Cerro y actualmente hoy se le conoce como "La Guelaguetza".

A partir de 1951, las festividades del Lunes del Cerro adoptan el trmino popular de la "Guelaguetza", debido a que las delegaciones regionales acostumbran traer, para regalar entre el pblico, productos artesanales, frutas y bebidas, adems de ofrendar a los concurrentes su msica y sus bailes. Ambos aspectos de las festividades del "Lunes del Cerro" y el vocablo "Guelaguetza" identifican al conjunto de actividades realizadas durante el primero y el segundo "Lunes del Cerro".

Como parte de stas, desde 1968 cada delegacin presenta una candidata al ttulo de "Diosa Centeotl". La elegida es investida pblicamente y preside las festividades, que se realizan desde 1974 en el auditorio del Cerro del Fortn, situado donde anteriormente se levantaba una rotonda al aire libre conocida como "Rotonda de la Azucena", sede original de las modernas festividades de la Guelaguetza. Esta fue la razn por la cual, la nica vez que la Guelaguetza no se ha escenificado en el Cerro del Fortn, fue en el ao de 1973, mientras se construa el Auditorio Guelaguetza. Ese ao la fiesta se llev en la zona deportiva del Instituto Tecnolgico de Oaxaca, que tambin esta ubicado a los pies del cerro del Fortn.

Adems de los bailes y danzas regionales presentadas en el Auditorio del Cerro del Fortn, y la eleccin de la Diosa Centeotl, se llevan a cabo diversas actividades artsticas y culturales paralelas en el lapso comprendido entre el primero y el Segundo Lunes del Cerro.

Acaso como una expresin original de una cultura popular la Guelaguetza haya perdido autenticidad, pero su fuerza festiva pervive lo ritual junto a lo profano, subsiste un modo propio y nico de ser y de entender al mundo, en el cual es posible descubrir una riqueza de expresiones que revela el colorido de la diversidad cultural que caracteriza a todo Mxico y, especialmente, al estado de Oaxaca.

SIGNIFICADO DE LA GULAGUETZA.

La mayora de las comunidades indgenas de Oaxaca y del pas entero, mantienen como uno de sus ELEMENTOS CULTURALES ms importantes la solidaridad y el apoyo mutuo. Ms que una costumbre es una actitud en la vida. La valoracin social encuentra en la fraternidad, el apoyo y el servicio el ms alto reconocimiento comunitario.

La Guelaguetza entonces es una arraigada costumbre indgena desde los ms remotos tiempos Mesoamericanos. Hunde sus races probamente cuando los seres humanos domesticaron las plantas, iniciaron la agricultura e inventaron el maz.

Salir desde el fondo de las ms obscuras cavernas y llegar a construir majestuosos e impresionantes testimonios de la grandeza humana, donde la piedra ha sido transformada por la fuerza del espritu, dejando deslumbrantes creaciones como Monte Alban, Mitla o Teotihuacan, no pudieron lograrse sin la organizacin comunitaria y la solidaridad.

Al pensar en nuestra maravillosa herencia cultural indgena, que ha sido declarada por la UNESCO como PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD... es necesario pensar en la Guelaguetza como una institucin comunitaria que hizo posible este milagro del espritu.

As, hoy como ayer, los pueblos oaxaqueos resuelven los grandes y pequeos "compromisos" de la vida, ya sea entre individuos, como entre familias o pueblos, a travs de la Guelaguetza. Slo con la solidaridad y el apoyo mutuo las grandes culturas han logrado trascender.

No es en vano que los oaxaqueos se distingan en el mosaico pluricultural de la nacin mexicana, como uno de los pueblos que ms ama y respeta a sus tradiciones y costumbres. Pues saben que en ellas esta depositado un inconmensurable tesoro. Por eso Oaxaca es la reserva espiritual de Mxico.

As la Guelaguetza nace desde en el ceno de la familia. Su unin y fraternidad estn sobre todas las cosas. El sentido de proteccin y apoyo corre por las venas de la familia y se riega en todo el pueblo, ya sea por parentesco, amistad o sencillamente por la solidaridad llanamente.

Este tipo de presentes, realizados en ocasiones muy especiales, se acostumbra entre los zapotecos para corresponder a atenciones o servicios prestados por una persona o familia y se conocen como "Guelaguetza", vocablo zapoteca, sobre cuyo significado an hay polmica. La importancia de esta costumbre destaca el tomar en cuenta que en muchos pueblos de los Valles Centrales las familias registran en un libro la ayuda recibida bajo esa manifestacin de fraternidad a fin de saber con precisin cules son las obligaciones contradas, a las cuales, a su vez, hay que corresponder con un tanto ms. Se acostumbra dar Guelaguetza en los nacimientos, bautizos, quince aos, casamientos y los funerales, ofreciendo ritualmente a los contrayentes o familiares comida, guajolotes, cigarros, mezcal o dinero, situaciones que debern ser retribuidas de igual manera por los beneficiarios, establecindose as una extensa red de compromisos sociales.

La Guelaguetza tambin se realiza para corresponder a quienes ayudan en las labores de la siembra o la cosecha.

En el Istmo de Tehuantepec se dice que la palabra Guelaguetza deriva de la palabra zapoteca "Guendaliza", que hace alusin a "una actitud, una cualidad con la que se nace; un sentimiento por medio del cual el zapoteco acepta, sirve y ama a su prjimo; es el sentimiento de parentesco, de hermandad, de compartir con todos los hermanos lo mejor de la naturaleza y de la vida"

LA DANZA DE LA PLUMA EN LA GUELAGUETZA.

Cada regin se ha identificado con uno o dos bailes, pues es tan rica la variedad cultural que es imposible hablar de un solo traje o bailable regional. Pero sin lugar a dudas, la Guelaguetza se identifica con el Danzante de la Pluma. Tanto porque fue la primera danza institucionalizada en estas fiestas, como porque por su vestuario y ejecucin en s misma, es de sorprendente belleza.

La Danza de la Pluma es un Elemento Cultural en las comunidades zapotecas de los Valles Centrales. Ser miembro de esta danza es motivo de orgullo familiar, toda vez que se hace a travs de una "manda" y el danzante la escenificar por tres aos consecutivos. Pondr de su bolsillo todos los gastos de indumentaria y los que sean necesarios. Es un sacrificio y una disciplina, no cualquiera pude aguantar este compromiso tan pesado, constante y oneroso.

Sin embargo, resulta una distincin para la familia que un miembro de ella baile y mantenga la tradicin. Esta danza es de las ms antiguas que actualmente tenemos como una herencia prehispnica, pues la mayora sufrieron cambios dramticos durante la poca colonial y las surgidas en el periodo colonial, fueron "impuestas" por los misioneros para evangelizar, aunque los indgenas se las "apropiaron", como es el caso de las famosas danzas de "moros y cristianos", donde el bien y el mal, son los valores que unen a las dos culturas.

Lo sobresaliente de la danza de la Pluma, es que no fue creada por los misioneros, sino por los propios indgenas zapotecos. Para que no se perdiera de la memoria histrica del pueblo, la invasin espaola. Esta danza, en los pueblos tiene una dilacin de tres das, de la maana a la tarde. Posee 29 bailes entre valses, chotis, himnos, cuadrillas y bailes "vigorosos" o de guerreros. Y tal vez lo ms importante y que el espectador nefito no valora, nos referimos a los veros que son dichos a manera de dilogos, entre El Moctezuma y Cortes, as como las malinches. La Danza de la Pluma es el orgullo de los zapotecas y el emblema de la Guelaguetza.

Los zapotecos son un pueblo indmito que se ha negado a perder su cultura, porque sabe histricamente que en el momento que la pierdan desaparecern para siempre de este mundo.

Ese Moctezuma que salta en busca de las alturas, junto con sus Guerreros, es el smbolo espiritual de la bsqueda de la liberacin de este noble pueblo. Mientras los jvenes oaxaqueos sigan bailando sus danzas y sigan participando en las tradiciones junto con sus padres, el espritu de Los Viejos Abuelos seguir viviendo en ellos y en los hijos de ellos y la cultura zapoteca seguir dando sus flores y sus frutos.

LA OCTAVA.

Es una tradicin religiosa, despus de pasados los ocho das de la fiesta patronal, "hacer la octava" o repeticin. La Fiesta de la Guelaguetza entonces esta compuesta de dos presentaciones. Las dos igual de importantes cada una. Sobre todo porque en cada presentacin se cambian algunas delegaciones. En efecto, Oaxaca tiene ocho mil comunidades y 570 municipios y 17 grupos tnicos diferentes, razn por la cual, existen muchas danzas y bailables de una misma regin. Por supuesto que existen bailes y danzas que son inamovibles como, La Danza de la Pluma, Las Chinas Oaxaqueas, los sones y jarabes mixtecos y zapotecos; pero aun entre ellos, existen sus variantes de un pueblo a otro de la misma regin. De modo que s uno pude disfrutar la Guelaguetza y la Octava, seguramente que no se arrepentir, adems que el Comit Organizador, compuesto por gente conocedora de la riqueza cultural del estado, procura invitar las mejores manifestaciones de cada regin.

LAS REGIONES.

Durante muchos aos se hablaba de siete regiones. Los Valles Centrales, La Sierra Norte o Jurez, La Costa, La Caada, El Istmo, La Mixteca, Tuxtepec o la Regin del Papaluapan. A partir de la dcada de los noventas se empez a hablar de una octava regin, La Sierra Sur, pues anteriormente se englobaba en la regin de la Costa a la Sierra Sur y de hecho, la parte de la cadena montaosa que extiende su ladera a los Valles Centrales, es muy diferente a la que da hacia el mar, por ello ahora existe esta "otra regin", que por su diferencia cultural pude ocupar un lugar en la Guelaguetza.

LA GUELGUETZA COMO VALIOSO ELEMENTO CULTURAL.

Acaso milenios han pasado desde que por primera vez los que hoy nos llamamos oaxaqueos nos organizamos para subir al cerro tutelar y celebrar con l, la gracias de su proteccin. Seguramente esta fiesta, con su sentido filosfico, religioso y sociolgico, fue cambiando en el periodo precuahutmico. Seguramente que no fue la misma fiesta en el periodo preclsico, quinientos aos antes de Cristo, cuando se estaban haciendo los primeros trazos de Monte Alban y la Cultura Olmeca imprima su influencia en Oaxaca. Ni debi ser la misma en el esplendor mesoamericano all por la cuarta centuria de la era cristiana, donde la influencia Teotihuacana modelaba a Monte Alban en su apogeo. Ni si quiera parecida a la que se dio en el periodo postclsico o decadente, cuando tenia siglos Monte Alban de ser abandonado y los aztecas invasores se llegaban a estas tierras en busca de un camino a Centroamrica.

De los tres siglos de colonia que fueron un verdadero infierno para nuestros Viejos Abuelos, pues de un tajo quedo cercenada y prohibida su cultura, motivo por el cual, tuvo que hacer muchas concesiones y adaptaciones para que lo ms elemental de la tradicin se mantuviera, como es el subir al cerro tutelar y compartir con l. No importando que ahora se celebrara a una Virgen trada del otro lado del mar, producto de otra religin. Lo importante, lo "esencial" se mantuvo a pesar de los pesares y adems se enriqueci con los elementos culturales forneos, que los oaxaqueos supimos apropiarnos para incorpralos afortunadamente a nuestra cultura.

Durante el siglo XIX, cuando los criollos iniciaron "su aventura" de crear una nacin "moderna", como las que estaban surgiendo en Europa, las Fiestas de la Virgen del Carmen se transformaron en los "Lunes del Cerro" y el pueblo de Oaxaca, suba buclicamente al cerro a gozar de "un da de campo", llevaban comida, bebida, msica y bajaban al atardecer.

A partir de 1932 la Fiesta empieza a cambiar a partir de la celebracin de los 400 aos de Oaxaca haba recibido el titulo de "ciudad" por el rey de Espaa en 1532. El "Homenaje Racial" como as se llam a este evento, es el modelo ms cercano a lo que hoy conocemos como la Guelaguetza, pues como dijimos anteriormente, se invito a las regiones a participar.

Actualmente la Fiesta de la Guelaguetza esta en manos del gobierno. A pesar de ser un gran atractivo turstico, sigue participando el pueblo-pueblo. Ya que tres quintas partes del Auditorio siguen teniendo acceso libre. El oaxaqueo se identifica y goza con el turista de su fiesta, sabe compartir en guelaguetza con l. El visitante se sentir integrado a una fiesta popular y autentica, a pesar de lo comercializada que pueda estar. La Guelaguetza es una de las expresiones ms ntidas del Espritu indgena oaxaqueo.

Adems, la Guelaguetza cumple una valiosa funcin de integracin poltica y cultural. En efecto, un estado con la difcil orografa de Oaxaca, con la ms grande diversidad cultural del pas y del mundo; pues un pequeo espacio geogrfico ha convivido por miles de aos 17 culturas totalmente diferentes una de la otra. Tienen un da y un lugar, para encontrarse y hermanarse con "flores y cantos", en torno a los tres poderes del estado, que siempre estn presentes.

Seguramente que la Guelaguetza s ira modificando con el tiempo, pues es una expresin viva de un pueblo que todos los das cambia. La Guelaguetza no sale de un museo, viene la gente de todas las regiones del estado a traer su msica, su danza, sus obsequios y sus esperanzas. Pero lo ms esencial de esta fiesta, seguramente que seguir vivo. As lo creo cuando veo el Auditorio Guelaguetza repleto de gente en medio de un Sol radiante e inclemente y en las escaleras del Fortn, un ro humano que sigue, atvicamente subiendo al cerro.

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