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Figurilla de oro.

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Figurilla de oro.
El Chichimeco FB
Se desconoce el sitio exacto donde se encontró esta pieza, pero se estima que fue en los alrededores del valle de México y su temporalidad se encuentra entre 1300 ? 1500 d. C., está elaborada con una aleación de cobre, plata y oro. Representa un guerrero que porta en su mano derecha un lanza-dardos del que cuelga un cascabel, en la izquierda porta un escudo, un manojo de dardos y un estandarte, su maxtle es sencillo y también cuelgan de él cascabeles. Respecto a su rostro son apreciables sus elaborados pendientes, su pelo trenzado que cuelga al frente, su tocado que presenta motivos solares y su septum, que denota la alta jerarquía del personaje. Se estima que en su pecho pudo haber contenido una piedra preciosa o algún otro objeto.

Figurilla de oro.La espalda de la escultura es por demás curiosa y muestra tanto su funcionalidad como el significado de esta, a la altura de los omóplatos se aprecian dos argollas que demuestran que la escultura fue portada como una insignia, quizá como collar colgando frente al pecho. Presenta dos tonalmachiyotl o fechas calendáricas, la primera el ome-ocelotl y la segunda yei-atlachinolli. Entre las fechas descritas en la obra de Bernardino de Sahagún, no figura el ome-ocelotl ni el yei-atl como días prósperos e incluso ambos son descritos como nefastos por la trecena a la que pertenecen, no obstante, otros códices como el Vaticano B o Cospi, ligan al jaguar, aunque cabe destacar que no presenta numeral, a deidades como Xiuhtecuhtli y el sacrificio a honra del sol, así como a algunas de las insignias de la deidad como los son la xiuhcoatl.
Para los nahuas del centro de México el ce-ocelotl era uno de los nombres de Xipe Totec, quien también era señor de los orfebres y los guerreros. Se consideraba al buen orfebre como un individuo capaz de separar los metales preciosos del resto de las impurezas de la roca y el investigador Carlos Javier Gonzalez señala que existió una asociación similar entre la piel desollada y el oro, además, estos dos objetos eran tenidos como tratamiento para las enfermedades de la piel, los que padecían yagas o sarna incluso pedían las pieles desolladas para encontrar alivio, el oro también recordaba la transformación del buboso nanahuatzin en sol y por ende curaba tal enfermedad.
El atlachinolli es uno de los símbolos más representativos de la guerra por lo que su aparición en la escultura de un guerrero no es del todo extraña y aunque los numerales y en este último caso el tonalli no figure dentro del tonalpohualli, es posible hacer una asociación directa de esta escultura con Xiuhtecuhtli, Xipe Totec, la guerra y el sacrificio. Finalmente las diferencias con el tonalpohualli mexica quizá nos indiquen que esta escultura estuvo más cerca a la mixteca y que la apertura de su pecho refleje la muerte ritual del cautivo otorgado, por el portador de esta insignia.
Fuentes:
Anales de Cuauhtitlan y Leyenda de los Soles.
Bernardino de Sahagún, Historia de las Cosas de Nueva España
Carlos Javier Gonzalez Gonzales, Xipe Totec Guerra y Regeneración del Maíz en la Religión Mexica.
Imagen: The Cleaveland Museum of Art.

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