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CRIOLLOS RICOS EVADEN LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA NACIÓN

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México es una franquicia abierta para que los extranjeros puedan venir a explotar y depredar. Los pueblos originarios del Anáhuac vivieron 7500 años de un desarrollo humano endógeno, sin ninguna imposición cultural venida de fuera.

 

En 1521 se consumó el inicio de una invasión que ha durado cinco siglos. Los españoles invadieron, destruyeron, prohibieron y asesinaron a un pueblo y su cultura que, absolutamente nada les había hecho. Destruyeron sus milenarias instituciones, leyes y autoridades, e impusieron nuevas instituciones, leyes y autoridades de carácter colonial. Es decir, que no implantaron en México las leyes, autoridades e instituciones de España, que pretendían alentar el desarrollo del pueblo español. No, por el contrario, las leyes, las autoridades y las instituciones que crearon los españoles en México eran para explotar a los indígenas, depredar sus recursos naturales y organizar y regularizar a los españoles en su aberrante empresa.

 

Cuando a principios de 1800 los españoles criollos se levantaron en contra de sus parientes los españoles peninsulares, usaron a la gran masa indígena como carne de cañón. Hidalgo en el “Grito de Dolores” echó vítores a los reyes de España y arengó a los indígenas a “matar gachupines”. Cuando los criollos vencieron, expulsaron a los gachupines creando la primera gran fuga de capitales, naciendo en banca rota “su joven nación” llamada México.

 

Durante el siglo XIX los criollos se pelearon por el poder unos contra otros desde sus partidos, Conservador (PAN) y Liberal (PRI). No desmantelaron el sistema colonial de explotación, simplemente desplazaron a los gachupines en el vértice superior del sistema de castas y ellos han mantenido la explotación colonial, solamente han “maquillado” sucesivamente el sistema durante estos doscientos años. México es un país colonial, con un sistema de castas y dividido entre vencedores y vencidos, con millones de personas sin nada y unos cuantos con todo. Que se digan las cosas claramente, sin miedos, mojigaterías o eufemismos.

 

En efecto, la sociedad mexicana es una sociedad de “criollos para criollos”, donde los indios, yopes, nacos, morenitos, peladitos, tienen muy poco acceso al poder y a las oportunidades. Los criollos tienen una actitud hipócrita, niegan que sean racistas y lo son en extremo. Se asumen patrioteramente a su conveniencia como “mexicanos”, pero al menor peligro de sus intereses económicos, sacan sus capitales del país y corren a las embajadas de “sus supuestos” países a pedir auxilio y protección. Tratan de casarse entre ellos. Crean sus propias escuelas, centros de recreo, clubes, etc. Celebran sus fiestas patrias y sus tradiciones. Desprecian a los pueblos originarios y crean verdaderas mafias entre ellos y hacen alianzas comerciales y políticas en contra de los mestizos e indígenas hasta dejar en la pobreza al pueblo que les dio asilo. Porque la mayoría de los criollos fueron expulsados de sus países con una mano atrás y otra adelante, llegando hundidos en la pobreza.

 

Se molestan mucho cuando un indígena o un mestizo expresa públicamente esta situación. ¡Los únicos verdaderos “mexicanos” son ellos!, los dueños de las empresas, los comercios, la economía, los inmuebles, tierras y el dinero. El “México de ellos”, su México, va por buen camino. Sólo requieren nuevas reformas para minimizar al Estado y que se les entreguen todas las riquezas del país. Necesitan acabar con todos los derechos de los trabajadores para poder explotarlos mejor. Necesitan cambiar la Constitución para apropiarse de los recursos naturales, las pocas empresas paraestatales que le quedan a “los naturales”.

 

Esta gente depredadora y deshumanizada, no es MEXICANA o española, italiana, francesa, judía o libanesa. Ya no es, ni lo uno ni lo otro. En sus países de origen no los quieren y aquí el pueblo les guarda un gran rencor y ellos mismos deprecian al pueblo que les ha dado todo cuanto tienen. No son ni de aquí ni de allá. Están perdidos en un laberinto de soberbia, avaricia y deshumanización.

 

El “México bronco” tiene mucho que ver con ese resentimiento que se ha ido acumulado y guardado durante estos 5 siglos de injusticia y explotación. Cada siglo explota como un volcán violento. Los criollos son ingenuos al pensar que por lograr que estos problemas no sean ventilados públicamente, estos problemas NO EXISTEN. Totalmente falso, existen y le duelen mucho a los pueblos originarios y a la cultura madre, que ha sido sistemáticamente violada, destruida y negada. Al mexicano verdadero cada vez le duele más esta injusticia cinco centenaria. Le duele hoy más que nunca, porque, además, no tiene trabajo, no tiene tierra, no le alcanza el salario mínimo, sus hijos y jóvenes no tienen futuro, la educación es un fraude, no existe justicia y seguridad social para ellos. Cada día su vida se torna en un verdadero infierno, sin esperanza alguna. El problema hoy esta creciendo más que nunca en estos 5 siglos y no se le quiere reconocer.

 

Los criollos y la “gente decente” se molestan, se inquietan, se asustan, cuando se toca este tema. Como el avestruz, quieren meter la cabeza en la televisión y decir que aquí, no pasa nada, que esto no es verdad, que todos los mexicanos somos iguales y que todos tenemos las mismas oportunidades y que todos somos felices como en el canal de las barras y las estrellas. Pero no es cierto. La injusticia, el desprecio a la forma de ser, a su cultura, a su fenotipo, esta colmando su paciencia y mansedumbre. El cinismo y voracidad de los criollos esta despertando nuevamente al “México bronco”. Conocer el pasado para entender el presente y vislumbrar el futuro.

 

Esto no es una “conjetura” del que escribe esta reflexión, amable lector. Es una realidad que los criollos ricos no quieren ver y mucho menos hablar de ello. Pero un dato del INEGI pone en relieve lo aquí se expone: De enero a agosto de este año los ingresos por la venta de petróleo y los ingresos por las remesas de los mexicanos en E.U., fueron superados por las compras en artículos suntuarios “de super lujo” de las familias más ricas del país. Es decir, que los ricos gastan en lujos, mucho más dinero, que lo que entra en divisas al país por petróleo o por los 20 millones de pobres en E.U. El INEGI puntualiza que no se incluyen bienes de capital, solo autos de lujo, aviones, pieles, joyas, etc. Compras en el extranjero de los criollos ricos, de la gente bonita.

 

El “México de los criollos” es un país pobre y de pobres (mestizos e indígenas), con unos cuantos ricos (criollos), muy ricos y despilfarradores. Si los criollos ricos fueran verdaderamente mexicanos se preocuparían por el 72% de la población que según la IBERO están en condiciones de pobreza. Es decir, que no logran satisfacer correctamente sus necesidades básicas. Si realmente fueran mexicanos, dejarían de derrochar el dinero y se preocuparían por pagar mejores salarios y dar mejores prestaciones a sus miserables empleados y obreros, pagar puntualmente todos los impuestos y usar su poder económico para elevar la calidad y el nivel de vida de millones y millones de mexicanos que no tienen nada. Si fueran verdaderos mexicanos lucharían por construir un futuro mejor para todo el pueblo, y no sólo para unos cuantos... No pueden unos cuantos tener todo el dinero y derrocharlo en lujos superfluos y millones de mexicanos no tener lo mínimo indispensable para sobrevivir.

 

Se que a las “buenas conciencias” les molesta que se hable de este tema... “y, sin embargo, se mueve”.

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