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El universo mesoamericano. Conceptos integradores (Fragmento) Rubén B. Morante López

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El universo mesoamericano. Conceptos integradores (Fragmento)
<br>Rubén B. Morante López
La cruz-maíz como síntesis cósmica
La expectativa de tener buenas lluvias durante la época de siembra estaba entonces vinculada con los cambios climático y a su vez los nombres calendá ricos de los meses debían estar acordes con los ritos, y paralelamente éstos debían seguir al ciclo a grícola. Xopan la primera mitad del año, era la época crítica para la agricultura de temporal, la época dedicada a las deidades femeninas asociadas con la tierra y la vegetación, la región oscura de los muertos y el inframundo, vinculada con la Luna, Venus y las Pléyades.

Relatos como la Leyenda de los Soles y el Popol Vuh narran la manera en que la planta de maíz se convierte en el eje del universo al vincular sus tres planos y sus cuatro rumbos. El Popol Vuh habla de los hombres-maíz verdaderos, que emergen del Xibalba-inframundo, después de derrotar a los moradores de esa región. En la Leyenda de los Soles es Quetzalcoatl quien desciende al mundo inferior para tomar los granos de maíz que retenían las hormigas. En otros casos el héroe es la hormiga, que va al interior del cerro de los mantenimientos a traer el maíz para dárselo al hombre. La hormiga agrícola (Pogonomyrmex barbatus) nativa de México, conocida en Chiapas como zompopo, lleva granos de maíz y otras gramíneas a su hormiguero. Si los granos germinan los sacan, depositándolos cerca del montículo del hormiguero. Ahí, más tarde, si las condiciones son propicias, se desarrolla una nueva planta. ¿Acaso el mito del origen del maíz en la Leyenda de los Soles se derivó de una observación de los hábitos de estas hormigas? Los zoques, estrechamente relacionados con los olmecas, tienen una leyenda que habla del Cerro Santo de donde nuku, la hormiga chicatana, sacaba el maíz por un hoyito.

El universo mesoamericano. Conceptos integradores (Fragmento)
<br>Rubén B. Morante LópezLos colores del maíz, xiuhtotlaolli, iztactlaolli o coztictlaolli, yauhtlaolli y matlactlaolli, aparecen en relación con los cuatro colores de los rumbos cardinales: rojo, blanco o amarillo, negro y azul. Ello vincula al maíz con los dioses de la noche, las montañas y las cuevas, que a su vez podían desdoblarse en los señores de los cuatro rumbos del universo y el centro. Tal es el caso de Quetzalcoatl, Tlaloc, Yohualtecuhtli, Tezcatlipoca, Tepeyolohtli y Tonacatecuhtli. El primero de ellos ha sido considerado por Florescano (1993, 31) como el dios original del maíz, que tuvo a su paralelo maya en Hun Nal Ye.

La cosmovisión mesoamericana se fue construyendo durante milenios en torno a la planta por excelencia: el maíz, el cual muchas veces se sembraba junto con el frijol. Los tiempos y los actores de los mitos se entretejen con el ciclo agrícola del maíz. El mismo calendario sagrado parece regirse por el desarrollo de la planta, sujeto a su vez a los periodos de la naturaleza, regulados por el movimiento terrestre, que bajo la visión geocéntrica de las culturas primitivas se interpreta como un movimiento de los astros. Cada etapa en el ciclo de vida del maíz es regida por un dios distinto: Tlaloc y Chalchiuhtlicue dominan el momento de preparar los campos para la siembra, Xilonen es la diosa de la mazorca tierna; Chicomecoatl, el dios del maíz maduro; Centeotl, Centeocihuatl o Imatecuhtli son dioses de la semilla seca, y Tezcatlipoca, de la cosecha.

Al señalar los solsticios, las bandas cruzadas indican el xihuitl, año agrícola prehispánico, ya que el regreso del Sol a los puntos solsticiales completaba el ciclo de 365 días. La voz xihuitl se relaciona con el símbolo del "brote de maíz": xiuhyoa refiere a la formación de la planta de maíz y xiuhyotia significa el brotar de los retoños. El esquema espacial formado por cinco puntos está, sin duda, relacionado con la idea de los rumbos del universo y el centro. Tal vez su primera representación se encuentre entre los olmecas del Preclásico Inferior, y se advierte también en Monte Albán.

Coatl, el tiempo; Cuauhtli-Tepetl, el espacio

En el centro de México, los sitios sagrados se disponen en relación con los puntos significativos del paisaje, la pirámide se convierte en el cerro sagrado y el templo en la cueva que engulle al sacerdote durante los rituales que reviven el tiempo cósmico de la creación del hombre y el maíz. La montaña guarda en su interior el maíz, el agua-turquesa, o sea todas las riquezas. Al entrar al templo el sacerdote reproduce el mito de la creación del hombre y el maíz. En ese espacio infraterreno el tiempo se maneja en otra dimensión. En la sierra náhuatl de Zongolica (Veracruz) se cree que al entrar a las cuevas se pierde la noción del tiempo, pues al salir una persona puede creer que han pasado "...hasta siete años" (M. Ángel Tepole, informante). Los mascarones que comienzan a aparecer en los templos mayas desde el Preclásico son las ventanas del inframundo: las fauces del monstruo terrestre cuyo cuerpo serpentino representa una cueva.

En los subterráneos de algunas estructuras, como la de Oxkintok, Yucatán, se construyeron túneles que simulan caminos que unen el mundo de los vivos con el de los ancestros. Son las fauces del monstruo de la tierra que engullen a Pacal en Palenque, desde cuyo sarcófago ascendía una serpiente de estuco como lazo mágico entre la tumba y el templo (A. Ruz, 1969: 42). En Yaxuná, Yucatán, hay un tipo de subterráneos estudiado por Freidel y Suhler (1998: 31), quienes les llaman estómagos-túneles, serpientes-montaña y corredores serpentinos que forman una figura cuadrifoliada a través de la cual el gobernante tenía contacto con sus ancestros y emergía como el maíz, legitimando así su poder. De acuerdo con Juan A. Valdés (1993, 157), tales monstruos se ven en el cinturón de los gobernantes y representan al Ahau (señor), al dios solar o al dios jaguar del inframundo. En el llamado Calendario Azteca dos serpientes transportan al Sol por un firmamento donde aparecen los veinte días del calendario.

Las bandas cruzadas son una constante que simboliza el día (ollin) en casi todos los calendarios del centro de México y Oaxaca. Se presentan en algunos casos como un entrelazamiento o como dos cuerpos serpentinos, lo que da movilidad al signo, haciéndolo parecer un ocho acostado y denominando al día "serpiente", Coatl. En estos casos, al parecer, se mezclan dos emblemas cósmicos: "bandas cruzadas" y ollin, difícil de separar porque uno antecede al otro. Entre los mayas encontraremos el signo de Kinh (fig. 7). Dice León Portilla (1986: 110) que la cronovisión de los antiguos astrónomos y sabios era una concepción integral del "universo en que lo espacial, lo viviente y lo humano derivan su ser de la atmósfera siempre cambiante de Kinh, el tiempo cíclico,suma de rostros de la divinidad".

Chicomoztoc, Coatepetl y Tlilan Tlapallan -la región del negro y del rojo (oriente)- tienen en su topónimo a la serpiente: el tiempo. Coatl es la dualidad y aquí advertimos una concepción bipolar, que convive y que acaso engloba la visión cuatripartita del cosmos, los "...dos grandes conjuntos de fuerzas opuestas..." a que se refiere López Austin (1994: 224) y que están sintetizados en los conceptos de Tamoanchan y Tlalocan, el primero como el punto donde se conectan las fuerzas celestes y terrestres. "Tamoanchan es uno, cuatro y cinco al mismo tiempo... es doble síntesis: de la horizontalidad del cosmos, como árbol de cuatro colores, y de la verticalidad del cosmos, como árbol de dos ramales..." (Ib., p. 225). Árbol (cuauhtli) que junto con el cerro (tépetl) sostendrá el cielo y hundirá sus raíces en el inframundo.

Tiempo, calendario y destino

Si el tiempo es sustancia mágica que desciende de los cielos a la tierra y que desaparece en el inframundo, el mismo calendario debía ser inventado por los dioses para regir la vida del hombre, para determinar las cargas que el destino deparaba a todo lo existente. Los sacerdotes zapotecos, junto con su libro adivinatorio, manejaban el sistema de echar suertes con granos de maíz, que en total son 13, un número clave en la calendárica zapoteca, ya que también son 13 los dioses y los días de la semana en el piye (calendario de 260 días).

En los calendarios de toda Mesoamérica hubo dos cuentas. Una es de 365 días, inspirada en los movimientos solares (xiuhmolpilli) y que se conoce como calendario civil o agrícola. La otra cuenta sagrada era el periodo de 260 días. Estos calendarios operaban simultáneamente en un periodo de 52 xihuitls y, al igual que los meses divididos en veintenas, son los rasgos más característicos del almanaque prehispánico.

El ciclo más complejo era el tonalpohualli, y para manejarlo los sacerdotes se auxiliaban del tonalamatl, libro donde se representaba el universo mediante esquemas cósmicos integradores que servían para el vaticinio. Son libros que tratan de los diferentes periodos y sus divisiones según las deidades que los regían. La información calendárica constituye la columna vertebral de estos códices: establece un orden dentro del documento y puede aceptar múltiples lecturas. Tanto el numeral como el símbolo del periodo calendárico tienen un significado que va más allá de la simple fecha que representan. Marcan periodos calculados de acuerdo con cuidadosas observaciones celestes a través de varias generaciones de astrónomos.

Cada día tenía dos acompañantes: uno comenzaba su viaje a media noche con un símbolo cargado de augurios; el otro lo sustituía a medio día y viajaba hasta la media noche. El segundo era generalmente un volátil iquechol, el primero era su cargador imamal. Ellos también cargaban el año y con su carga llevaban los augurios. Caso (1967, 112) les llama los "acompañados" y a los volátiles los nombra "señores del día". Los dioses son figuras centrales en los calendarios o tonalamatl; los más importantes son los nueve relacionados con los señores de la noche, que aunque varían ligeramente de un documento a otro, diremos que son Xiuhtecuhtli, Iztli, Pilzintecuhtli, Centeotl, Mictlantecuhtli, Chalchiuhtlicue, Tlazolteotl, Tepeyolohtli y Tlaloc.
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Tomado de :
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2000000300003

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