.
.
Por lo general los que han escrito la historia del Mxico antiguo son los extranjeros, quienes desde una visin eurocntrica y una inexplicable y supuesta superioridad cultural, siempre han juzgado nuestras diferencias con la cultura europea como deficiencias. Lo que no es como ellos, resulta inferior a su juicio.
Este prejuicioso estudio de nuestra historia ha sido ?parcelado? como botn cientfico personal de cada uno de los investigadores extranjeros y de sus discpulos mexicanos. De este modo se mantienen conceptos como ?la civilizacin azteca, la civilizacin maya, la civilizacin zapoteca?, como si fueran estructuras culturales y civilizatorias diferentes.
?Se olvida que una cultura forma una unidad orgnica y que, por ello, debe estudiarse desde su centro y no desde uno de sus aspectos perifricos. El concepto de la vida es el <centro> de toda cultura. Son ante todo las ideas acerca del origen, el sentido y la perennidad de la existencia humana las que nos revelan el genio particular de una cultura. Estas ideas son el resultado de una forma de conciencia existencial del hombre en el cosmos; sta es la causa de que sufran slo superficialmente la accin erosiva del tiempo.? (Mircea Eliade. 1962)
Por lo general los que han escrito la historia del Mxico antiguo son los extranjeros, quienes desde una visin eurocntrica y una inexplicable y supuesta superioridad cultural, siempre han juzgado nuestras diferencias con la cultura europea como deficiencias. Lo que no es como ellos, resulta inferior a su juicio. Este prejuicioso estudio de nuestra historia ha sido ?parcelado? como botn cientfico personal de cada uno de los investigadores extranjeros y de sus discpulos mexicanos. De este modo se mantienen conceptos como ?la civilizacin azteca, la civilizacin maya, la civilizacin zapoteca?, como si fueran estructuras culturales y civilizatorias diferentes.
?Se olvida que una cultura forma una unidad orgnica y que, por ello, debe estudiarse desde su centro y no desde uno de sus aspectos perifricos. El concepto de la vida es el <centro> de toda cultura. Son ante todo las ideas acerca del origen, el sentido y la perennidad de la existencia humana las que nos revelan el genio particular de una cultura. Estas ideas son el resultado de una forma de conciencia existencial del hombre en el cosmos; sta es la causa de que sufran slo superficialmente la accin erosiva del tiempo.? (Mircea Eliade. 1962)
La cultura dominante no se ha tratado de explicar integralmente, no slo la civilizacin del Anhuac, sino las culturas indgenas de toda Amrica como una sola civilizacin continental, con una multiplicidad de culturas en tiempo y espacio, pero unidas solidamente por una matriz filosfico-cultural. De esta manera se han estudiado por extranjeros y sus discpulos mexicanos, cada una de las culturas como nsulas de investigacin y no, como un macro proyecto civilizatorio que ha conjuntado a muchos pueblos y culturas del continente Americano a lo largo de ocho milenios.
?En verdad muchos de los toltecas
eran pintores, escribanos de cdices, escultores,
trabajaban la madera y la piedra,
construan casas y palacios,
eran artistas de pluma, alfareros...?
?Los toltecas eran muy ricos,
eran felices,
nunca tienen pobreza ni tristeza...?
?Los toltecas eran experimentados,
acostumbraban dialogar con su propio corazn.
Conocan experimentalmente las estrellas,
Les dieron sus nombres.
Conocan sus influjos,
Saban bien cmo marcha el cielo,
Cmo da vueltas...?
(informantes de Sahagn)
La historia antigua de Mxico se puede entender ms fcilmente, como la evolucin compartida de los pueblos del Cen Anhuac, con tres grandes perodos: Preclsico, Clsico y Postclsico. Y con tres culturas, todas hijas de la misma civilizacin, que influyeron o fueron las ms representativas del desarrollo de cada perodo, pero no las nicas. Para el Preclsico fue la cultura olmeca, para el Clsico la cultura tolteca, y para el Postclsico la cultura azteca.xxxxxxx?Paradigma de cualquier otra Tollan (Ciudad N. A.) era para los mexicanos lo que se saba acerca de Teotihuacan. Sus grandes edificaciones les parecan hechas por gigantes y as hablaron de ellas con asombro, al igual que las calzadas y otros recintos de la ciudad.
En Teotihuacan haba alcanzado mximo esplendor una yuhcatiliztli, <existir de un modo determinado>,que fue autntica Toltecyotl, obra de los sabios que all gobernaron, <los conocedores de las cosas ocultas, los poseedores de la tradicin, los fundadores de pueblos y seoros...>.? (Miguel Len Portilla. 1980)
El perodo clsico y los toltecas representan el momento de mayor esplendor en el Mxico antiguo. Los toltecas a partir de Teotihuacan difunden los conocimientos de la Toltecyotl a todos los centros de investigacin del Anhuac.
Esto se ve confirmado por la influencia teotihuacana en los vestigios arqueolgicos de las construcciones, cermica y frescos del clsico en el universo cultural que conformaban el Anhuac. Los toltecas expandieron su sabidura en todo el Cen Anhuac y dieron a la civilizacin su mayor punto de apogeo. Estos ms de mil aos de esplendor no estuvieron basados en hechos de armas, pues existi una paz total.
Tampoco fue producto de una dominacin econmica, pues el inicio de la moneda y el auge del comercio se dio con los aztecas en el periodo decadente. Se entiende ms como un proceso de elevada produccin del conocimiento y su expansin a todos los confines de aquel mundo.
?Pero ms bien indican que la raz de todas las religiones [filosofas N. A.] mesoamericanas es la misma, y no que Teotihuacan haya impuesto sus dioses sobre los dioses de las otras naciones.
Es, sin embargo, curioso, por ejemplo, que la influencia o la conquista teotihuacana al fin de Monte Albn II, aparezca en esa cultura una proliferacin de dioses antes no conocidos y que gran parte corresponden a los dioses teotihuacanos.
Lo mismo parece suceder en Guerrero y posiblemente en Veracruz. ?. [Ignacio Bernal. 1965.] Lo que es ms posible es que los toltecas, ms que un grado de conocimiento de los hombres sabios del milenario Mxico antiguo fue una ?cultura?, y que Teotihuacan, fue el centro generador e irradiador de la Toltecyotl a todo el Cen Anhuac.
Sorprende hoy en da, encontrar a pueblos como los tacuates en Oaxaca o los mayas en la pennsula de Yucatn y no encontrar al pueblo tolteca en el mosaico tnico del pas. En la misma memoria histrica del Cen Anhuac, se reconoce a los Toltecas como los precursores de la sabidura y el conocimiento ancestral.
?Cuando an era de noche,
cuando an no haba da,
cuando an no haba luz,
se reunieron,
se convocaron los dioses
all en Teotihuacan.?
?Los toltecas llevaron ventaja
en todo tiempo,
hasta que vinieron a acercarse a la tierra chichimeca.
Ya no se puede recordar
cuanto tiempo anduvieron.
Vinieron del interior de las llanuras,
entre las rocas.
All vieron siete cavernas,
e hicieron esas cuevas templos,su lugar de splicas.
Y los toltecas
iban siempre por delante.?
[Informantes de Sahagn.]
?Sorprende no encontrar antecedentes de los principales factores de una civilizacin cuyas normas en esencia, quedarn intactas hasta la Conquista espaola.
Pero si es difcil admitir que rasgos culturales -como algunas caractersticas arquitectnicas, la orientacin de sus edificios o las particularidades de su escultura y pintura- hayan podido desde su nacimiento asumir un carcter definitivo, ms difcil an es imaginar la aparicin, en un estado de desarrollo perfecto, del sistema de pensamiento que est en su base.? (Laurette Sjurn. 1957.
Si la llamada cultura Olmeca es la cultura madre, la cultura Tolteca represent el florecimiento de la sabidura del Mxico antiguo y resulta el legado ms valioso de Los Viejos Abuelos, as como para Europa fue el periodo grecolatino. Despus de su misteriosa y hasta hoy, inexplicable desaparicin, los pueblos que les precedieron en el perodo
Postclsico, siempre trataron de situar el origen de sus linajes en los toltecas. Los toltecas y Quetzalcatl son la expresin de la sabidura y la espiritualidad ms profunda de nuestra civilizacin.
?Como Quetzalcatl ensea que la grandeza humana reside en la conciencia de un orden superior, su efigie no puede ser otra que el smbolo de esa verdad y las plumas de la serpiente que lo representan deben hablarnos del espritu que permite al hombre -al hombre cuyo cuerpo, como el del reptil, se arrastra por el polvo- conocer la alegra sobrehumana de la creacin, constituyendo as un canto a la soberana libertad interior.
Esta hiptesis se ve confirmada, adems, por el simbolismo nhuatl, en el cual la serpiente figura a la materia -su asociacin con las divinidades terrestres es constante- y el pjaro, al cielo.
El Quetzalcatl es entonces signo que contiene la revelacin del origen celeste del ser humano... As, lejos de implicar groseras creencias politestas, el trmino Teotihuacan evoca el concepto de la divinidad humana y seala que la ciudad de los dioses no era otra cosa que el sitio donde la serpiente aprenda milagrosamente a volar; es decir, donde el individuo alcanza la categora de ser celeste por la elevacin interior.? (Laurette Sjurn. 1957)
En efecto, uno de los grandes misterios de la historia, no slo del Mxico antiguo, sino de la humanidad misma, fue la inexplicable y asombrosa desaparicin de los toltecas en todo el Anhuac en menos de una generacin. No se sabe por qu lo hicieron, pero a mediados del siglo IX d.C. fueron destruidas piedra sobre piedra las centenarias construcciones y cubiertas totalmente de tierra. Este fenmeno no fue un hecho aislado o regional.
Por el contrario, fue una accin coordinada y concertada en todos los centros de conocimiento que hoy llamamos ?zonas arqueolgicas?. De Norte a Sur y de Este a Oeste. En menos de 50 aos fueron desapareciendo y lo que tambin resulta asombroso, es que no existen huellas arqueolgicas de una migracin y mucho menos aparecen en otro lugar del Anhuac.
Literalmente los seres humanos que vivan en lo que hoy llamamos zonas arqueolgicas desaparecieron sin dejar rastro alguno y los especialistas le llaman el Colapso del Clsico Superior.
Tomado del libro HISTORIA VERDADERA DEL MXICO PROFUNDO