EL SIGNIFICADO DE LA OBRA DE CARLOS CASTANEDA EN LA SABIDUR�A DEL M�XICO ANTIGUO.

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�C�mo era la sabidur�a y el conocimiento del M�xico antiguo? �Desapareci� completamente con la conquista y la colonia? �El M�xico contempor�neo tiene algunos elementos de esta milenaria filosof�a?

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Los mexicanos somos herederos de una de las seis civilizaciones m�s antiguas y de origen aut�nomo del mundo. Fuera de las civilizaciones que nacieron en Mesopotamia, Egipto, China, India, M�xico y parte de Centroam�rica y la llamada Zona Andina, no existi� otra civilizaci�n m�s antigua. En el mundo todas las civilizaciones y culturas tomaron pr�stamos culturales a estas civilizaciones ?madre?, comenzando con Europa, que es una cultura reciente y que se apropi� de muchos elementos culturales de estas viejas civilizaciones para crear un sincretismo cultural.

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Estas seis ?civilizaciones madre? produjeron a lo largo de miles de a�os, un inconmensurable y maravilloso mundo de conocimientos, que buscaban en principio mejorar el nivel de vida (desarrollo material), y al lograr �ste, buscar elevar la calidad de vida (desarrollo del Esp�ritu). Por ello la creatividad, sensibilidad y la inteligencia de estos pueblos produjeron alimento, vestido, medicina, arquitectura, ingenier�a, ciencia, religi�n, filosof�a, arte y un prodigioso etc�tera que satur� todos los espacios tangibles e intangibles de la existencia humana. Sabidur�a y experiencia humana que de manera milenaria se fue enriqueciendo para despertar al ser humano de su estado animal y elevarlo a niveles de conciencia superior, que le permitieran dar respuesta al problema ontol�gico de la existencia humana que todas las civilizaciones han tratado de resolver: �Qui�n soy de d�nde vengo y a d�nde voy? El mundo en el que hoy vivimos tiene sus cimientos en el conocimiento y sabidur�a milenaria que aportaron estas seis civilizaciones.

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�Cu�l fue la filosof�a que anim� y gui� el desarrollo cultural del M�xico antiguo a lo largo de siete mil quinientos a�os de desarrollo humano, desde la invenci�n de la agricultura a la llegada de los invasores espa�oles? �Por qu� si la India o China, que son culturas tan antiguas como la nuestra siguen vivas en lo filos�fico, la del An�huac se presume extinta por el colonizador?

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En el M�xico antiguo existi� ?La Toltec�yotl?, que era el conjunto de conocimientos m�s valiosos que a trav�s de generaciones sucesivas y en miles de a�os produjo el esplendor del llamado Periodo Cl�sico Superior en todo el An�huac.

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Estos conocimientos se trasmitieron a trav�s de instituciones de educaci�n como el Calm�cac y la llamada ?Hermandad Blanca? . Cuando llegaron los espa�oles destruyeron ?todo lo que vieron y tocaron? de la cultura invadida, pero ?ciertas cosas secretas? que nunca vieron ni tocaron, y que guardaban celosamente los llamados ?Hombres y mujeres de conocimiento? se mantuvieron totalmente intactas. Es m�s, por el contrario, por esta persecuci�n feroz se perfeccionaron y desarrollaron a�n m�s.

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Esos conocimientos profundos de la vida y del mundo siguen vivos y presentes en la vida cotidiana de los mexicanos. Algunos conocimientos permanecen de manera subterr�nea y selectiva, otros m�s se mantienen a flor de piel en lo mexicano y en los mexicanos. Otros se encuentran mezclados, unos en el llamado subconsciente colectivo, otros en el conciente, pero todos siguen vivos y conform�ndonos de manera individual o comunitaria en aquello que Guillermo Bonfil llam� ?El M�xico profundo?.

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El conocimiento contenido en la obra del antrop�logo Carlos Castaneda es una m�nima expresi�n de este vasto e inconmensurable conocimiento. Sus libros nos descubren un mundo de conocimientos vedados por siglos a la comprensi�n occidental. La obra nos introduce por los intrincados y apasionantes caminos del antiguo conocimiento que hace miles de a�os desarrollaron nuestros Viejos Abuelos toltecas. A trav�s de las lectura la tecnolog�a para recibir EL DON DEL �GUILA o como dec�an po�ticamente los Guerreros de la Muerte Florecida, ?hacer florecer el coraz�n?.

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Don Juan Matus (El maestro cham�n) usa a Carlos Castaneda como veh�culo para difundir masivamente estos conocimientos de la toltequidad . La lectura de LAS ENSE�ANZAS DE DON JUAN nos acercan de manera extraordinaria y reveladora a nuestros origines filos�ficos y le dan cabal sentido a toda nuestra herencia ancestral antes de la invasi�n. No es una exageraci�n decir que nos acercan para la resoluci�n de la salida ?del laberinto de la soledad?. Nos atrevemos a afirmar que la obra de Castaneda es un c�digo que nos permite reinterpretar nuestro pasado, nuestra herencia cultural (tangible e intangible). En s�ntesis, nos proporciona un lenguaje que nos permite comprender la esencia, la profundidad de nuestra cultura; es un puente entre el pasado y el presente.

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Al comprender la obra en su conjunto, nos permite a trav�s de este c�digo o lenguaje, dejar de ver nuestro pasado como algo lejano, ajeno, incomprensible, inconexo? muerto. Deja de ser tan s�lo ?est�tico, arqueol�gico, muse�stico?, para pasar a ser algo vivo, vigente, vibrante, complementario, vital? trascendente.

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Castaneda nos presenta en su obra una impresionante biograf�a de c�mo se ?enganch�? en la toltequidad. Relata de manera brillante y con una gran calidad literaria su camino al conocimiento, su VIAJE A IXTLAN. Presenta por primera vez a un ind�gena como un hombre desbordante de conocimiento de una realidad totalmente desconocida, UNA REALIDAD APARTE. A trav�s de sus RELATOS DE PODER podemos vislumbrar tenuemente EL SEGUNDO ANILLO DE PODER e intentar ?ver? otra concepci�n del ser humano, el mundo y la vida.

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Castaneda describe a Don Juan como un maestro sabio (nahual), generoso, exigente, impecable, y responsable con su conocimiento. Don Juan Matus se nos revela en la obra de Castaneda como debieron ser aquellos hombres que ?aprend�an a ser dioses? all� en Teotihuacan, aquellos que llegaron a arder en EL FUEGO INTERNO y liberaron la part�cula divina de la tosca materia que la conten�a. Y al ?entender? su filosof�a, m�gicamente se descubre un velo de lo obvio y evidente que ha sido todo nuestro proceso cultural que se ha ?encubierto? estos cinco siglos de colonizaci�n depredadora, y que aun vivi�ndolo, los mexicanos no lo hemos podido hacer conciente.

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Al leer LAS ENSE�ANZAS DE DON JUAN de alguna manera nos ayudan a darle orden y coherencia a todo lo que somos, sentimos y sabemos del mundo y la vida. Nos revela lo que hemos sido, somos y seremos. Las ense�anzas del viejo ind�gena yaqui, el cham�n Juan Matus son un encuentro con nuestro desconocido rostro milenario, son un acercamiento con nuestro desconocido pasado. Es una reconciliaci�n con ?la otra parte de nosotros mismos?, que la colonizaci�n nos ense�� a negar y rechazar durante estos cinco siglos. La obra de Castaneda es un buen inicio para transitar a la necesaria fusi�n cultural.

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La Toltec�yotl o toltequidad propone un camino hacia ?la conciencia total?. Similar al budismo, al islamismo o al cristianismo, pero diferente en tanto que es ?propio-nuestro?, nacido y desarrollado en nuestra tierra y con nuestra gente. La Toltec�yotl, toltequidad anualismo o brujer�a (como la llama Don Juan), requiere que los seres humanos cambien sus ideas de s� mismos y del mundo. Que se conviertan en Guerreros, seres capaces de la m�xima disciplina y control sobre s� mismo para llevar una vida de impecabilidad, de fuerza interna, de ecuanimidad y total desapego, sin ninguna importancia personal.

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Actuando responsablemente cada acto, con conciencia, sobriedad y aplomo. Manteniendo un sentido de intento inflexible en su camino de guerrero, sin prisas, sin angustias de ganar o perder, sin esperar recompensas? para llegar a EL CONOCIMIENTO SILENCIOSO, sin miedo y sin ambici�n. Con una lujuria callada por la vida y por todas las cosas bellas y misteriosas de la vida.

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Don Juan y sus ense�anzas nos proponen una vieja f�rmula que crearon nuestros sabios abuelos hace miles de a�os y que hoy, ante el estrepitoso fracaso y quiebra del proyecto civilizatorio de occidente, se nos presenta vital en los albores del inicio del tercer milenio.

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