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LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO? una cuestión de supervivencia de la humanidad.

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El problema de la destrucción social y ecológica que esta viviendo la humanidad se debe a un cambio de paradigma. El antiguo paradigma se empezó a formar, seguramente desde la evolución del homo sapiens, hace más de cuarenta mil años. Este paradigma sustenta LA EXISTENCIA DE LA VIDA EN UN PLANO SAGRADO y la imperiosa necesidad de la TRASCENDENCIA ESPIRITUAL de ella, como individuo y como sociedad. Así se explica todas las magnas obras de las Civilizaciones Madre, que estaban enfocadas a la trascendencia espiritual.

 

El nuevo paradigma se inició con la emigración de “los mercaderes” del Cercano Oriente a la salvaje y primitiva Europa que quedó después del derrumbe del Imperio Romano. “Los mercaderes” huyeron por la “falta de libertad” en que las milenarias civilizaciones de Oriente mantenían a “los mercaderes” y su maligno oficio de “mercar” y sacar ganancia ilegítima del trabajo de otros. Esto es, “los mercaderes” nunca producen, solo compran y venden, apropiándose de la mayor ganancia. Este acto ilegal e inmoral fue tolerado pero muy controlado por las milenarias culturas del oriente, de modo que aunque “los mercaderes” tuvieran mucha riqueza, con ella no accedían al poder. Sus pretensiones de poder y control sobre la sociedad, estaban muy bien acotadas y limitadas por el Estado, la cultura y las tradiciones espirituales de carácter milenario.

 

Por ello, “los mercaderes” emigraron a la península europea, que estaba gobernada por ignorantes reyes y señores feudales en permanentes guerras de rapiña. Como no eran aristócratas, ni pertenecían a la iglesia, ni eran soldados, ni siervos, los mercaderes se fueron a asentar alrededor de los castillos creando los Burgos.

 

El nuevo paradigma que han impuesto “los mercaderes” se sustenta en el culto al becerro de oro, entiéndase como el culto a la materia, al atesoramiento, al agio y a la ganancia inmoral sobre la explotación de los seres humanos y la depredación de la naturaleza. El medio para lograrlo es el individualismo, el materialismo, la libertad ilimitada, la iniciativa privada y la democracia.

 

Es aquí donde se da la verdadera confrontación entre el Estado y el Mercado, el derecho del “bien común” en contra del derecho del “interés privado”, entre los intereses de la comunidad y los intereses del individuo, entre la tradición y la modernidad, entre la nobleza y la democracia. En síntesis, la lucha entre un sentido biófilo y un sentido necrófilo de la vida y el mundo.

 

Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos en todas las civilizaciones y Culturas Madre, siempre fueron gobernados por LA NOBLEZA HUMANA, es decir, personas que fueron preparadas desde su infancia, exaltando lo mejor de su espiritualidad y enriquecidos con lo mejor de la sabiduría y valores de cada civilización para dirigir a sus pueblos. Se les llamó faraones, kanes, tlatuanis, etc. El Estado tenía como responsabilidad, no solamente mantener la justicia y el desarrollo pleno del pueblo, sino que fundamentalmente se enfocaba a guiar la trascendencia espiritual de su pueblo y en muchos casos del mundo.

 

El BIEN COMÚN se sustentaba en la conciencia del nivel sagrado que tiene la vida y la espiritualidad, que permitía la trascendencia existencial. Este fue el “Viejo Orden Mundial” con sus aciertos y sus desaciertos.

 

“Los mercaderes” al tiempo se apropiaron del poder en Europa, derrocaron a las monarquías e impusieron “las democracia$a$” y se dedicaron a “descubrir y conquistar” el mundo con el espíritu guerrero de “los bárbaros del Norte”, para imponer la “libertad y la democracia”. El proyecto de “los mercaderes” es destruir el Viejo Orden e imponer “El Nuevo Orden Mundial”, en el que el culto al becerro de oro, la corrupta democracia electorera, la iniciativa privada y las sociedades anónimas, la publicidad, los medios masivos, el consumo, el individualismo, la muerte de Dios y el menosprecio a las religiones, la destrucción de las tradiciones y costumbres y la imposición de la “modernidad”… que solo es el consumo extralógico, pero sobre todo a imponer “el derecho y la libertad” de unos cuantos, sobre el bien común del pueblo, sobre los derechos y aspiraciones de las mayorías.

 

Es por ello que “los mercaderes”, siempre han luchado en contra del bien común y tratan de imponer a través del engaño “la sagrada libertad del individuo, de su supuesto derecho individual sobre el Estado y la sociedad.

 

Este es el punto de esta entrega, amable lector. La crisis planetaria que estamos viviendo se debe a que unos cuantos han impuesto “sus intereses individuales disfrazados de derechos”, sobre los pueblos y la Tierra misma como ser vivo. El problema es que unos cuantos han privatizado el bien común.

 

La estrategia ha sido que después de destruir el Viejo Orden e imponer los derechos individuales sobre el bien común, LE HAN DADO A SUS INICIATIVAS PRIVADAS, EL CARÁCTER O PERSONALIDAD DE INDIVIDUOS O SEA, DE SOCIEDADES ANÓNIMAS, que finalmente se han transformado en las empresas trasnacionales que hoy controlan a los gobiernos, los pueblos y destruyen la naturaleza por el lucro desmedido. Amable lector, la verdad es que la humanidad ha sido engañada por esta perversa iniciativa que distorsiona la realidad natural del mundo y la vida.

 

Lo que se esta debatiendo en el mundo es EL DERECHO A LA VIDA, A CREARLA Y A DESTRUIRLA. La ciencia y la tecnología, (creadas por  y al servicio de “los mercaderes”),  han llegado al genoma humano y a la transformación y manipulación genética de la vida. Pero la ciencia esta al servicio de las grandes corporaciones, que no tienen responsabilidad social, histórica o moral con la humanidad, solo con el becerro de oro.

 

EL ASUNTO DE LA CREACIÓN DE LA VIDA EN LABORATORIOS, TIENE QUE VER DIRECTAMENTE  CON LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO. El “Caballo de Troya” esta justamente en “el derecho individual” que supuestamente tiene la mujer, frente a la VIDA, a su cuerpo, a la sociedad y el Estado. Lo que no se dan cuenta, aquellas personas que están a favor del aborto, es que atrás de su “ingenua y manipulada percepción de la libertad del individuo”, se esconde un monstruo, una perversa trampa que amenaza la vida planetaria.

 

En efecto, imagínense cuando se apruebe el aborto, es decir, el derecho que “un individuo” tiene de quitar la vida a otro ser vivo frente al Estado y a la sociedad, el segundo paso será que, “otro individuo” (o sea una persona moral <sic>.) como Dupont, Monsanto o IBM, podrán no solo crear vida (como ya lo están haciendo), sino que también la puedan quitar “legalmente”.

 

Estimados lectores, estamos en el borde de un abismo…y no lo vemos, cegados por “el sacro santo derecho individual de las personas”. Despenalizar el aborto es abrir la Caja de Pandora. Y no me refiero a las pobres mujeres que mueren criminalmente en la clandestinidad e insalubridad. Tampoco es un asunto de moral cristiana (o de cualquier religión). Se trata de ver cuál es el perverso fin de una iniciativa como esta que, finalmente favorecerá a las grandes trasnacionales y perjudicará a la sociedad.

 

En efecto, legalizar el aborto no es resolver el problema. El problema es de injusticia, ignorancia y pobreza. La gente con dinero desde hace muchas décadas usa el aborto impunemente. El problema es que el Estado no le da a la población la oportunidad de vivir decorosamente y poder educarse y educar a sus hijos. El problema es que “los mercaderes”, dueños de los medios masivos y de los medios de producción, cada día corrompen y envilecen a la juventud, sumiéndola en la bajeza y la bestialidad y en la pobreza material y espiritual, basta ver la TV comercial.

 

El verdadero problema es que “los mercaderes”, al tener el dominio del poder a través del dinero, controlan a los gobiernos, obligándolos a que cada día los trabajadores pierdan sus derechos y los reduzcan a una vida de esclavitud. Enajenado y embruteciendo a las nuevas generaciones, haciendo que se pierdan los valores, principios éticos y morales. Coadyuvando como cómplices de que se diluyan las tradiciones y costumbres, entregando a los pueblos a la televisión, el consumo, la violencia y la vulgaridad.

 

Pero especialmente, el gobierno apoya a “los mercaderes” para que EL PUEBLO PIERDA EL SENTIDO SAGRADO DE LA VIDA Y DEL MUNDO. Que las nuevas generaciones solo piensen en el “cuanto tienes, cuanto vales”, en la diversión y en el placer, en una sociedad sin límites y en el libertinaje permanente, en el consumo y en el desprecio a la cultura ancestral.

 

Legalizar el aborto va en contra del bien común, de la sociedad y del sentido sagrado de la vida. Favorece a los intereses de “los mercaderes” y su proyecto de implantar el Nuevo Orden Mundial, donde el culto al becerro de oro es lo único real y verdadero. Los verdaderamente favorecidos por esta ley a mediano plazo…serán las personas morales, las sociedades anónimas.

 

Decir NO AL ABORTO, es una cuestión de inteligencia y de supervivencia de la especie humana, no es una cuestión moral o religiosa. El aborto legal es uno más de los excesos del libertinaje auspiciado por “los mercaderes” para controlar y destruir a la humanidad.

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