Para salir del atolladero de la ego-política del conocimiento es indispensable
mover la geografía de la razón hacia una geopolítica y una ego-política del conocimiento ?otras?. Aquí cambiaremos la geografía de la razón de los filósofos
occidentales hacia la del pensador afro-caribeño, Aimé Césaire, de la isla de
Martinica, y quien fuera el maestro de Fanon. Aimé Césaire, en su carta de
renuncia al Partido Comunista Francés, dirigida al Secretario General de la
época, Maurice Thorez, a mediados de los años cincuenta del siglo pasado,
ataca el universalismo abstracto del pensamiento marxista eurocéntrico.
Césaire dice lo siguiente:
?¿Provincialismo? En absoluto. No me encierro en un particularismo estrecho. Pero
tampoco quiero perderme en un universalismo descarnado. Hay dos maneras de perderse:
por segregación amurallada en lo particular o por disolución en lo ?universal?.
Mi concepción de lo universal es la de un universal depositario de todo lo particular, depositario de todos los particulares, profundización y coexistencia de todos los particulares?.
(Césaire, 2006, p. 84)
El eurocentrismo se perdió por la vía de un universalismo descarnado, que
disuelve todo lo particular en lo universal. El concepto ?descarnado? es aquí
crucial. Para Césaire, el universalismo abstracto es aquél que desde un particularismo hegemónico pretende erigirse en diseño global imperial para todo
el mundo, y que al representarse como ?descarnado? esconde la localización
epistémica de su locus de enunciación en la geopolítica y la corpo-política
del conocimiento. Este movimiento epistémico, típico de las epistemologías
eurocéntricas del ?punto cero? y de la ?ego-política del conocimiento?, ha sido
central en los proyectos coloniales. Con esta crítica, Césaire, desde la memoria
de la esclavitud y la experiencia de la corpo-política del conocimiento
de un negro caribeño, desvela/visibiliza la geopolítica y la corpo-política de
conocimiento blanca-occidental, disfrazada bajo el universalismo abstracto
?descarnado? de la ego-política del conocimiento.
El imperio francés, con su republicanismo universalista, ha sido uno
de los exponentes mayores del universalismo abstracto, al pretender subsumir,
diluir y asimilar a todos los particulares bajo la hegemonía de una
sola particularidad; en este caso, la del hombre blanco occidental. Éste es
el universalismo que gran parte de las elites criollas blancas latinoamericanas,
imitando el republicanismo imperial francés, han reproducido en los
discursos de ?nación?, disolviendo las particularidades africanas e indígenas
en el universal abstracto de la ?nación?, que privilegia la particularidad de la
herencia europea de los blancos criollos sobre los demás. Pero vemos también
la reproducción del universalismo colonial eurocentrado, no solamente en los
discursos de derecha sino también en corrientes contemporáneas marxistas
y pos-marxistas, como lo discutiremos más abajo.
Frente al proyecto de universalismo abstracto, racista e imperial, y contrario
a los fundamentalismos tercermundistas, la descolonización, para Césaire,
desde la experiencia afro-caribeña, no pasa por afirmar un particularismo
estrecho y cerrado que conduzca a un provincialismo o a un fundamentalismo
segregacionista, que se amuralla en su particularidad. Para Césaire
la descolonización pasa por la afirmación de un universalismo concreto,
depositario de todos los particulares. Si el universalismo abstracto establece
relaciones verticales entre los pueblos, el universalismo concreto de Césaire
es necesariamente horizontal en sus relaciones entre todos los particulares.
Aquí la noción de universalismo concreto adquiere otra signifi cación muy
distinta a las de Hegel y Marx. Si el universalismo concreto en Hegel y Marx
eran aquellos conceptos, ricos en múltiples determinaciones, pero dentro de
una misma cosmología y un mismo episteme (en este caso el occidental),
donde el movimiento de la dialéctica tritura toda alteridad en lo mismo, en
Césaire el universalismo concreto es aquél que es resultado de múltiples determinaciones cosmológicas y epistemológicas (un pluri-verso, en lugar de un
uni-verso). El universalismo concreto césaireano es el resultado de un proceso
horizontal de diálogo crítico entre pueblos que se relacionan de igual a igual.
El universalismo abstracto es inherentemente autoritario y racista, mientras
que el universalismo concreto de Césaire es profundamente democrático.
Esta intuición fi losófi ca de Césaire, pensada desde la geopolítica y corpopolítica
afro-caribeña, ha sido fuente de inspiración para pensar en salidas
prácticas a los dilemas contemporáneos de la explotación y dominación del
sistema-mundo contemporáneo. Inspirado en estas intuiciones fi losófi cas
de Césaire, intentaré contestar las siguientes preguntas: ¿qué sería hoy día
un proyecto de descolonización universalista concreto césaireano? ¿Cuáles
son las implicaciones políticas de este proyecto? ¿Cómo concretizar estas
intuiciones fi losófi cas de Césaire en un proyecto de transformación radical
del patrón de poder colonial de este ?sistema-mundo europeo/euro-norteamericano
capitalista/patriarcal moderno/colonial??