Cursos

Podcast

Canales Youtube

Visitantes

37,086,465

EL CONCEPTO DE LA ORGANIZACIÓN COMUNITARIA EN EL ANÁHUAC Guillermo Marín 1/6

Hits:1127

EL CONCEPTO DE LA ORGANIZACIÓN COMUNITARIA EN EL ANÁHUAC
<br>Guillermo Marín 1/6

La Civilización del Anáhuac, basó la génesis de su conocimiento en la observación de la naturaleza y el cosmos. Observó, investigó, sistematizó lo aprendido, pero su mayor genialidad fue que construyó su episteme con ese mismo método, de modo que ahora, para hacer, ?arqueología del espíritu, se requiere observar con atención a la naturaleza y al firmamento, para reconectarnos con la sabiduría ancestral del Anáhuac. De esta manera, con la botánica, la astronomía y las instituciones ancestrales que han sobrevivido al epistemicidio eurocéntrico, podemos hacer aproximaciones o asociaciones que nos permiten explicarnos el intrincado y complejo universo epistémico que posee la Toltecáyotl.

El ser humano es el principio y fin de la Toltecáyotl. El ser humano como un micro universo en armonía que esta sincronizado armónicamente con el macro universo. El ser humano como un conjunto de órganos que en armonía representan nuestra totalidad. El ser humano como un conglomerado energético, -como un toroide-, en equilibrio. El ser humano como un par de opuestos complementarios energéticos que se mantienen en equilibrio. El ser humano como una carga energética en un inconmensurable e inconcebible campo de energía. El ser humano como el creador de la energía más elevada. El ser humano y sus potencialidades como principio y fin de la Toltecáyotl.

EL CONCEPTO DE LA ORGANIZACIÓN COMUNITARIA EN EL ANÁHUAC
<br>Guillermo Marín 1/6




Para la Toltecáyotl, el hombre y la mujer, son el par de opuestos complementarios que forman la unidad trinitaria a través de la familia. Unidad autónoma, autosuficiente y autárquica, que funciona en sí y para sí, en plenitud y armonía, para la reproducción, la educación, la producción y la preservación de la vida y el mantenimiento del equilibrio en su sentido más amplio.

La familia, estructurada y regida por milenarias tradiciones, usos y costumbres emanadas de la Toltecáyotl. De manera horizontal, se interrelaciona con otras familias, guiadas por un teyakanilistli (guía de hombres) y asesorado por un consejo familiar de huehues o ancianos venerables. Este grupo extenso familiar se apoya y se ayuda para lograr el equilibrio y la plenitud, no solo en los aspectos materiales de sobrevivencia, sino en los educativos, emocionales y espirituales de trascendencia. Este grupo de familias conforman un calpulli que contrae la responsabilidad de preservar la vida en su sentido más amplio y el logro de la plenitud de todos los humanos y seres vivos, incluyendo, por supuesto, a la Madre Tierra.

Uno de los valores fundacionales de la civilización del Anáhuac es el sentido de la auto sustentación de las necesidades materiales de vida y la solidaridad entre iguales. Comenzando por el individuo, fuera hombre o mujer, en el Telpochcalli y el Ilpochcalli se les enseñaba a ser autosuficientes, tanto en la producción y transformación de sus alimentos, como enceres domésticos y para los diferentes trabajos. Uno de los objeticos de esta institución es que, al salir de ella, la pareja podía formar una familia y ser autosuficientes, para apoyar a la comunidad. A través de la auto construcción de casas, edificios público y caminos. Por ello, una de las instituciones que la Toltecáyotl nos ha legado a las personas, a las familias y a las comunidades, -y que sigue viva hasta la actualidad-, es la guelaguetza, en lengua zapoteca, que significa ayuda mutua o solidaridad, y que existe en la actualidad en todo el país, con diferentes nombres, pero manteniendo su esencia primigenia.

Los calpullis no conformaban ?ciudades?, por el contrario, generalmente vivían en caseríos dispersos entre las huertas familiares y pequeñas milpas. La producción comunitaria se hacía con tequio o tequiuitl (trabajo sin remuneración por la comunidad) en grandes extensiones, para cubrir las necesidades de la administración pública, el gasto de los templos, fiestas y ceremonias. Los edificios públicos se construían en el ?co? u obligo de la comunidad, en donde existía una plaza central rodeada de cuatro edificaciones hacia los cuatro puntos cardinales. En la estructura arquitectónica conocida como quincunce o Cruz de Quetzalcóatl. Los calpulli generalmente tenían cuatro barrios orientados hacia los puntos cardinales, manteniendo la distribución cósmica del universo anahuaca.

Una serie de calpulli se unían en una organización mayor, que lleva por nombre huey calpulli. En el huy calpulli se usaban los mismos conceptos y valores del individuo y el calpulli, en cuanto al auto sustentación, producción, educación, defensa, gobierno y administración. Siempre cuidando de guardar la autonomía y la auto determinación de manera horizontal y entre iguales. De modo que el mismo concepto de la democracia participativa del calpulli se llevaba al huey calpulli.

Un grupo de huey calpulli formaba una federación. Con los mismos valores y la democracia participativa, pero ahora a nivel de comunidades representadas por aquellos que ?mandaban obedeciendo?. Las decisiones se tomaban en conceso en las Asambleas y se cuidaba el bien común de los individuos, los calpulli y los huey calpulli, buscando mantener el equilibrio y la medida, en la busca de la plenitud de la vida, no solo de los seres humanos, sino de todos los seres vivos, por supuesto, incluida la Madre Tierra. Las federaciones generalmente eran por regiones, en donde la variante lingüística y la variante cultural, así como la geografía y el clima, definían generalmente su extensión. Educayotl AC.

Buscar