Este segmento tiene especial atencin de los medios de comunicacin por el trazo del Tren Maya y por la actividad econmica que all se genera, seala el titular del organismo en QR
Foto? Margarito Molina Rendn dice en entrevista que al margen de la polmica, el instituto ha actuado conforme dicta la ley.Foto INAH
ngel Vargas
Peridico La Jornada
Martes 19 de marzo de 2024, p. 2
Con sus 111 kilmetros, divididos en una seccin norte y otra sur, el tramo 5 no slo es el ms corto de los siete que conforman los ms de mil 550 kilmetros de la ruta del Tren Maya. Tambin ha sido el ms polmico desde el comienzo de la construccin del que es uno de los proyectos prioritarios del actual gobierno federal.
Factores econmicos, polticos y presuntamente ecolgicos han sido los principales argumentos que han puesto en el ojo del huracn a ese segmento de lnea frrea, que corre a lo largo del estado de Quintana Roo para unir Cancn con Tulum.
Para no ir ms lejos, hace unos das un juez federal orden al gobierno del presidente Andrs Manuel Lpez Obrador acatar la suspensin definitiva de la construccin del tramo 5 sur, que conecta Playa del Carmen con Tulum, al considerar que se incumplen las condiciones requeridas de la manifestacin de impacto ambiental.
Al margen de esos alegatos y controversias, el Instituto Nacional de Antropologa e Historia (INAH) reafirma que ha cumplido a cabalidad con el trabajo de salvamento arqueolgico que por ley corresponde hacer, tanto en el citado tramo 5 como en los otros seis de esa nueva ruta ferroviaria.
El antroplogo Margarito Molina Rendn, director del Centro INAH Quintana Roo, entidad donde se encuentran los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, asume que el primero de ellos ha tenido especial atencin por los medios (de comunicacin) dadas las caractersticas del subsuelo y el trazo del tren, pero tambin por la gran actividad econmica que all se genera, relacionada con el turismo.
Asegura que el instituto particip muy intensamente en el trazo del tramo 5, que fue subdividido en un segmento sur (con 67.67 kilmetros) y uno norte (de 43.57 kilmetros), desviando en algunos momentos la ruta de las vas frreas para evitar daar algunos espacios o reas con patrimonio arqueolgico o histrico.
En entrevista con La Jornada, menciona que, segn datos proporcionados por el responsable del proyecto de salvamento arqueolgico del Tren Maya, el arquelogo Manuel Prez Rivas, en los tramos 5, 6 y 7 se prospectaron 24 mil 481 monumentos arqueolgicos, de los cuales 8 mil 140 se encontraban en el trazo del tren, y de stos 7 mil 764 fueron intervenidos por los arquelogos del INAH durante los trabajos de salvamento.
Precisa que de esos 8 mil 140 monumentos, muchos eran albarradas prehispnicas; es decir, delimitaciones de parcelas agrcolas que tenan los mayas y tambin basamentos habitacionales.
Respecto de la polmica y las movilizaciones de grupos polticos y ecologistas por la supuesta alteracin y destruccin de cenotes y cuevas en el tramo 5 sur durante las obras de aquel medio de transporte, el arquelogo Manuel Prez Rivas explica que el sistema crstico del oriente de Quintana Roo est compuesto de complejas y extensas redes que van de este a oeste, desde 30 o 40 kilmetros tierra adentro y que luego corren hacia el mar.
Hay continuaciones de las cavernas que estn en el rea de litoral, y hay partes secas, partes sumergidas, partes que s tienen hallazgos de yacimientos del Pleistoceno, pero la red es extenssima, agrega, tambin en entrevista.
Cualquier obra, no un tren, sino una carretera, como las que ya existen, un desarrollo turstico, como los que estn abundando en la Costa Oriental, impactan de alguna forma el subsuelo. La carretera actual tiene hundimientos porque atraviesa el sistema de cavernas. Aqu lo que se ha hecho es elaborar o completar los registros, ubicar los monumentos que estn en las cavernas y buscar la manera de protegerlos.
Cavernas, fuera de su alcance legal
Resalta que, acorde con sus atribuciones legales, el INAH ha establecido medidas de restriccin y proteccin en las reas de cavernas con vestigios arqueolgicos, e incluso, ha sido muy insistente en hacer cambios en las vas frreas.
Menciona por ejemplo que en el caso de la cueva de Garra de Jaguar ?de la que se contaba con registros arqueolgicos desde 2012, los cuales fueron documentados y ampliados durante los trabajos de salvamento? se construye un puente para evitar afectaciones directas.
El arquelogo recuerda que las reas de cavernas donde no hay aquel tipo de vestigios estn fuera de los alcances legales de esa dependencia y son competencia de otras instituciones.
Margarito Molina refiere que el INAH, por medio de su equipo de arqueologa subacutica, ha intervenido en el rescate y registro de material arqueolgico y paleontolgico, no slo ahora con motivo del tramo 5 sur, sino desde hace al menos tres lustros, logrando encontrar, por ejemplo, restos humanos de hace 14 mil aos; es decir, de la etapa premaya.
Tambin fuera del trazo del tren hay cuevas inundadas y secas, as como cenotes donde se han encontrado ofrendas que los mayas, dentro de su cosmovisin, realizaban a deidades que tenan que ver con el inframundo y el agua.
De los hallazgos ms importantes derivados del salvamento arqueolgico en ese tramo frreo, Molina Rendn y Prez Rivas destacan varias ofrendas halladas dentro de las cavernas o en pequeos recovecos, adems de que se han documentado algunos adoratorios pequeos de estilo Costa Oriental en las reas colindantes con el derecho de va.
Sealan que el tramo 5 sur cuenta con al menos cinco reas arqueolgicas relevantes, que es el famoso corredor Paamul II, el cual involucra sitios como Garra de Jaguar, Ocho Balas, Manitas y Petrograbado.
Ha sido del inters ponerlos en valor. La idea es que en un futuro se pueda abrir a la visita pblica, pero de manera controlada, afirman, y consideran a la cueva de Ocho Balas como el caso ms singular, porque, aunque ya haba sido registrada por el instituto, a la hora de hacer la verificacin resalt que tiene un adoratorio en excelente estado de conservacin, con su techumbre de madera completa.
En trminos de investigacin, los especialistas refieren que en las excavaciones han documentado varios meliponarios o apiarios, plataformas que usaban los mayas prehispnicos para depositar las colmenas de las abejas nativas, del gnero melipona; sta era una actividad econmica importantsima en la Costa Oriental.