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NOMBRAR LA CONCIENCIA

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NOMBRAR LA CONCIENCIA
Mercado de La Merced, CDMX, 2021. Foto: Mario Olarte
ADIÓS A CONCEPCIÓN HERNÁNDEZ Y SALVADOR TORRES TOMÁS, DEFENSORES DEL PUEBLO
Ojarasca/Periódico La Jornada
22 febrero 2021
Esta semana fallecieron dos abogados comprometidos con las causas populares: Conchita Hernández y Salvador Torres Tomás. Aunque sus vidas fueron en apariencia muy dispares, se emparentan en su cariño y compromiso con la gente y las comunidades, en una sabiduría de la modestia con la que compartieron su presencia y las reflexiones del quehacer permanente de nombrar y volver a nombrar la conciencia. Conchita Hernández fue siempre una abogada comprometida con la lucha de los pueblos. Tras unos primeros años trabajando en comunidades cercanas a Las Margaritas, en Chiapas, fue a dar a la Sierra Norte de Veracruz (SNV), donde emprendió la defensa agraria de las comunidades ñuhú del municipio de Texcatepec. Ahí colaboró cercanamente con el Comité de Derechos Humanos de la SNV y junto con el padre Alfredo Zepeda se dio a la tarea de recuperar 5 mil 079 hectáreas de tierras que les tenía acaparadas un grupo de caciques ganaderos que ocupaban todo el entorno de las comunidades ñuhú. Eso hacía la vida imposible y plena de violencia; las emboscadas se sucedían una tras otra. Los asesinatos aumentaban el pavor y la rabia de la gente.

NOMBRAR LA CONCIENCIAUna abogada como Conchita pudo, trabajando cercanamente con las comunidades de Shoñú-Amaxac, Mobodé- Papatlar y Tehé-Benito Juárez, emprender una lucha legal, no violenta, mediante cursos de defensores populares para que conocieran sus derechos y las leyes con las que se podían defender. Como la misma Conchita ha insistido: ?una labor de defensoría no es posible si quien defiende está por su lado sin tomar en cuenta la participación de la gente agraviada. Sólo cuando hay una relación estrecha entre defensores y defendidos, se logra algo?. Así se logró la restitución de sus tierras, un expediente agrario abierto desde 1921 y que logró su resolución apenas en 1991. En el camino, las condiciones en el gobierno de Veracruz, y tal vez la avidez de legitimación del gobernador entrante, hicieron que con la exigencia de justicia agraria se lograra también la captura de Luis Mendoza, que debía varias vidas en la región.

Esa acción legal, definitivamente pionera en la lucha por los derechos de los pueblos en México, floreció en muchísimos proyectos de defensoría en varias regiones del país. Al filo de los noventa esto expandió la cultura de los derechos humanos.

Tras veinte años de permanencia en la región de Huayacocotla, Conchita volvió a su casa en Tehuacán, donde acompañó las luchas del movimiento obrero en las textileras, como también lo hace su hijo Martín Barrios, y la defensa de los ríos Coyolapa y Huitzilatl en la Sierra Negra, algo que sigue urgente.

En 2017 el documentalista Alan Villarreal retrató brevemente su vida en un filme que crece en popularidad: La abogada del pueblo.

Salvador Torres Tomás. Hace un año apenas lo vimos en Cherán, donde tenía el encargo de organizar un encuentro de semillas junto con otras mujeres y otros hombres, comuneros de esa comunidad autónoma dedicados a la defensa del maíz y la milpa como parte de un cúmulo de cuidados hacia adentro y hacia fuera del ámbito autónomo.

A Salvador le preocupó siempre todo como conjunto, y cada detalle como cuidado de ese todo que le pareció siempre indivisible. Fue junto con tata Juan Chávez y Federico Ortiz, uno de los pensadores y estrategas de esa autonomía que hoy se disfruta pero se sigue trabajando en Cherán. Salvador tuvo siempre el pendiente de cómo mantener a los cárteles de la delincuencia alejados de Cherán, en ese frágil equilibrio que se lograba con una guardia comunitaria eficaz y honesta.

Le preocupaba la participación de la gente en los encargos que se desprendían de las tareas cotidianas de la milpa y el mantenimiento de las semillas nativas; la relación de esa milpa con los saberes de la siembra pero también con los lugares, con los parajes, con el territorio (que para él siempre fue simbólico), y para ello apelaba junto con Jesús Ángel Pedroza a la crucial importancia de mantener la lengua como vínculo vital para nombrar y ampliar lo que nombramos mediante nuestro propio pensamiento. No era ésta una tarea de filólogos o lingüistas, sino una tarea de resistencia: de no perder los saberes que podían activar los procesos, las relaciones, los cuidados y encargos importantes para ejercer la autonomía. Tal cual el empeño de la comunidad purhépecha de Cherán.

Para Salvador y Jesús Ángel, ?habitar es nombrar: cerros, plantas, animales, seres simbólicos, porque habitamos en espacios simbólicos. Para la gente de Cherán es muy importante ?nombrar, para acercar, para familiarizar?. Tanto que a los recién nacidos se les lleva a los cerros con una crucecita en la frente para presentarles y que no queden afectados por lo desconocido?.

Por esto Salvador insistió siempre en que había que seguir haciendo lo que era menester: la milpa, la fiesta, el gobierno, la medicina, el equilibrio entre las personas, el gobierno propio, todas ellas formas de cuidar nombrando, ?expresando una relación?, decía.

Para él, eso lo perdíamos en cuanto llegaba el afuera ?queriendo avasallar con lo extraño, con lo no decidido por el nosotros, con todas las disposiciones, imposiciones y explotaciones?. De ahí su diáfana noción de la autonomía. Nombrarse, ?pero nosotros mismos nombrarnos, delimitarnos, definirnos, dibujarnos en nuestras relaciones?.

?En los setenta y ochenta en cualquier lugar había milpa, pero siempre buscábamos dónde cuidarla bien. Cuando se siembra a mucha altura se la acaban los pájaros y ya no sale el año. Ahora, con el embate de las agroindustrias la gente se va a sembrar avena, el forraje, la papa, el brócoli, y esto disminuye el espacio ganadero natural. Como comunidad autónoma hemos podido remontarlo todo, incluso hemos podido frenar las bandas delincuentes, pero lo que nos corroe por dentro son las empresas agroindustriales que se roban a nuestros jóvenes. La migración está más fuerte que nunca. Nuestros antepasados más remotos hicieron cuidados, pero la tentativa de fuera es la de predar la tierra, el bosque, el agua. Siempre están en el asedio. Por eso necesitamos emprender nuestros propios proyectos, con nuestra lógica, porque si no terminaremos trabajando en nuestra propia tierra como peones de otros que nos explotarán como ellos quieren. En la papa, en la madera. Desde nuestro rincón vemos que como organización habría que darle la vuelta a esas inercias. Necesitamos recuperar la importancia de nuestros espacios de comunalidad donde nombramos la conciencia. El pensamiento industrial nos agarra todo el tiempo y nos hace creer que ya nada es posible fuera de él. Nos quiere imponer una desesperación. Hoy vemos que muy poquititas comunidades están aparte de todo este sistema. Por eso Cherán y su importancia. No debemos perder la posibilidad de decir: yo no le trabajo a ese rico. Para eso debemos defender la conciencia del nosotros?.

Y agregaba con un nudo en la garganta: ?Es muy difícil emprender tantas defensas. Seguro yo o mis compañeros tenemos muchos errores. ¿Qué es vivir dignos? Pero lo que hay que defender siempre es la conciencia?.

Como estratega siempre pensó en la proporcionalidad. Fue promotor junto con hombres y muchas mujeres de la complementariedad de la pareja (mujer-hombre) en los cargos, y también de la relación del gobierno con sus segmentos, buscando siempre una horizontalidad proporcional muy notable, que a final de cuentas responde a la asamblea general.

Defendió entonces una estructura de gobierno comunal compuesta de consejos de los cuatro barrios que le daban forma a una estructura intermedia de consejos focales, los consejos operativos especializados (de la Mujer, de Bienes Comunales, de Coordinación de los Barrios, de Procuración, Vigilancia y Mediación de Justicia, de los Asuntos Civiles, Administración Local, y de los Jóvenes). Esta estructura asamblearia conforma a su vez un órgano tripartito (el Consejo Operativo Principal, la Tesorería Comunal y el Consejo Mayor de Autoridades, el K?eri Jámaskaticha).

Hace un año, con ironía, terminó diciendo: ?cómo le hacen entonces ustedes en las ciudades?.

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