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LA IMPECABILIDAD Y EL AHORRO DE LA ENERGIA

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Mucho se debate sobre la validez de la obra del antropólogo Carlos Castaneda. Sin embargo, dentro de aquellos que no dudamos de su autenticidad testimonial. Que entendemos la obra como "un mandato" del "Poder", para que salga de la clandestinidad el milenario pensamiento filosófico de los constructores del esplendor del México antiguo, existe diversos enfoques que en ocasiones llegan al antagonismo.

 

Hay quien toma las enseñanzas de don Juan como una "Biblia" y a Castaneda como su divino profeta.

 

Existe una empresa que comercializa con patente y toda la cosa la milenaria sabiduría de los toltecas.

 

Existen algunos gurúes que se han apropiado de la sabiduría y la comercializan directa o indirectamente.

 

Existe también, mucha más gente que se ha apropiado a su manera de la sabiduría y que la aplican en sus vidas cotidianas según les acomoda, el ser "guerrero" según ellos, les permite usar y abusar del mundo y de sus semejantes. Pero en general, se toma "como un camino" individual para "llegar a la totalidad y recibir el Don del Águila", mucha gente cree que va tras los pasos del nagual Castaneda. La fantasía versa sobre el pavoroso y aterrador mundo del nagual, los seres inorgánicos, la tensegridad, el arte de ensoñar, la maestría del intento y un largo etcétera.

Nosotros creemos que al descontextualizarse esta sabiduría de la cultura que la produjo pierde su base fundamental y la mayor riqueza para aquellos que no somos, ni pretendemos ser "guerreros-brujos-videntes-naguales y hombres o mujeres de conocimiento".

 

El testimonio de la experiencia de Castaneda como aprendiz de nahual resulta un testimonio extraordinario y demoledor, además de ser literariamente una belleza. El problema es que la gente común, no puede tomar la obra como un "manual para convertirse en nagual". No cualquiera que se lea la obra puede ser aspirante a ingresar en las filas de estos selectos linajes de toltecas.

El otro lado de la moneda es que desde los milenarios tiempos del -Cen Anáhuac-, esta sabiduría le dio a los pueblos un legado de conocimientos, tradiciones, usos y costumbres que, si bien, no eran para convertirse en "naguales" sí pudo llevar a esta civilización a un esplendor de más de mil años [200 a.C.- 850 d.C]. Esta sabiduría social o "cultural" es una poderosa herencia para transformar la vida de los pueblos y liberarlos de la degradación y explotación que están viviendo frente al derrumbe de la civilización Occidental.

 

En efecto, la herencia cultural de los toltecas sigue viva, vigente y presente, no solo en las comunidades indígenas de México, sino de todo el continente. Ese "algo" que nos une en "lo profundo" a todos los pueblos de América, no es una supuesta "latinidad" que se inventó Napoleón III para tratar de incorporar a Francia las ex-colonias españolas en el siglo XIX. Tampoco es "lo hispano" que, sin negar la presencia colonizadora... solo queda en la superficie de nuestro "Ser" y el ejemplo seria Brasil, que sin haber sido colonizado por los españoles, en la actualidad nos sentimos identificados y hermanados con el pueblo carioca totalmente.

 

Retomar esta filosofía de la vida, estos valores y principios para enfrentar el mundo que hoy nos ha tocado vivir en el ámbito de pueblo, es una opción más coherente que fantasear en con convertirnos individualmente en "naguales librescos".

 

Esto no quiere decir que cada individuo no pueda y no deba enfrentar su "Batalla Florida"; por el contrario, el camino del guerrero está presente en otras civilizaciones [no hay nada nuevo bajo el Sol] y es un milenario camino universal que nos conduce al vértice superior del desarrollo y la existencia humana. La reflexión es que en ves de ser el "yo individual" puede ser el "nosotros colectivo", en vez de ser una "escondida" vereda podría llegar a ser una autopista.

Siempre insistiremos que los indígenas se han librado como pueblo de su muerte histórica gracias a que son, guerreros practicantes [no racionales] a través de su cultura, de estos conocimientos milenarios.

 

El solo "barrer la isla del tonal" con sus 17 técnicas [Viaje a Ixtlán] nos deja una tarea que se antoja titánica, pero posible para el ser humano común y corriente. Sin ponernos a pensar, con ambición fantástica, en "mover el punto de encaje y llegar al cuerpo del ensueño", simple y sencillamente por la lujuria callada de ser un SER HUMANO IMPECABLE, de vivir una vida sobria y apegada a los valores universales del Espíritu.

 

El campo de batalla del guerrero esta en el mundo cotidiano y en el trato con sus semejantes. A final de cuentas y en pocas palabras, aprender a vivir de manera sobria y disciplinada, sin dilapidar nuestra energía. “Supe sin duda alguna que don Juan tenía razón. Todo lo que se requiere es impecabilidad, eso es energía. Todo comienza con un solo acto que tiene que ser premeditado, preciso y continúo. Si este acto se lleva a cabo por un periodo de tiempo largo uno adquiere un sentido de intento inflexible que puede aplicarse a cualquier cosa. Si se logra ese intento inflexible el camino queda despejado. Una cosa llevará a otra hasta que el guerrero emplea todo su potencial." El Fuego Interno. Pág. 214

 

"Lo que verdaderamente necesitamos es sobriedad, y nadie puede dárnosla, ni ayudarnos a obtenerla, salvo nosotros mismos. Sin ella, el movimiento del punto de encaje es caótico, como son caóticos nuestros sueños ordinarios. ‘Así que, al fin y al cabo, el procedimiento para llegar al cuerpo del ensueño es la impecabilidad en nuestra vida diaria.’ “El Fuego Interno. Pág. 219. Visite www.aquioaxaca.com

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