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CANTARES MEXICANOS Quince poetas del mundo náhuatl. Miguel León Portilla. (fragmento)

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CANTARES MEXICANOS
<br>Quince poetas del mundo náhuatl.
<br>Miguel León Portilla. (fragmento)
La principal colección, dentro de este corpus, es la de Cantares mexicanos, que constituye la primera parte de un volumen ?conservado en la Biblioteca Nacional de México? en el que también se incluyen otros textos en náhuatl. La colección de Cantares mexicanos comprende ochenta y cinco folios, escritos por ambos lados, con excepción del último, que no presenta texto alguno en sureverso.41Fueron una o varias personas de extracción indígena las que, trabajando para un misionero, recopilaron estos Cantares. Una nota en español que aparece en el folio 6 r. ofrece una indicación en este sentido.

En dicha nota el compilador, dirigiéndose a un sacerdote cristiano al que nombra ?Su Reverencia?, declara que algunos de los cantares son de origen otomí, esto es, que estuvieron originalmente en la lengua de los otomís que, durante siglos, fueron vecinos delos hablantes nahuas.

CANTARES MEXICANOS
<br>Quince poetas del mundo náhuatl.
<br>Miguel León Portilla. (fragmento)
Cantares antiguos de los naturales otomís que solían cantar en los convites y casamientos, vueltos en lengua mexicana, siempre tomando el jugo y el alma del canto, imágenes metafóricas que ellos decían. Como V [Vuestra] r [reverencia] lo entenderá mejor que no yo por mi poco talento; y van con razonable estilo y primor, para que V [Vuestra] r [reverencia] aproveche y entremeta a sus tiempos que conviniere, como buen maestro que es V [Vuestra] r [reverencia].
Sabemos de la existencia de un fraile que durante el último tercio del siglo XVI estuvo preparando un libro de cantares para que los indios los entonaran en lugar de sus ?composiciones paganas?. Con objeto de disponer mejor su libro, el fraile buscó inspiración en las formas de composición, metáforas y otros recursos estilísticos de los antiguos cantares nativos.
De esta manera procedió fray Bernardino de Sahagún al escribir su Psalmodia christiana, la que se publicó en1583. En su ?Prólogo al lector? insiste expresamente en que los indígenas porfían de volver a cantar sus cantares antiguos en sus casas o en sus tecpas [palacios, casas comunales] lo cual pone harta sospecha en la sinceridad de su fe cristiana, porque en los cantares antiguos, por la mayor parte se cantan cosas idolátricas y en un estilo tan oscuro que no hay quien bien los pueda entender sino ellos solos y otros cantares eran para persuadir al pueblo a lo que ellos quieren o de guerra o de otros negocios que no son buenos y tienen cantares compuestos para ello y no los quieren dejar.42
Y agrega que ha preparado su Psalmodia para lograr así que los nativos dejen de entonar sus antiguos cantares, y a la vez alaben a Dios y a sus santos con expresiones cristianas.
El hecho de que Sahagún adoptara en su Psalmodiamuchos de los recursos estilísticos de los cantos indígenas reunidos en los Cantares mexicanos hace probable que fuera él a quien se refería el indígena que escribió la nota que se ha citado. En ella se expresa precisamente que le entrega la transcripción de esos cantares ?para que Vuestra Reverencia aproveche y entremeta en sus tiempos? sus ?imágenes metafóricas?, así como su ?estilo y primor?. El que escribió esto, bien pudo haber sido uno de los antiguos estudiantes de Fray Bernardino.
De cualquier forma, quienquiera que haya sido el compilador, resulta evidente en el manuscrito mismo que es una transcripción de cantares reunidos en diferentes épocas y lugares, y que, al parecer, previamente se habían puesto por escrito en hojas sueltas de papel. El manuscrito que se conserva, por dos manos diferentes, incluye en algunas ocasiones los mismos cantares más de una vez, como ocurre en los folios 3 v. y 25 r.; 26 r. y 49v.; y 63 v. y 66 v.
Los folios 1 r. a 79 v. se escribieron con letra clara y hasta puede decirse elegante. La última parte, desde el folio 80 r. hasta el final en el folio 85 r., fue realizada por una mano menos entrenada. Los cantares no están distribuidos en versos, como se acostumbra en la poesía moderna, sino en párrafos que a veces tienen varias líneas. La traducción y transcripción modernas en líneas o versos cortos tal como las han presentado Ángel María Garibay y otros entre los que me incluyo, se basan en algunos de los rasgos estilísticos de los cantares.
Por ejemplo, las frases paralelas facilitan la introducción de divisiones, de modo que cada una corresponda a una línea o verso distinto. Las frases repetidas, con que en muchos casos se abren y cierran las diversas partes de los cantares, son otro elemento que se tuvo en cuenta para convertir un párrafo largo en varias ?líneas de versos?. Numerosas glosas acompañan a la de los cantares. Ellas informan acerca de un buen número de fechas, dan nombres de los lugares de origen de los cantares, indicaciones a cerca de sus géneros, y notas sobre cómo debían entonarse y que acompañamiento musical les correspondía. En algunos casos se encuentran expresiones acerca de la persona a la que se atribuye un cantar determinado. En muchas composiciones se interpolan vocablos españoles, como Santa María, Dios, ángeles y otras, introducidas para ?cristianizar? el cantar correspondiente.
México-Tenochtitlan, Acolhuacan-Tezcoco, Tlacopan-Tepanecapan, Chalco,Huexotzinco, Cuextlan, Ayapanco, Cuauhchinanco y Tlaxcala son los lugares de origen que se señalan. Las fechas registradas en la parte más extensa (fol. 1 r.-79v.) se relacionan ?principalmente, si no es que en su totalidad?, con el considerable número de cantares de clara inspiración eurocristiana, incluidos en la colección. En la mayoría de los casos se dan los nombres de los autores ya cristianos. Hay un cantar acerca del cual se afirma que fue entonado en 1536 (fol.42 v.) y otro (fol. 43 r.) que, de acuerdo con la glosa, ?se compuso cuando fuimos conquistados?, esto es, en 1520 o 1521.
Las otras fechas que se registran ?todas ellas referidas a cantares de inspiración cristiana? abarcan desde 1550 hasta1565. Esto significa que la colección se completó a tiempo para que Sahagún preparara su Psalmodia, la cual no se publicó sino hasta 1583.En contraste con esta ?primera parte? del manuscrito, la segunda aparece como el resultado de una compilación diferente. En sus folios primero y final (que corresponden a los folios 80 r. y 85 r. de Cantares tal como están en cuadernados hoy en día), se lee la fecha D 97, muy probablemente una equivocación por 1597,o sea siete años después de muerto Sahagún. Además de estas referencias temporales, hay varias glosas que atribuyen cantares a personas que vivieron enla época prehispánica, pero en tales casos no se registra una fecha determinada.
Las glosas introductorias y las separaciones del texto permiten distinguir en los Cantares noventa y un composiciones diferentes, algunas estrechamente relacionadas entre sí. También hay indicaciones respecto de los géneros a los que pertenecen los distintos cantares. Vale la pena hacer notar que Sahagún emplea la misma terminología que se usa en Cantares cuando describe los géneros de aquellos que entonaban los nahuas en sus fiestas.43
Esto podría significar que tomó para ello en cuenta la colección de Cantares. Otra hipótesis sería que hubiera tenido acceso a otra fuente de información distinta. Sabemos que el texto náhuatl del Códice Matritense ?en el que, apoyándose en los datos de sus informantes, incluyó Sahagún una lista describiendo los géneros a que pertenecen los cantares?, se copió hacia 1568. Esta fecha se halla quizás demasiado cercana a aquella en que se concluyó la primera parte de Cantares, que no pudo ser antes de 1565.
Estos son los géneros que se registran tanto en Cantares como en el Códice Matritense: xopancuicatl (cantos de primavera), xochicuicatl (cantos floridos), totocuicatl (cantos de pájaros), michcuicatl (cantos de peces), icnocuicatl (cantos de orfandad), cozcacuicatl (cantos de joyeles), teuccuicatl (cantos de los señores), tlaocolcuicatl (cantos de tristeza), cuauhcuicatl (cantos de águilas), yaocuicatl (cantos de guerra), atequilizcuicatl (cantos de agua derramada), cihuacuicatl(cantos de mujeres), cococuicatl (cantos de palomas), cuecuechcuicatl (cantos de?cosquilleo?) y huehuehcuicatl (cantos antiguos o cantos de los ancianos).
Además de estos géneros, otras indicaciones señalan la forma en que se entonaban y acompañaban: otomicayotl (a la manera otomí) chalcayotl (como los chalcas), huaxtecayotl (a la manera de los huaxtecas) y así sucesivamente de las siguientes formas: mexicayotl (como los de México), tlaxcaltecayotl (como los tlaxcaltecas), matlatzincayotl (como los matlatzincas), huexotzincayotl (loshuexotzincas) y chichimecayotl (los chichimecas).
Atención especial merecen dos géneros de notas que acompañan a los cantares, ya que indican las varias maneras como se cantaban. Una era incluyendo sílabas no léxicas, es decir carentes de significado, tales como aya, iya, huiya o huaya, entre otras. Tales sílabas aparecen con frecuencia al final de los párrafos en los que se distribuyen originalmente los cantares. Las mismas sílabas se insertan a veces también dentro del texto de un párrafo. En ambos casos, su función parece ser exclamatoria y tal vez también complementaria del ritmo y la cadencia de la expresión.
El otro tipo de notación se relaciona con el tono y el acompañamiento musical de los cantares. Así, en el folio 7 r. de Cantares, hay una glosa que arroja algo de luz sobre este punto y dice así: Aquí comienzan los cantos que se nombran genuinos huexotzincayotl... Y así se hace resonar al tambor, una palabra [¿o conjunto de palabras?] se va dejando y la otra palabra [¿o conjunto?] cae con tres ti, pero bien así se comienza con un solo ti. Y se vuelve a hacer lo mismo hasta que en su interior vuelva a resonar el toque del tambor. Se deja quieta la mano y cuando va a la mitad, una vez más, en su labio, se golpea al tambor.
Según Garibay, ?es evidente que se trata de indicaciones para medir el ritmo de la música?.44 Y agrega, como una hipótesis plausible, la idea de una correspondencia entre cada sílaba y una nota musical. Karl A. Novotny propusouna interpretación diferente. Identificó él en Cantares mexicanos 758 arreglos diferentes de las mencionadas sílabas ?to, ti, co, qui, toco,tocoti, titoco, titiqui...?, en las que entran las consonantes t, c (qu-) y vocales i, o. Considera que setrata de indicadores de tonos distintos, ascendentes y descendentes. Señala además que las combinaciones más complejas de dichas sílabas acompañan a algunos cuicatl, cuya fecha de composición se sitúa ya en el periodo colonial.45
Además de las glosas y anotaciones descritas, existen otras relacionadas más directamente con lo que aquí nos interesa. Así como hay referencias que atribuyen cantares a indígenas conversos, hay otras que indican que ciertos cantares no solamente tienen un origen anterior a la época de la Conquista, sino también que fueron fruto de la creación individual de alguien cuyo nombre se proporciona. El que podamos confiar en estas referencias depende de la posibilidad de esclarecer dos puntos fundamentales. Uno es que hayan llegado hasta nosotros cantares de auténtico origen prehispánico. El otro es que puedan relacionarse uno o más cantares con el nombre de un compositor acerca del cual sea factible decir algo. El sentido y la validez del presente libro dependen de la posibilidad de esclarecer ambos puntos. Para hacer una evaluación crítica de las referencias acerca de los orígenes y autores de los cantares presentados como prehispánicos tomaremos en cuenta la evidencia interna que puedan proporcionarnos los manuscritos de Cantares mexicanos y Romances ?que enseguida se describirán? además de las evidencias externas que puedan encontrarse en otras fuentes independiente.
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Tomado de:
https://enriquedussel.com/txt/Textos_200_Obras/PyF_pueblos_originarios/Quince_poetas-Miguel_Portilla.pdf

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