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Jesus León Santos, el rugir de un alma incansable

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Jesus León Santos, el rugir de un alma incansable
Por Isa Traverso 27 de septiembre de 2019
Foto de Goldman Environmental Prize
A los 42 años de edad, en el 2008, el campesino indígena Jesús León Santos obtuvo el premio ecológico Goldman por su labor en la reforestación de una región en Oaxaca, México. Dicho galardón es una especie de premio Nobel de la ecología mundial. Actualmente Santos es el Coordinador del Programa de Agricultura Sostenible del Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca.

Desde los 18 años y junto a otros campesinos, Jesús reforestó la Mixteca alta de Oaxaca en su pueblo, San Isidro. Su intención era revivir la tierra en base a unas técnicas precolombinas que le enseñaron unos guatemaltecos, para labrar la tierra y convertir parcelas en áreas cultivables. Mientras muchos se iban a vivir en otros pueblos debido a la falta de árboles, agua y frutas que escaseaba en la Mixteca alta, también conocida como la Tierra del Sol, Jesús León Santos decidió enfrentarse directamente al culpable de las duras condiciones, la erosión.

Jesus León Santos, el rugir de un alma incansableEn un artículo de Ana Estrada para Milenio, Jesús dice: ?Muchas veces queremos que la gente haga lo que nosotros no hacemos?, y agrega que para convencer a otros tuvieron que empezar ellos mismos, ?mis compañeros y yo comenzamos a sembrar árboles en nuestras parcelas para que poco a poco se vieran los cambios?.

Gracias a las técnicas agrícolas precolombinas bajo la tutela de indígenas guatemaltecos y con la ayuda de 400 familias de 12 municipios, Jesús creó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (Cedicam) con el objetivo de trabajar las tierras para sembrar árboles y lograr la producción de alimentos.

Durante 35 años los habitantes de Mixteca, de la mano de Jesús, trabajaron a pico y pala para aumentar la flora, sembrando millones de árboles y desarrollando un sistema sostenible y orgánico para la agricultura. Ahora, esta zona ha reverdecido, y hasta manantiales le han nacido. La conservación de las semillas de maíz nativas, cereal originario de la región y la siembra de una variedad propia de la zona, el cajete, impulsaron al abastecimiento de recursos naturales. Asimismo, enterraron cisternas de más de diez mil litros para recoger agua de las lluvias y crear un sistema de riego.

Lo que inició Jesús León Santos ha sido imitado por comunidades vecinas porque hay que copiarse de lo bueno y este señor inspira a que todos protejamos lo más valioso que tenemos, este planeta. Bandera News publicó unas palabras de Jesús León Santos.

"Los pueblos indígenas tienen mucho que compartir con este planeta. Somos una parte importante de esta tierra. Hemos sido los guardianes, y es un papel importante con el que debemos continuar... No podemos dejar que esta responsabilidad caiga en otras manos. No debemos permitir que las corporaciones tomen estos recursos porque éste es el legado de todas las personas, no solo de unas pocas ".

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