INVASI�N, OCUPACI�N, GENOCIDIO, EPISTEMICIDIO Y COLONIZACI�N 1/4 Luz y guillermo Mar�n

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El mundo moderno inici� simb�licamente con la invasi�n europea al continente Abyanahuac en 1492. Lo que ha venido haciendo el poder profundo es la colonizaci�n de todos los pueblos del planeta. La colonizaci�n inicia con una invasi�n injustificada, que generalmente es violenta y destructiva, despu�s viene la ocupaci�n militar, econ�mica, pol�tica, religiosa y cultural, para despu�s iniciar los procesos de explotaci�n de los seres humanos y la depredaci�n de sus recursos naturales, a partir de que los pueblos quedan indefensos y vulnerables.

Generalmente en estos procesos se inicia con un genocidio de aquellos pueblos o grupos humanos que se oponen con violencia a la agresi�n de la que son v�ctimas. Al apoderarse de los territorios se inicia una reubicaci�n de las comunidades que est�n en los mejores espacios que los colonizadores requieren para su habitad o para la generaci�n de riqueza, sean las mejores tierras para cultivar, los lugares que poseen condiciones para la miner�a o la extracci�n de recursos naturales, y por supuesto, las fuentes m�s importantes de agua.

En nuestro continente Abyanahuac, los espa�oles y portugueses, finalmente se apoderaron desde el R�o Bravo hasta la Patagonia. Y los ingleses y franceses del R�o Bravo hasta Canad�. Actualmente existen m�s pueblos y lenguas ancestrales del R�o Bravo hacia Canad�, que del R�o Bravo a la Tierra del Fuego.

Los anglosajones optaron por el genocidio, de 1776 a 1920, en menos de 144 a�os redujeron la poblaci�n anahuaca del Norte, por todos los medios. Desde masacrar inmisericordemente a pueblos enteros, exterminado al bisonte para que murieran de hambre, enga��ndolos con supuestos tratados de paz que no cumpl�an los invasores ocupantes, ubic�ndolos en lugares inh�spitos, proporcion�ndoles cobijas contaminadas, hasta entrar violentamente a las reservaciones, que son campos de concentraci�n, a secuestrar a los menores y concentrarlos en supuestos internados, en general en manos de religiosos, que eran en realidad prisiones que pretend�an ?civilizar/europeizar? a los ni�os, prohibi�ndoles hablar sus lenguas, rap�ndolos y uniform�ndolos, el objetivo era erradicar totalmente la cultura Madre. De manera altamente violenta y con extremo sadismo, hasta llegar a una pr�ctica permanente de abuso sexual por parte del personal de los internados. A pesar de este deshumanizado m�todo de exterminio, los pueblos anahuacas del Norte lograron sobrevivir, y hoy empiezan a recuperar su memoria, su historia, su cultura y, sobre todo, su dignidad.

Del R�o Bravo hacia el Sur, la ocupaci�n, genocidio y epistemicidio fue diferente. Existen muchos factores que lo hicieron diferente, pero al final de cuentas con los mismos resultados. Nos referiremos al espa�ol, suponiendo que el portugu�s tuvo grandes diferencias, entre las que podemos mencionar la inmensidad e inaccesibilidad del Amazonas, que les permiti� a los pueblos ancestrales lugares de refugio y cobijo que les facilit� vivir lejos del invasor. La limitada presencia de los portugueses en la formaci�n de la naci�n. La asimilaci�n de los pueblos ind�genas de las costas, con los pueblos y las culturas afro. La avasallante presencia de los pueblos africanos que hab�an llegado en calidad de esclavos y que hicieron sentir la fuerza de sus culturas en una fusi�n cultural que determina en gran medida la identidad actual de Brasil.

La colonizaci�n espa�ola durante tres siglos en el continente tuvo que enfrentar la resistencia cultural de los pueblos del Anahuac en el Norte y los pueblos del Tawantinsuyo en el Sur. El exterminio de los pueblos de las Antillas fue muy violento y r�pido. En los primeros diez a�os de la invasi�n Crist�bal Col�n y sus dos hijos literalmente exterminaron a los pueblos de las islas.

El serm�n de fray Antonio de Montesinos en 1511, reclam�ndole a un hijo de Col�n y a un grupo de hacendados, los cr�menes contra los isle�os y los textos de fray Bartolom� de las Casas, quien se dedic� a defender a los anahuacas del trato de los espa�oles, nos dan cuenta del brutal genocidio que perpetraron aquellas personas que, gracias al edicto de 1499 de la reina Isabel la Cat�lica, permiti� abrirles las puertas a todas las prisiones del reino, para que los delincuentes obtuvieran el perd�n y recuperaran su libertad, si emprend�an la aventura en las tierras recientemente ocupadas. Col�n y sus dos hijos, literalmente despoblaron las islas del Caribe, en el primer cuarto de siglo de la invasi�n, por lo que se empez� a comprar esclavos de �frica para suplir a los anahuacas exterminados.

Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabidur�a del pasado. Descolonizar es dignificar?despierta YA!