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EL SACRIFICIO DE JESS DE NAZARET... despus de 1971 aos los poderosos parece que no han aprendido

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Despus de 1971 aos, tal parece que los judos poderosos no han entendido la leccin y siguen ignorando el mensaje del Mesas que crucificaron. Jess de Nazaret trat de cambiar el culto al Becerro de Oro, el ojo por ojo y diente por diente, por el de amar a tu enemigo, poner la otra mejilla y luchar por una vida comunitaria en concordia. El pueblo judo desde que pidi la crucifixin de Jess, lo olvid y solo se le recuerda como un suceso histrico, ms no logr con su sacrificio transformar las estructuras de poder y religiosas de la cultura juda. En nuestros das los judos no aceptan que Jess era el hijo de Dios, ni que los vino a salvar.

El pueblo judo ha sido perseguido, odiado y sacrificado, una y otra vez en su historia. Es el nico pueblo en el mundo que no tiene una tierra propia. Desde pocas inmemoriales la historia se repite. Llegan perseguidos y masacrados a un lugar y son recibidos como refugiados, al paso de generaciones toman el poder econmico de ese lugar y terminan explotando al pueblo anfitrin, hasta que generaciones despus nuevamente se organiza una rebelin en contra de su poder econmico y otra vez son sacrificados, perseguidos y expulsados.

De esta manera los judos han llegado y han sido expulsados de Mesopotmica, Palestina, Egipto, Espaa y recientemente de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Finalmente el poder econmico sionista de Occidente logr que les dieran una parte de Palestina para crear el Estado de Israel. Jerusaln y lo que hoy es el territorio de Israel durante miles de aos fue la tierra del pueblo Palestino y cierto es, que un da pasaron por esas tierras en su eterno peregrinar, pero esas tierras siempre fueron de los palestinos y hoy el gobierno de Israel no reconoce la existencia del Estado palestino.

El pueblo judo, como pocos en el mundo, ha sido fiel a su cultura, su idioma y su religin. La gran proeza de este singular pueblo es que sin tener tierras propias, peregrinando de pueblo en pueblo, perseguidos y diezmados desde los inicios de su historia, han sobrevivido culturalmente y se han mantenido fieles a su cultura y a su religin. Han podido vivir en las culturas y las tierras de otros pueblos durante miles de aos y siguen manteniendo su identidad cultural. Tal vez el pueblo judo sea el que tenga ms arraigada su identidad cultural y religiosa. Esa es su fuerza.

Sin embargo, su habilidad para los negocios y su devocin por su religin los ha llevado al otro lado de la moneda. Lo que por una parte ha sido su sostn, de manera negativa se ha convertido en su pecado. En efecto, la habilidad para los negocios los ha hecho esclavos del Culto al Becerro de Oro y su devocin por su religin los ha convertido en fundamentalistas y fanticos.

Los judos poderosos fueron los que mandaron crucificar a Jess, pues atentaba contra su poder religioso y su control del pueblo. El mensaje de Jess estaba en contra de la histrica necesidad, casi el trauma permanente del holocausto en el que ha vivido durante milenios, siempre perseguidos y exterminados. El pueblo judo vive un trauma histrico. Siempre terminan siendo perseguidos y odiados por el pueblo en donde llegan ha establecerse. Eso es dolorosamente cierto. Y esa factura se la cobran cada ao al mundo Occidental con pelculas, libros, artculos, recordando una y otra vez el holocausto de la Segunda Guerra Mundial. Pero lo cierto tambin, es que los judos histricamente no quieren analizar, el por qu siempre terminan perseguidos y odiados por todos los pueblos que les dan asilo.

Los judos parece que no quieren aprender la leccin y el mensaje de Jess de Nazaret, de que deben SACAR A LOS MERCADERES DEL TEMPLO, AMAR EN VEZ DE ODIAR y creer en el mensaje que DIOS les mand a travs de su hijo Jess. Hasta nuestros das los rabinos judos no reconocen en Jess de Nazaret al Mesas que Dios les mand para redimirlos. Los judos siguen esperando a su Mesas. Los judos no aceptan el mensaje de Jess como obra de su Dios.

Los judos poderosos, especialmente los que tienen la ideologa sionista, pues al igual que los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, no todos eran nazis. Hoy en nuestros das no todos los judos son sionistas. El sionismo es una ideologa que pretende dominar al mundo por medio del dinero y que los judos poderosos que estn en los lobbys de poder en Nueva York, Washington, Londres, Pars, etc. no quieren la paz y pretenden apoderarse de toda Palestina y expulsar al pueblo palestino de su propia tierra.

Estos halcones del poder econmico y militar estn haciendo con el pueblo palestino cosas peores que los nazis hicieron con el pueblo judo en la Segunda Guerra Mundial. Actualmente en Israel existe un movimiento del pueblo judo que se opone a la barbarie que esta cometiendo su gobierno con los palestinos. En las mismas fuerzas armadas de Israel, existe un movimiento que se opone a seguir participando militarmente en los territorios ocupados a los palestinos. No se puede seguir masacrando con uno de los ejrcitos ms poderosos del mundo a un pueblo armado de piedras.

El sacrificio de Jess de Nazaret no slo fue para librar al pueblo judo de su pecado de poder y avaricia, sino al mundo entero, pues el Culto al Becerro de Oro y al Poder es un lastre para todos los pueblos del mundo.

Los poderosos del mundo, sean judos, estadounidenses o mexicanos se ven amenazados por el mensaje de Jess de Nazaret. Despus de repetir cada ao en el mundo cristiano la pasin de Cristo, parece que no queremos abrir nuestros corazones para recibir una verdad universal. La Semana Santa se ha convertido slo en folclor, temporada alta de vacaciones y fructfera derrama de dinero para los adoradores del Becerro de Oro.

Despus de 1971 aos en que los poderosos lderes del pueblo judo mandaron crucificar a Jess por considerarlo subversivo al orden establecido. El Primer Ministro de Israel dirige personalmente el asesinato de lderes religiosos y amenaza de muerte pblicamente al lder palestino. Tal parece que no han aprendido nada todo este tiempo y pareciera que el sacrificio del hijo de Dios, para los poderosos del siglo XXI... sigue siendo estril.

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