Existen dos grandes misterios en los que la humanidad siempre ha empeado toda su sabidura. El nacimiento y la muerte.
La segunda gran interrogante de la vida es precisamente? a dnde vamos despus de la muerte. Y entre estas dos grandes cuestiones, se desarrolla el complejo tejido de nuestras vidas.
La pregunta que cada uno de nosotros si puede y debe contestar es? cul es la razn trascendente de mi existencia? Ms all de respuestas tibias y mentirosas con las que siempre rehuimos este tema. Cul es el propsito supremo de la existencia. Cul es la misin que tenemos cada uno de nosotros encomendada en la vida.
Las personas morimos como hemos vivido. No puede ser de otra manera. De hecho, se muere a cada segundo, y nuestro cuerpo nace y muere cada da en el plano celular.
Los mexicanos hemos heredado de nuestros Viejos Abuelos el culto a la muerte, porque en ello se debate el culto a la vida. En efecto, no se puede llegar a tener ?conciencia? de la vida, si no se tiene plena conciencia de la muerte. Vida y muerte son para el pueblo de Mxico una misma realidad. Una dualidad indisoluble y sagrada, que ha sido reverenciada desde los tiempos ms remotos.
Los mexicanos en general, pero los oaxaqueos en particular tenemos trato ntimo con la muerte. Somos los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos, aquellos que hace muchos siglos construyeron Teotihuacan, Mitla y Monte Alban a la glora del Espritu humano.
No pude ser de otra forma. En nuestro banco gentico de informacin cultural existe una gran herencia de sabidura y conocimiento sobre la muerte. Durante 7500 aos los Viejos Abuelos, desde la invencin de la agricultura y el maz, hasta la llegada de los invasores, crearon, investigaron, desarrollaron un complejo y abigarrado mundo de ideas sobre la vida y la muerte. En ese maravilloso universo de sabidura, Mitla era el centro palpitante de la Muerte.
Los mismos espaoles, que a su llegada a estas tierras encontraron funcionando a toda su capacidad, lo que hoy llamamos ?zona arqueolgica?. Ellos mismos escribieron asombrados que Mitla era tan importante para los antiguos mexicanos, como lo era para los cristianos San Pedro en el Vaticano.
Fue el obispo Alburquerque quien mand destruir en el Siglo XVI este esplendido recinto que estaba consagrado al smbolo mstico espiritual de la muerte ritual y se mand construir su palacio en el costado Norte de la catedral en la Ciudad de Oaxaca, para simbolizar que se haba eclipsado el poder indgena y que en ese entonces se ergua en la Ciudad de Oaxaca. Sin embargo, hoy el palacio arzobispal esta en decadencia y hoy vemos como resurge Mitla con una poderosa fuerza que encabezan sus jvenes.
Casi todos los pueblos del mundo, as como todas las filosofas y religiones nos hablan de una necesaria muerte al mundo material, para penetrar a la eternidad de la vida espiritual. Morir a la materia finita para renacer eternamente en el espritu inmortal. Vencer nuestras debilidades, carencias y estupidez, dndoles una ?muerte simblica? para renacer en la luz de la conciencia espiritual.
El mensaje es claro y esta labrado en todas las grecas que decoran Mitla. La cruz de Quetzalcatl, el smbolo del sacrificio espiritual, del soplo divino que le da conciencia a la materia y que brota de un caracol partido transversalmente. El smbolo del rayo representacin divina de Cosijo, el Seor del Agua que nos habla del mundo material. Un mensaje que es eterno y permanente, universal para todas las conciencias decantadas que buscan darle un sentido trascendente y espiritual a su vida.
Esta es la razn por la cual Mitla es un smbolo universal del espritu humano, que busca librar las barreras de la materia ante su muerte fsica y trascender en el ?ms all?, en la regin de los muertos.
En el inicio del tercer milenio, son los jvenes de Mitla los que estn anunciando el resurgimiento espiritual de este recinto consagrado a la vida eterna a travs de la muerte de nuestras debilidades y flaquezas del mundo material.
En estos tiempos tan difciles. Donde la deshumanizacin y la enajenacin estn invadiendo todos los espacios, privados y pblicos de la existencia humana. Donde los adoradores del ?becerro de oro? todo lo depredan y denigran, Mitla surge desde las entraas de sus cavernas, con una fuerza telrica para despertar las conciencias adormecidas por el culto a la materia, al dinero y el consumo.
El futuro de Mxico es su pasado, y el futuro de los mexicanos son sus jvenes. En Mitla, bajo la proteccin del Seor Mictlantecutli los jvenes ponen sus ojos y sus corazones en la sabidura de nuestros Viejos Abuelos. El pasado y la juventud se convierten en el futuro, no solo de esta poblacin, sino en la esperanza del pueblo de Mxico.
Los jvenes, este Festival y el pueblo de Mitla, harn en pocos aos que todos los mexicanos vengan a celebrar a esta tierra santa, la muerte a la materia y a iniciar el culto a la vida eterna del Espritu Humano.
El Seor y la Seora de la Muerte, nuevamente nos darn su gua y su fuerza para construir un mundo ms humano y ms justo. Los sitios sagrados del Anhuac empiezan a despertar. No es casual que hoy estemos en la alborada luminosa del resurgimiento de los valores y principios, ticos y morales, con los que un da nuestros sabios antepasados, construyeron una de las seis civilizaciones ms antiguas del mundo y con un origen autnomo.
Mitla renacer de sus cenizas, despertar de ese profundo letargo en el que estuvo estos 500 aos de injusta colonizacin esclavizadora de sus hijos.
Que viva el Seor de la Muerte!