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13 DE AGOSTO DE 2021, EN ESTOS CINCO SIGLOS DE COLONIZACIÓN?repensar la historia Luz y Guillermo Marín 7/9

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13 DE AGOSTO DE 2021, EN ESTOS CINCO SIGLOS DE COLONIZACIÓN?repensar la historia
<br>Luz y Guillermo Marín 7/9



Cortés, toma la mitad de los hombres, supongamos un poco más de 200 y se va a combatir a Narváez, dejando a Pedro de Alvarado cuidando el tesoro y al frente de los restantes españoles. Los traidores a la supuesta sorpresiva llegada de Cortés, fingen una abrumadora derrota y se suman a la causa de Cortés. Narváez en la escaramuza pierde un ojo y más tarde, por las complicaciones de la herida, la vida. En ese inter, según Cortés y sus historiadores hispanistas, los mexicas le piden a Alvarado permiso para realizar una ceremonia en la Plaza Mayor de Tenochtitlán, que estaba protegida por una barda perimetral, con cuatro entradas, llegan más de cinco mil mujeres y hombres totalmente desarmados y con adornos de oro, por lo que supuestamente Alvarado ordena cerrar las puertas y matar a cuchillo a los indefensos participantes. La nobleza mexica fue sacrificada a mansalva y fue el momento en que el pueblo se reveló en contra de sus autoridades, y decidió atacar a los invasores, acorralándolos en algunas construcciones del perímetro del Templo Mayor. Según la historia oficial, cercados los invasores por los mexicas, llega Cortés con los 1500 hombres de Narváez y sus 200 de él, y los mexicas los dejan pasar al interior del cerco. Eso no es posible. No pudo ser, por elemental lógica, de esa manera.

13 DE AGOSTO DE 2021, EN ESTOS CINCO SIGLOS DE COLONIZACIÓN?repensar la historia
<br>Luz y Guillermo Marín 7/9




Una visión descolonizada, es que, Cortés regresó de Veracruz y él ordenó la matanza del Templo Mayor, por lo cual, quedó dentro del cerco y no en Veracruz. Los historiadores hispanistas con su versión, tratan de lavarle las manos de sangre a Cortés. Es imposible defender a este personaje, porque esencialmente era un psicópata. Cortés asesinó con sus propias manos, no solo a anahuacas aliados y enemigos, sino a los españoles que se le opusieron; mandó asesinar a Fray Juan de Tecto enviado secreto del rey para investigar a Cortés, asesinó a su propia esposa, a quien estranguló en su casa de Coyoacán. Fue un furibundo mentiroso, especialista en la traición y la intriga, ladrón empedernido, no solo robó a sus compañeros a quienes no les entregó el oro prometido, sino que robó a la misma corona, traicionó a sus aliados indígenas a quienes, como el caso de Xicoténcatl, mandó ejecutar después de la caída de Tenochtitlán, porque no le perdonó que lo hubiera derrotado militarmente cuando pretendió entrar al territorio de Tlaxcala sin permiso. Fue capaz de quitarles el mérito y disminuirlos en sus escritos a Malinche y a Ixtlilxóchitl, para describirse como el único artífice, político y militar de la derrota de los mexicas.



Rodeado por los miles de guerreros mexicas y esperando su derrota, Cortés fue rescatado del cerco de Tenochtitlán por la estrategia ideada por Ixtlilxóchitl, a quien no lo dejaron entrar en Teuchitlán, y se quedó en tierra firme. Al saber la situación de los invasores, decidió atacar con canoas a Tenochtitlán para que los invasores pudieran huir en sentido contrario por la calzada de los toltecas hacia tierra firme.


Es falsa la historia que por iniciativa y valor de Cortés decide huir en una madrugada en que caía un torrencial aguacero, cargando todo el oro rescatado. Pero fueron vistos por un par de mujeres que salía por agua (en medio del aguacero), dando la voz de alarma, como si los guerreros mexicas no estuvieran vigilantes del cerco. Lo increíble de las mentiras históricas de la invasión extranjera, es que nadie las cuestione y que lleguen a los libros de texto y las repitan doctamente los académicos y los ?expertos?, como dogmas universales de la creación del Estado mexicano.



En este mito falaz, en el que Cortés llora su desventura bajo el llamado Árbol de la Noche Triste, en el que perdió casi todo el oro robado, a la mitad de los hombres, la mayor parte ahogados, pues al caer al agua en el forcejo de la lucha, como estaban cagados del oro, se fueron a descansar al fondo del lago, con la pólvora mojada y con la mayoría de los sobrevivientes heridos, se dirige a buscar protección a Tlaxcala, pero al llegar a los llanos de Otumba, se estremece al ver a decenas de miles de guerreros anahuacas esperándolo. Lo que no sabía es que eran guerreros texcocanos enviados por Ixtlilxóchitl a cubrir su retirada. Ordena, lo que él piensa será la última carga y su sorpresa fue inmensa al ver que los guerreros retrocedían. Atribuyéndole a su religión el milagro de su supuesta victoria, que, en España, la tienen como una de las batallas más importantes de su historia militar, llamándola, la Batalla de Otumba. Educayotl AC.

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