La derrota de E.U. en Afganistán, representa la victoria de la tradición sobre la modernidad. Nos demuestra que la conciencia, la dignidad y la noción de la sacralidad de la vida, son más poderosos que el ejército más moderno y letal del planeta. Ni los rusos ni los gringos pudieron entender la ancestral cultura pashtun, ambos la menospreciaron, y por ello, han pagado con creses su error.
La victoria de las comunidades que constituyen lo que llamamos Afganistán, debe ser una lección y un llamado para los pueblos ancestrales del mundo, que siguen luchando por mantener la noción de la sacralidad de la vida en general y sus culturas en particular.