Miguel Ángel De Los Santos
La invasión estadounidense de 1847, o ?The Mexican War?, como se le conoce en Estados Unidos, es un acontecimiento histórico muy poco estudiado tanto México como en los Estados Unidos. En México, no se han escrito más de una docena de libros en los últimos treinta años y en los Estados Unidos unos treinta libros. Para Estados Unidos este conflicto armado fue uno de los más importantes, aumentó de un zarpazo su territorio en una tercera parte con una tierra rica en recursos naturales y minerales, le dio acceso al Océano Pacifico, abriéndole las puertas al lucrativo comercio con Asia, y fue la manzana de la discordia que los llevaría a una sangrienta guerra civil. En México tuvo consecuencias desastrosas, se perdió la mitad de territorio nacional, se perdieron miles de vidas, se arruinó económicamente al país más de lo que ya estaba y conllevó a otro terrible conflicto armado, la Guerra De Reforma. En Estados Unidos no se le da la importancia que merece. Se evita la conversación porque este hecho representa una vergüenza nacional, el haberse hecho de un gran territorio de una manera deshonesta e injusta. En México se evade el tema por causar polémica y por no despertar rencores, pero en realidad, lo que se quiere evitar es abrir el debate de las causas, por qué se perdió la guerra de una forma tan desastrosa. Esto requeriría reconocer que desde que nació este país el racismo, clasismo, discriminación y corrupción han sido la regla y no la excepción.
El propósito de esta serie de ensayos, es sacar a la luz las causas por la cual los mexicanos de aquella época fueron derrotados en casi todos los enfrentamientos, y no hubo un punto de unión entre ellos para dar una pelea firme y digna contra el invasor. Este estudio se enfoca desde la perspectiva mexicana, se pretende interiorizar en vez de usar la narrativa común de culpar de todo al invasor imperialista anglosajón. Al resaltar las causas principales que llevaron a tal desastre quizás podamos detectar que varios de esos comportamientos, aún siguen siendo parte central de los problemas que hoy en día tienen polarizado y en crisis a México.
Para la mitad de 1800, México todavía no se había constituido como una nación. Cuatro factores lo impidieron, El racial, el social, el geográfico y el político. Solo una institución los unía, la Iglesia Católica y este elemento traería más desventajas que ventajas. Durante la Colonia en la Nueva España, como se le llamaba a México, se creó una estructura social basada en el racismo, el color de la piel determinaba el estrato social correspondiente. Los peninsulares en la punta de la pirámide seguida por sus descendientes, los criollos, después los mestizos y castas y hasta abajo los indios y esclavos africanos. Esto creo una abismal desigualdad entre blancos e indios y entre ricos y pobres. La topografía que por un lado enriqueció a México con su belleza y en diversidad y recursos naturales, por el otro produjo regionalismo y división, al no contar con ríos navegables sino con montañas, desiertos y junglas que impedían el comercio y la comunicación entre las provincias y esto produjo caciquismo, autonomía y desigualdad. Como resultado de la Independencia los criollos, desplazaron a los españoles dejando intacto el sistema colonial basado en el racismo, discriminación, despotismo y explotación. A falta de partidos políticos, los nuevos dirigentes se dividieron en dos grupos ideológicos, con dos ideas opuestas de como gobernar, los centralistas y los federalistas. Así, en los siguientes 20 años, se pasarían peleando y derrocándose uno al otro llevando a la ruina al país que para 1846 enfrentaría la invasión estadounidense.
La primera invasión estadounidense a México fue comercial y demográfica. En 1821, recién se estrenaba México como país, se abrió la ruta de Santa Fe en el Nuevo México, que llegaba hasta Chihuahua, inundando de productos estadounidenses a la frontera Norte del país. En Texas la familia Austin, comenzaría la invasión de colonos anglosajones, legales e ilegales, al mismo tiempo abrieron rutas comerciales desde San Antonio hacia Laredo y Matamoros con destino hacia Monterrey. Esto creo lazos comerciales y hasta familiares con las elites locales. En California, separada por desiertos y montañas nevadas, llegarían barcos provenientes de Boston, llenos de mercancías necesarias en las Californias, a la vez, se comerciarían el cebo y la piel del ganado que abundaba en la región. Estos inmigrantes anglosajones en su mayoría se casarían, con las hijas de los Californios, se harían ciudadanos mexicanos y hasta algunos se convertirían a la religión católica con tal de hacerse en la región y obtener de tierras.
Para 1836 los inmensos territorios de la Frontera Norte, lo que ahora es el suroeste estadounidense, estaba escasamente poblado, el gobierno mexicano ejercía su autoridad solo en asentamientos aislados y olvidados de Nuevo México, Texas y California, el resto era habitado y controlado por naciones nativas. Los apaches y comanches, aunque no tenían gobiernos estructurados como México y Estados Unidos, sabían hacer política y sus acciones modificarían el curso de la guerra. Ellos se dedicarían a saquear y matar a las poblaciones mexicanas de la frontera Norte de 1834 a 1848, desolando la región, robando el ganado, mulas y caballos de los ranchos mexicanos e intercambiándolos por armas y municiones con los anglosajones. Este hecho pavimentaría el camino para la invasión estadounidense de 1846. Es tiempo que en la narrativa histórica de este conflicto armado se incluya el papel decisivo que jugaron las naciones nativas de la entonces frontera Norte de México.
Lo cambios de sistema de gobierno de Republica Federalista, 1824-34, a Republica Centralista, 1834-46, debilitarían las instituciones políticas y sociales de la naciente república. Se descuidó la frontera Norte, dejando a las poblaciones expuestas a los ataques de los comanches y apaches, lo que provocaría que el regionalismo autónomo de los estados, ahora llamados departamentos, se convirtiesen en tendencias independentistas y secesionistas. California, Nuevo México, Sonora, Zacatecas y Tejas pedirían salirse de la federación hasta que no se reestableciera la Constitución de 1824 y el federalismo. Zacatecas pagaría caro este atrevimiento. En 1835 Santa Anna tomo la ciudad a sangre y fuego, permitiendo el saqueo a la ciudad, él se apropiaría de la plata, esto como ejemplo, para aquel departamento que osara revelarse al estado centralista. En 1836 los texanos, angloamericanos, que llevaban años fraguando adueñarse de la provincia, aprovecharían la oportunidad para independizarse de México. Santa Anna cometió una serie de errores que llevarían a la pérdida total de Texas, masacró innecesariamente a los rebeldes del Álamo y de Goliad, dividió a su ejército y se fue a perseguir a Sam Houston, quien en San Pascual, lo derrotaría de una forma humillante. Santa Anna hecho prisionero firmaría los tratados de Velasco, permitiendo la independencia de Texas y aceptando la frontera de la provincia en el Rio Bravo en vez del Rio Nueces. De 1836 al 1846 pasaron diez años en los cuales la clase política y militar de México se la pasaron cambiando leyes, gobiernos y peleándose entre ellos, pero nunca se pudieron poner de acuerdo como recuperar Texas.
España quería recuperar a su colonia favorita, Inglaterra quería monopolizar el comercio y las finanzas de México, y Francia, también quería un pedazo del pastel y se inventó una excusa para hacerle la Guerra a México. En 1838 en la llamada Guerra de Los Pasteles, Santa Anna perdería una pierna, esto lo convirtió en héroe nacional y lo reivindicaría hasta el punto de llegar a la presidencia e imponerse casi como un dictador, hasta que fue derrocado y expulsado de México a finales de 1844. Joaquín de Herrera tomaría las riendas del país por un año, en diciembre de 1845 es derrocado por el General Mariano Paredes y Arrillaga, quien debía marchar con los 6,000 hombres a su cargo para enfrentar al invasor en Matamoros, pero decidió usar a su ejército para dar golpe de estado.
El conflicto armado entre México y los Estados Unidos, fue una serie de acontecimientos bien planeados por Los Estados Unidos, desde la invasión comercial de productos manufacturados, invasión legal e ilegal de ciudadanos estadounidenses, darle armas a los comanches y apaches para la destrucción de la Frontera Norte, corromper a los gobernantes y políticos para que vendieran los territorios. Todo esto con un propósito primigenio, obtener Texas, Nuevo México y California. Como no lo consiguieron optaron como última alternativa, la guerra.
Este es el preámbulo de la Guerra del 47, lleno de vicisitudes que necesitan ser estudiadas y reinterpretadas, para poder entender el complejo momento que atravesaba México durante los primeros veinte años de vida independiente. Hablar de los personajes que llevaban las riendas del país y de sus ideologías e intereses personales nos ayudaran a entender el porqué de sus acciones que ahora juzgamos como traidoras o heroicas dependiendo de nuestra posición ideológica.
4 diciembre 2019
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