El arte de vivir en equilibrio
Luz y guillermo Marín"
V
Vivir en Toltecáyotl.
Vivir en Toltecáyotl, es vivir de acuerdo a los principios y valores, que nos dan una forma milenaria de vida, un camino, un rostro propio y un corazón verdadero, que ha comprobado con creses su sabiduría en los tiempos luminosos antes de la invasión, pero que también se han puesto a prueba y han salido victoriosa en estos cinco siglos de colonización española y neocolonización criolla.
Esta forma de vida creada por milenios por la Toltecáyotl, es decir, los valores, principios, tradiciones, usos y costumbres, que, a pesar del sincretismo y la imposición cultural, han permitido a los pueblos anahuacas (indígenas) sobrevivir a su muerte histórica. En efecto, más allá del exterminio impulsado por el Estado, la iglesia y las clases pudientes con su racismo e insatisfecha voracidad de despojar y exprimir al prójimo; las culturas ancestrales han sobrevivido a su muerte histórica en los primeros cuatro siglos de invasión. Y, especialmente, en los últimos cien años, con el sistema educativo, la radio, la televisión y ahora las redes sociales. Esta sabiduría es lo único que tenemos para enfrentar las convulsiones y los estertores del fin de la modernidad.
El arte de vivir en equilibrio
Luz y guillermo Marín"><iframe src="//www.youtube.com/embed/fA1K2lBEt20" height="500px" width="100%" allowfullscreen></iframe>
Esta es la razón por la cual los pueblos anahuacas son el futuro, no solo de este país, sino de la humanidad. En efecto, los pueblos ancestrales del planeta y sus milenarias culturas, son un acervo de sabiduría humana que significan el patrimonio de la humanidad para enfrentar el desmoronamiento del Sistema Mundo. Por eso, dentro del mosaico pluricultural de México, Oaxaca es la reserva espiritual del Anáhuac. Porque en sus 16 pueblos y culturas anahuacas, se mantiene estos valore y principios que le dan esta característica tan especial a las llamadas cultura oaxaqueñas, que, en su diversidad, están unidas por esta matriz filosófica cultural, que no es más que la Toltecáyotl.
Oaxaca es un reservorio de cultura culinaria ancestral, enriquecido con las apropiaciones de un mestizaje. Desde las tlayudas, las blandas, los totopos, los atoles, el téjate, el chocolate de agua, el mezcal, los chapulines, el caldo de guías y tamales; hasta el fruto del mestizaje, como son sus siete moles, su variedad de panes, el quesillo, el tasajo, el chorizo o la cecina, con su chocolate de leche con su pan de yema.
En sus ocho regiones, las mujeres y los hombres medicina, las parteras, los sobadores, siguen atesorando la sabiduría milenaria de curar el cuerpo humano. El conocimiento de las sustancias curativas de las plantas, así como de los minerales, representan una sabiduría acumulando por milenios que se viene trasmitiendo y que está viva en las comunidades a través de los saberes ancestrales.
Los valores, principios y actitudes que se guardan en las tradiciones, usos y costumbres le dan a las comunidades un sistema de educación comunitaria sustentada en el respeto, el bien común sobre el interés privado, así como la solidaridad familiar, comunitaria e intercomunitaria, hacen la norma y el estilo de conciencia en las comunidades oaxaqueñas, donde encuentra una personas muy educadas con escasa educación académica, pero con valores éticos muy sólidos y principios morales que fortalecen la convivencia comunitaria y familiar. El magisterio oaxaqueño está trabajando un proyecto de educación propio y descolonizado. Pretende utilizar los “saberes comunitarios” como elementos de conocimiento. El programa se llama “Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca”, en el que se incluye a los padres de familia y a toda la comunidad. Se busca crear una educación “propia-nuestra”, al servicio de las propias necesidades de las comunidades.
La organización en las culturas oaxaqueñas es un principio de vida y un valor y una herramienta fundamental para vivir en comunalidad. Nace en la familia, pero se extiende a toda la comunidad, y aún, entre comunidades. La Asamblea, donde las autorices mandan obedeciendo, donde el servir es un deber y un valor de vida, en donde el tequio, la gozona y la guelaguetza, son formas de ayuda mutua y de solidaridad, se materializa la Toltecáyotl. Esta organización comunitaria en 416 municipios de los 570, los hace mantener los principios de la democracia tolteca, a pesar de las grabes agresiones que sufren por el poder y los partidos políticos, las empresas trasnacionales extractivas y los caciques. Existen varios proyectos en Oaxaca, de análisis y revaloración de las formas ancestrales de organización, como es el caso de “la comunalidad” del Maestro Jaime Martínez Luna. Ejercicio para redescubrir a través de repensar los elementos culturales que conforman la cultura comunitaria y que al revalóralos se convierten en detonantes de la autoestima y fortalecimiento de la cultura ancestral.
Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. No podemos salir del calabozo de la colonización, con los valores y la narrativa de los carceleros. Descolonizar significa dignificar.