III
La pirámide de la plenitud armónica.
La alimentación.
El trabajo para establecer el equilibrio y la eficiencia en la pirámide de la plenitud armónica tolteca es la segunda actividad. Entender el mundo y la vida como energía. No se dará ningún cambio estructural y permanente, sino se tiene pleno dominio y control de los primeros cuatro niveles de la pirámide.
El ser humano es un conglomerado energético. Somos esencialmente una carga de energía con conciencia. Por tal, el mundo también se puede ver como campos de energía, porque, a final de cuentas, toda la “materia” está compuesta por átomos y moléculas. Asumir la descolonización como un proceso energético permite ser más objetivo y liberarse de cargas ideológicas colonizantes en las que nos han educado por siglos.
De modo que, desde esta perspectiva, la alimentación puede verse como la ingesta o recarga de energía, que debe ser de alta calidad y al menor costo de tiempo y energía para lograrla. Dejar de ver la alimentación como solo la necesidad de satisfacer una necesidad fisiológica y verla como una recarga energética le da un sentido más elevado y práctico para lograr la plenitud.
La descolonización entonces implica la selección de una ingesta energética de alta calidad, lo menos contaminada y liberada de químicos que garanticen su pureza y calidad energética que potencialice nuestros recursos para interactuar en el mundo interior y exterior. El desafío es hacer a un lado los olores, colores, sabores, texturas, que proporcionan los aditivos químicos a los alimentos, dulces y bebidas chatarra.
La descolonización en este reglón implica el rechazo total y tajante a todos los alimentos, dulces y bebidas chatarra. Procurar al máximo no incluir alimentos procesados y abstenerse de la comida rápida comercial trasnacional. Volver a la comida de milpa, sencilla, nutritiva y sin químicos. Recuperar en la dieta familiar la comida tradicional, comiendo fresco y disfrutando de las aguas de frutas tradicionales sin azúcar. La Batalla Florida en la cocina y en la mesa, es un desafío permanente y el ejercicio de la responsabilidad de no dejarse dominar por el colonizador. Es aquí donde se mide la templanza y la fuerza de voluntad del guerrero. Esta es la verdadera Batalla Florida, en el día a día. Volver a la alimentación de nuestros Viejos Abuelos del Anáhuac.
La salud.
El segundo nivel de la pirámide de la plenitud armónica tolteca se refiera a la salud. De la misma manera que la alimentación, la salud debe ser tomada como un desafío energético. Un excelente estado de salud implica la capacidad de tener al cien por ciento la carga energética. La salud es un resultado del estado energético del guerrero. Cuando una persona tiene una mala salud, su potencial de energía se disminuye y su vitalidad merma. Come chatarra porque no puede pensar y como no puede pensar no tiene dinero y como chatarra.
Es muy común, por los procesos de colonización en los pueblos ocupados y colonizados, el que grandes sectores de los ciudadanos, especialmente los de bajos recursos, mantengan un estado permanente de enfermedad. El mismo sistema lo tiene como una estrategia de dominación. Cuando la alimentación y la salud, además, se vuelven un negocio se crea un círculo perverso que por generaciones la gente no pude romper.
Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. No podemos salir del calabozo de la colonización, con los valores y la narrativa de los carceleros. Descolonizar significa dignificar.