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EL UNIVERSO ENERGÉTICO DE LOS TOLTECAS

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EL UNIVERSO ENERGÉTICO DE LOS TOLTECAS
En el pensamiento tolteca, el universo es un inconmensurable mundo de campos energéticos inconcebibles para la limitada capacidad de percepción humana. Por esta razón, estructuraron ?un universo humano?, un universo posible de comprender, dimensionar y en alguna medida, de percibir. Una forma de ?marcar? los límites del territorio humano de la percepción de lo que para ellos era el ?universo posible?. En otras palabras, el universo del tonal y el universo del nahual. Lo naturalmente posible de percibir y comprender, y lo casi imposible de comprender y solo de atestiguar.

Primero demarcaron el Tlalticpac, ?mundo que se pisa, o sobre la Tierra?, más propiamente, el espacio de la frecuencia vibracional humana por su naturaleza energética. Después siguieron los cuatro puntos cardiales, por dónde sale el Sol, por dónde se oculta, por la estrella que no se mueve (estrella polar) y finalmente por dónde vienen las aguas. Y el centro u obligo de la Tierra, que unifica los cuatro rumbos de la existencia y los equilibra. El oriente con el color rojo y su Tezcatlipoca rojo llamado Xipe Totec. El Norte color negro y su Tezcatlipoca negro llamado Tezcatlipoca el espejo horadado. El Oeste color blanco llamado Tezcatlipoca blanco Quetzalcóatl. El Sur color azul llamado Tezcatlipoca azul Tláloc.

Sobre el Tlalticpac, en obra humana, los abuelos edificaron una pirámide de conocimiento de cuatro niveles y un quinto que los funde y trasciende con tres niveles superiores. Los cuatro primeros son en orden ascendente: sistema de alimentación, sistema de salud, sistema de educación y sistema de organización. Cada sistema a su vez tiene múltiples subsistemas. Los tres superiores, en orden ascendente son: la conciencia del ser histórico, el siguiente, la conciencia de la sacralidad de la existencia y finalmente, el más elevado, la cúspide de la pirámide, el logro civilizatorio, la conciencia del cuerpo energético.

EL UNIVERSO ENERGÉTICO DE LOS TOLTECAS
Esta pirámide construida sobre el Tlalticpac, tenía encima de la cúspide trece niveles de percepción o conciencia de la frecuencia energética. Trece posibilidades humanas de percibir la energía en su frecuencia superior o más elevada. Sobre esos trece niveles estaba ?la jícara celeste?, es decir, todo el universo imperceptible e irrazonable a las posibilidades humanas. Lo infinitamente incognoscible. El universo del nahual.

Bajo el Tlalticpac, los abuelos percibieron nueve niveles de energía de baja frecuencia, mucho más densos sobre los cuales flota ?la tortuga? o el Tlactipac. Tanto los trece niveles superiores, como los nueve inferiores de frecuencia, pueden ser percibidos y vivenciados a través de grandes trabajos en el desarrollo de las capacidades humanas.

Estos fueron los espacios energéticos de la civilización del Cem Anáhuac. Demarcados en sus límites y sus frecuencias energéticas, los anahuacas crearon su mundo, en el que con leyes universales de equilibrio vivieron por siglos los pueblos y culturas. Los toltecas, es decir las personas de conocimiento, investigaron, razonaron, sistematizaron en los Tollanes y lo trasmitieron a todos los pueblos y culturas del Cem Anáhuac, es decir, los que viven enteramente juntos entre las grandes aguas, entendiendo que es desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, para vivir en armonía y equilibrio.

La sabiduría y las instituciones de los toltecas se conoce como Toltecáyotl, que comprende, desde los conocimientos básicos indispensables para sostener el mundo material, hasta llegar a lo más elevado de la posible capacidad del ser humano, que es, la oportunidad de tener plena conciencia de su ser energético integral, y, sobre todo, la posibilidad de manipularlo igual que el cuerpo físico.

Esta es la razón por la cual se puede entender el por qué, los Viejos Abuelos anahuacas, no sustentaron el objetivo de su desarrollo humano en el mundo de la materia, la posesión de bienes, el comercio, la guerra y grandes construcciones militares o de uso mundano. Eso explica por que fue la civilización del mundo antiguo que construyó más pirámides, o no usó el dinero ni la propiedad privada y no inventó armas. Explica la razón de que toda su ciencia fue biófila, y, de alguna manera, la súbita e inexplicable desaparición masiva de los venerables maestros toltecas del Tlalticpac.

Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado.

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