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LA NEGACIÓN HISTÓRICA

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LA NEGACIÓN HISTÓRICA
En estos más de cuarenta años de investigar sobre nuestros antepasados, he ido descubriendo poco a poco, su grandeza y he ido entendiendo, en toda su dimensión, su impresionante proyecto humano. La colonización ha sido feroz, desde Hernán Cortés hasta León Portilla, el Estado colonial y luego neocolonial, nos han tratado de engañar, hablando de nuestros antepasados, como aquellos primitivos y sacrílegos adoradores de los elementos, guerreros y caníbales.

El objetivo es, por una parte, justificar la increíble destrucción de su inconmensurable sabiduría, una de las acciones más irracionales y salvajes en la historia de la humanidad, y por la otra, tratar de convencernos, de que la invasión, destrucción, crímenes, saqueos y despojos, fueron y siguen siendo necesarios, primero para civilizarnos e integrarnos a Occidente en calidad de periferia, y ahora para lograr el progreso y la modernización.

LA NEGACIÓN HISTÓRICAPero la verdad y la justicia histórica están de nuestro lado, después de quinientos años, ellos, los invasores, los asesinos y los ladrones, se están derrumbando ante su propia deshumanización y ambición desmedida. Su civilización de muerte está dando los últimos estertores, y la raíz de nuestra civilización Madre, la Toltecáyotl, sigue viva y representa una posibilidad de cruzar venturosos el fin de estos tiempos.

Pero, déjeme que le cuente, amable lector. Déjeme que le diga que, pese a que destruyeron todos nuestros Tollan, que quemaron nuestros amoxtli y que asesinaron a nuestros temachtiani, la sabiduría brota de la profundidad de las entrañas de Tonantzin, Nuestra Madre Querida. Los hijos de los hijos están despertando su banco genético de información cultural, en nuestro portal de toltecayotl.org más de 29 millones de visitas dan testimonio de este maravilloso hecho. Destruyeron la fronda, pero la raíz ha seguido viva. Tenemos mucho que aprender de la sabiduría ancestral que sigue viva en los usos y costumbres, en las tradiciones de los pueblos y culturas del Anáhuac.

Pero el punto de esta entrega, es hablar de la calendárica anahuaca, porque esa es ?la piedra roseta? para entender y dimensionar nuestra civilización madre. Comencemos diciendo que todas las civilizaciones ancestrales crearon su propio calendario, pero el más exacto de todos es el nuestro, solo necesita de un día de ajuste cada 8320 años. Las llamadas zonas arqueológicas, Tollan eran centros de investigación y de estudio de la mecánica celeste. Eran entonces impresionantes observatorios en donde cada edificio estaba dedicado a la observación, razonamiento, sistematización y difusión de las investigaciones en todo el Cem Anáhuac durante milenios. Todas las civilizaciones construyeron pirámides para este estudio, en segundo lugar, Egipto, tiene 110 pirámides, solo en lo que hoy es México, el INAH tiene abierto al público 193 zonas arqueológicas, y en cada una de ellas, existe más de una pirámide. Somos el pueblo que ha construido el mayor número de observatorios antiguos de la humanidad, lo que explica sus grandes logros.

En el Cem Anáhuac existió un solo calendario, que se inicio muchos siglos antes de que apreciaran los olmecas. El calendario o Sempoalcalli es un conjunto de cuentas, aplicadas al tiempo, al espacio, al movimiento de los astros, a la organización de la cosmovisión y a la organización de las ideas filosóficas. Los abuelos vivían dentro de un mundo totalmente científico, astronómico y matemático, pero, al mismo tiempo, en un mundo espiritual que hoy llamamos por nuestra enajenación e insensibilización, ?mágico?. Existen muchas versiones del calendario, según el pueblo y cultura que lo usó, pero por más diferencias externas en nombres e iconografía, es el mismo para todos.

El calendario se divide en las llamadas: Cuenta civil de 365 días, la cuenta larga de 360 días y la cuenta profética. Tenía 18 meses de 20 días, integrado en cuatro semanas de cinco días. No existía el calendario maya y el zapoteco, más bien las versiones maya y zapoteca del calendario del Anáhuac. Con las siguientes cuentas: la lunar de 260 días, la solar de 365 días, la venusina de 584 días, la de las Pléyades de 52 años y la cuenta que contenía a todas, la cuenta larga de 25625 años. Estas cinco cuentas estaban totalmente engranadas unas con otras, como engranes de un reloj que se ajustaba cada 8320 años con un día para ser exacto, porque los astros no se mueven en medidas de enteros y las fracciones eran sabiamente acumuladas y luego integradas.

Es algo verdaderamente maravilloso descubrir la sabiduría y capacidad de nuestros antepasados. Al hacerlo, entendemos la brutalidad y el salvajismo de quienes fueron capaces de destruir este legado de sabiduría de la humanidad, y, además, injuriar y denigrar a los Viejos Abuelos, presentándolos como primitivos y salvajes. Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado.
19/12/2020

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