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DAANY BEÉDXE El espíritu del Guerrero. Fragmento 4

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Los Viejos Abuelos eran "Los Artistas", los que aprendieron a pulir "la piedra preciosa" que todos llevamos dentro. Se les conocía como toltecas y su sabiduría como Toltecáyotl. Ellos no solamente inventaron la agricultura y con ella, el maíz, los nopales, la milpa, las tortillas y todos nuestros alimentos, así como la forma de prepararlos.

 

También aprendieron a descubrir los secretos de las plantas, los animales y los minerales. Las leyes universales de las matemáticas y su aplicación a las ciencias como; la astronomía, la ingeniería, la arquitectura y las leyes sociales que nos rigen con paz y armonía; sin dejar de mencionar a nuestra religión. Los Viejos Abuelos descubrieron secretos increíbles de la vida, la muerte y el universo; que se pueden sintetizar, en el manejo de "la energía" y que tienen como último fin, encontrar el equilibrio, para llegar a la verdad exaltante de nuestra conciencia y capacidad espiritual.

En esta ocasión quiero hablarles de dos símbolos básicos para entender la cara oculta del conocimiento de nuestros Viejos Abuelos toltecas. El primero es el que conocemos como la cruz de La Serpiente Emplumada. La cruz en principio está compuesta por cuatro extremidades, en las que se ubican los cuatro puntos cardinales.

 

En las tinieblas de la noche y de la ignorancia, el hombre busca la luz del conocimiento para orientar su vida y el mundo; por ello el Oriente se encuentra de cara a la luz, arriba. Su color es el rojo y Nuestro Señor del Descarnado o de la Liberación, es quien lo representa; porque es a través de la luz del conocimiento, como el hombre se libera de la inercia de la materia. También lo conocemos como El Espejo Humeante rojo. El Oeste tiene el color blanco y se ubica abajo; está representado por La Serpiente Emplumada o El Señor del Viento, soplo divino de sabiduría que engendra la conciencia en el individuo. A mano derecha está el Sur y su color es el azul. Lo representa El Señor del Agua o La Lluvia, sustento de la tierra, símbolo de la energía luminosa que genera la vida en todas sus formas. A mano izquierda está el Norte y su color es el negro, lo representa El Señor de la Muerte o Espejo Humeante negro, símbolo de la muerte y la resurrección. Pero la cruz tiene un quinto punto, el lugar del equilibrio, la parte central; donde se encuentran y equilibran las fuerzas cósmicas y de la vida. La esencia y virtud de la existencia.

 

Lo que es adentro es afuera, lo que es arriba es abajo. El hombre es una maqueta del universo. Los Viejos Abuelos nos enseñaron -dijo Serpiente de Fuego- que el centro del hombre es el ombligo, por ahí llega la vida y entra la muerte. Del ombligo, Los Viejos Abuelos trazaron una línea imaginaria, que divide al hombre en dos partes. Una superior, que representa el cielo; del ombligo a la cabeza y los órganos que le simbolizan, son el cerebro y el corazón. Y la Tierra, del ombligo a los pies; los órganos que lo simbolizan son, los riñones y el sexo.

 

Por ello el hombre encarna nostálgicamente a La Serpiente Emplumada. El hombre es el punto donde el cielo y la tierra se tocan; lo divino y lo terreno se unen, el milagro del “Que se inventa a sí mismo”. La parte material del hombre, que repta en la tierra y la parte espiritual, que busca elevarse en pos de su origen divino.

 

Pero el hombre tiene otra división, una línea que lo divide longitudinalmente en dos mitades. La parte derecha llamada "Tonal" y que está asociada al hombre, a la razón, el día y el calor; que pertenece al mundo conocido, al que palpamos, vemos y donde interactuamos. Y la parte izquierda llamada "Nahual" y que está asociada a la mujer, a la intuición, a la noche y a la humedad, a lo impalpable e invisible y que pertenece al mundo desconocido, de nosotros mismos y del universo.

 

Pero el hombre del Quinto Sol, tiene un quinto punto, una quinta posición... ¡el arriba y el abajo! Esto representa uno de los grandes conocimientos de nuestros viejos y sabios abuelos. El hombre no está prisionero en los cuatro rumbos de la tierra. El hombre puede exaltar su existencia y elevarse, hacia las luminosas alturas de su origen celeste a través de la sabiduría; o puede degradarse en los abismos de la materia, prisionero de su estupidez.

 

Este mensaje está presente en todos los símbolos desde el mismo origen de los tiempos. Todas nuestras construcciones están compuestas de cinco partes. Cuatro habitaciones en torno a un patio y en el centro, una pequeña construcción. Cuatro conjuntos de edificios en torno a una gran plaza y unos edificios en el centro. Nuestras pirámides por lo general tienen cuatro secciones y una construcción en la parte más alta; y si observan una pirámide desde las alturas o un plano de ellas, apreciaran cinco cuadrados de manera concéntrica. Lo mismo significa el símbolo "Cinco flor"; cuatro pétalos y una parte central. Los "cinco puntos" ustedes los pueden observar en nuestros textiles, cerámica, códices y todo cuanto nos rodea. Este es el símbolo, el verdadero desafío... ¡es encarnarlo!

 

Tomado del libro.

"DAANY BEÉDXE El espíritu del Guerrero"

de Guillermo Marín.

 

http://www.toltecayotl.org/tolteca/index.php?option=com_content&view=article&id=401:daany-bexe&catid=36:general&Itemid=77 

 

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