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Riesgos excesivos del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México

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Recibido de El Zenzontle, 8 de octubre de 2108.- Riesgos excesivos del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México: gran irresponsabilidad gubernamental. Con muy buenas razones, muchos académicos y organizaciones sociales y civiles independientes ven con malos ojos el proyecto del NAICM en Texcoco.
Fue promovido por el gobierno más corrupto del que se tenga memoria, en un país que tiene una reputación mundial de corrupto y está encabezado por un presidente de la República que no ha leído un libro en su vida y que ha sido invariablemente servil ante las presiones de los países poderosos.

Fue promovido, autorizado, apoyado y diseñado por un conjunto de mafias o entramados de cuello blanco, nacionales e internacionales…
Disfrazados de organizaciones políticas, financieras, empresariales, consultoras que de alguna manera tienen una participación sustantiva en el Gran Negocio del Sexenio. Hay grandes conflictos de interés.

No sorprende que los medios se inclinen por el NAICM en Texcoco; las escuelas de México han creado mucha insensibilidad en asuntos no económicos, como la ecología, el ambiente, la destrucción del tejido social: trabajan para la religión de la economía.
Indudablemente, el NAIM entraña riesgos excesivos en muchas dimensiones, especialmente, en los asuntos de vida o muerte de los municipios y alcaldías de la Cuenca de México; particularmente en lo que concierne a la convivencia pacífica de las futuras generaciones.

Los riesgos excesivos principales del NAICM son los daños ecológicos y ambientales que puede sufrir la Cuenca, por la brutal alteración de su estabilidad ecológica, producto de cambios geológicos de millones de años.

Técnicos de visión estrecha y gran voracidad económica, están dispuestos a resolver cualquier reto de mecánica de suelos en el Lago de Texcoco (Facultad de Ingeniería, UNAM) a costa de la consistencia de los suelos, los cerros, los ríos…
El régimen pluvial, la temperatura promedio, los acuíferos, las aves de los lagos, la diversidad biológica y cultural; a costa de la matriz del agua, aire y suelos y el clima de la Cuenca; a costa del Buen Vivir de los habitantes de esta ecorregión.
Grandes lacras de la ingeniería, la arquitectura, el urbanismo y el ambientalismo respaldan conceptos altamente depredadores de la época de la Colonia, como los grandes drenajes, el desecamiento de los lagos…
El despojo del agua de otras microcuencas, el crecimiento imparable de la urbanización concentracionaria de la Ciudad de México y la excesiva concentración de poder político y económico en este territorio.

La ingeniería mexicana al servicio de la destrucción y contra el futuro de los habitantes de la Cuenca de México; tampoco es sorpresa.

La Cuenca de México sufre una persistente caída en la precipitación pluvial desde hace más de 40 años: hasta un 35% menos agua; cada década tenemos menos lluvias en los meses en los que más lluvias se daban tradicionalmente en esta Cuenca (julio y agosto).
El desastre climático, en parte muy significativa provocado por la aviación mundial, produce ahora en este territorio pocas lluvias de muy alta precipitación pluvial (catastróficas).

Avanza la desertización de la Cuenca; por su inmensa pavimentación, crea cada vez más grandes "islas de calor" y un aumento en la temperatura promedio.
A mayor pavimentación, mayor temperatura promedio, menor forestación y menor precipitación pluvial.

EL NAICM tiene el potencial de provocar en menos de 10 años la pavimentación de unas 20,000 hectáreas del Oriente de la Cuenca de México (dos o tres nuevas ciudades); y de concentrar varios millones de nuevos habitantes en la miseria en la Cuenca.
Los costos de esta destrucción o degradación de la ecología, el clima, el ambiente, la feracidad o la fertilidad de los suelos, la conservación del agua, el suelo y el aire limpios, el silencio, la seguridad, la agricultura.

La alimentación, la salud, la educación, la seguridad, el tejido social, superarán por mucho a cualquier posible ganancia económica que pueda obtenerse en los próximos 50 años: son inconmensurables.

La degradación ecológica de la Cuenca arrastra consigo creciente falta en el abasto de agua, mayor violencia, miseria y finalmente, colapso financiero y económico y genocidios y ecocidios.

La estabilidad ecológica perdida en el mundo no se puede recuperar con todo el dinero que han ganado las empresas que han existido en la historia.
Es absolutamente irresponsable entregarles a las próximas generaciones un territorio en ruinas, con muy poca agua limpia, suelos envenenados y aire más irrespirable del que tenemos.

"Construir para destruir, Destruir para construir" es la consigna principal de la industria de la construcción, famosa por su voracidad y sus contubernios con los gobernantes.
¡Infraestructura! ¡Infraestructura! ¡supercarreteras! ¡aeropuertos! gritan los empresarios que quieren rematar en otros países, antes de una década, las reservas naturales de México:
De gas y petróleo, minerales, maderas, semillas, sustancias medicinales, plantas, insectos, peces, batracios, reptiles, aves y mamíferos silvestres, bellezas de las costas y los pueblos antiguos, pueblos originarios…
Campesinos, obreros, empleados, para lograr el crecimiento económico y tecnológico, con el fin de iniciar los negocios de la "remediación" el "rescate ecológico" y los grandes negocios" "verdes", "sustentables", de "economía circular".

La industria turística que llevó a la ruina a Veracruz, Acapulco, Cuernavaca, Taxco y otros pueblos, que lleva a la ruina a Cancún y la "Riviera Maya", Vallarta, Zihuatanejo, Los Cabos, San Cristóbal de las Casas y que es hoy en día la actividad que más destruye las culturas…
Las ecologías y el clima de la Tierra, exige mayor subsidio a la muy subsidiada industria de aviación, por medio de un aeropuerto gigantesco en la muy arruinada ecológica, social, económica y políticamente Cuenca de México.
Una gran desvergüenza de los grandes industriales que han hecho sus fortunas al amparo de la gran corrupción que tiene a México al borde del desastre financiero, económico y político.

Gracias al Libre Comercio abundan ahora en México los profesionistas venales, sobornables, que fabrican socavones en supercarreteras y otras calamidades, que autorizan aberrantes Manifestaciones de Impacto Ambiental y Social (SEMARNAT- SMACDMX) y que respaldan la construcción de megaproyectos de muerte, como el NAICM.

La industria de la aviación está muy subsidiada: el combustible de los aviones está exento de impuestos energéticos y no se aplica el IVA a los vuelos internacionales. La demanda de vuelos sube y baja rápidamente, de acuerdo a muy diversos factores.
La saturación del actual aeropuerto ha sido fabricada por el gobierno mexicano y otros. La aviación no tiene restricciones legales e impuestos climáticos y ecológicos, sea por viajes personales muy frecuentes.

A pesar de que el vuelo en avión simboliza el mayor daño que puede hacer una persona al clima, los regalos de la Naturaleza; a eso que llaman "educación ambiental"-, cerca del 40% de los vuelos son de "viajeros frecuentes".

Sea por los enormes riesgos derivados del agotamiento del petróleo convencional (shock petrolero: disparo en los precios del petróleo y las gasolinas, por guerras multidimensionales); sea por los urgentes acuerdos mundiales, para mitigar los daños creados por el emergente desastre climático.

Eso sí, para compensar el creciente costo de la construcción del NAICM, su mantenimiento y la mitigación de los daños a los municipios cercanos a él y a la Cuenca de México, los impuestos aplicados a los contribuyentes mexicanos irán rápidamente en aumento.

¡NO al nuevo aeropuerto de la ciudad de méxico!
* Miguel Valencia Mulkay. ECOMUNIDADES Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
Blog: http://red-ecomunidades.blogspot.com/
Blog: Decrecimiento-Descrecimiento México: https://descrecimientomexico.blogspot.com/
https://degrowth.descrecimiento.org/

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