Elí de Gortari *
La existencia de recursos naturales en el medio ambiente en que vive el hombre es condición necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de la sociedad. Porque el proceso histórico de su desenvolvimiento se caracteriza por los adelantos realizados por el hombre en la producción de sus medio de subsistencia. Su dominio sobre la naturaleza lo logra produciendo aquello que le sirve para la satisfacción de sus necesidades. La manera en que los hombres producen depende de las condiciones geográficas, de la naturaleza del suelo, de la vegetación y de la fauna; pero, al tratar de reproducir estos recursos, el hombre no repite simplemente su forma de existencia, si no que les aplican un modo determinado de actividad, les impone una forma peculiar de desarrollo en la cuál se expresan las necesidades de su vida. Entonces, las posibilidades que ofrece un medio ambiente viene a ser el resultado de la acción reciproca, siempre en aumento, entre la naturaleza del medio y las técnicas que el hombre inventa y perfecciona luego para explorarlo. Por lo tanto, el abastecimiento alimenticio no esta determinado solamente por el suelo y el clima, sino también por las clases de plantas cultivadas y por los métodos agrícolas practicados.
El cultivo de los vegetales represente en general, la acumulación de esfuerzos prolongados y persistentes realizados por el hombre hasta llegar a incrementar su utilidad- cuantitativa y cualitativa- para la satisfacción de sus necesidades. Por otra parte, el hombre se encuentra asociado íntimamente con la vida animal y vegetal. De un modo o de otro, la flora y la fauna en la región en que vive el hombre ingresa decididamente en su existencia, tanto en su actividad práctica como en su pensamiento. Con la domesticación de plantas y animales, el hombre no solamente se aseguró el abastecimiento, sino que pudo mejorar y aumentar sus productos. Por eso, la base de sustentación de la sociedad se encuentra compartida, habitualmente entre la agricultura y la ganadería. Sin embargo los indígenas del México Antiguo no encontraron en su medio ambiente sino unos cuantos animales domesticables. Únicamente dispusieron de algunas especies de mamíferos, pero carecieron de las pudieran suministrarles carne en abundancia y tampoco tuvieron animales que fueran aprovechables para la carga o la atracción. En cambio, dispusieron en una rica vegetación en la cual había un buen número de cereales, algunas plantes que contienen proteínas- el cacao, el coquito de aceite, el cacahuate y el frijol-, muchas verduras y una multitud de plantas a las que encontraron otros usos. Con estos recursos, las economías de las culturas de México Antiguo siempre fueron fundamentalmente agrícolas, con la circunstancia de que llegaron a conocer a aprovechar los productos vegetales de una manera admirable.
De las plantas, los indígenas pudieron obtener los más diversos productos: alimento, medicinas, fibras, vestidos, telas, bebidas refrescantes y embriagantes, venenos, instrumentos de trabajo, materiales de construcción, sustancias para sus artesanías, colorantes, combustibles, papel, aceite para el alumbrado, sustancias alucinantes, pegamentos, cuerdas, perfumes, trampas para cazar y pescar, detergentes, madera para esculpir, hule, muebles sustancias aromáticas, artículos para sus juegos y materiales para otros muchos usos.
Sus conocimientos sobre la vegetación fueran tan extensas y penetrantes, y el número y la variedad de las plantas sometidas al cultivo fue tan grande, que difícilmente tienen paralelo en la historia universal, dentro de un nivel semejante del desarrollo social y cultural. Por esto la contribución más valiosa hecha por los indígenas americanos a la cultura universal fue, como lo dice con acierto Alfonso Caso, el cultivo y el aprovechamiento de sus especies vegetales.
Entre los procedimientos agrícolas utilizados en el México Antiguo podemos citar el de roza, el de barbecho, el de terrazas, el de riego y el de chinampa. El sistema de roza consiste de talar una sección de bosque, en una época propicia para que los troncones se sequen y puedan ser quemados. Después se siembra por medio de la coa o estaca plantadora y se efectúan escardas periódicamente. Pero, en el transcurso de un lapso relativamente breve, el suelo se agota y el rendimiento disminuye. Entonces se abandona el terreno para permitir la regeneración del suelo y del bosque, y se tala una nueva sección para continuar el cultivo. Es un sistema típico de los bosque tropicales, que funcionan bien mientras se respeta el ciclo y hay suficiente tierra disponible. Con su utilización fue posible un aumento de la población, pero sin exceder los límites de una comunidad pequeña. El sistema de barbecho se inicia con la tala y la quema de la vegetación existente. La milpa así formada tiene una duración sensiblemente igual- aunque superior en algunos casos- a la de roza. Los periodos de descanso del suelo son prácticamente iguales a los de cultivo, o sea, mucho más cortos que los necesarios en el sistema de roza. Este sistema es típico de las tierras templadas y frías, y su rendimiento es prácticamente igual al del sistema de roza. Además con el sistema de barbecho coexiste generalmente el calmil o milpa domestica, cuyo cultivo es permanente porque se usan como abonos los desperdicios de la casa, los excrementos de los animales domésticos y, también, hojas y ramas secas. El rendimiento del calmil es generalmente el doble del que se obtiene con el cultivo de roza y barbecho. Y con la conjugación del barbecho y del calmil es posible una mayor densidad de población.
La construcción de terrazas agrícolas, sostenidas por muros de retención hechos de roca, permite aumentar la superficie cultivada en los terrenos montañosos, a al par que se atenúa los efectos de erosión, impidiendo el arrastre de las sustancias orgánicas contenidas en el suelo y reteniendo las aguas de lluvia para mantener la humedad. En la región maya existen terrazas que cubren muchos kilómetros cuadrados de superficie, y cuyos muros de retención se elevan hasta tres metros de altura sobre al superficie del suelo. También se han descubierto muchísimas terrazas agrícolas en las regiones zapoteca y mixteca; y Caso ha podido contar en un solo lugar Monte Negro, hasta 53 terrazas que abarcan prácticamente toda la superficie montañosa, desde las cumbres hasta el valle. Por otras parte el sistema de riego es compatible con el uso de instrumentos más primitivos que los necesarios para el cultivo del temporal; en el México Antiguo fue posible emplear este sistema si contar con el arado, la rueda y los animales de tiro, aunque requirió en la práctica gran cooperacion el trabajo y centralización en la organización social. De acuerdo con una investigación hecha por Palerm, se encontraron 382 poblaciones diferentes que tenían agricultura de regadío en el México Antiguo.
La amplia distribución geográfica del empleo del riego - que se encuentra prácticamente en todo el territorio del México Antiguo, natural expedición de las regiones de bosques tropicales y de lluvias abundantes - indica su considerable antigüedad. En todo caso, el sistema de riego hace aumentar el rendimiento de las cosechas en una dos veces y media, en cooperación con el cultivo de barbecho. Además, generalmente en un mismo terreno se puede levantar dos cosechas al año, una de riego y otras de temporal; y, por otro lado, el cultivo es constante, ya que no se necesita dejar descansar el suelo.
Las chinampas consisten en un entramado flotante, sobre el cual se coloca tierra vegetal y que se utilice principalmente para cultivar hortalizas y flores. Este sistema se utilizó en el Valle de México cuyos suelos de alubión no son muy favorables para la agricultura y que tienen un clima semidesértico con una humedad relativamente baja y con frecuentes heladas que acentúan las dificultades del cultivo. Por ello, es florecimiento de la civilización en esta región del México Antiguo debe considerarse como un resultado admirable del esfuerzo humano el Valle de México es una cuenca natural cerrada, en cuyo fondo se formó un sistema lacustre, con agua dulces en unos depósitos y salitrosas en otras, debido a la descomposición lente de los feldespato sádicos y potásicos que abundan en las rocas de las montañas que la rodean las agua dulces formaban los lagos de Chalco, Xochimilco, Zumpango y Jaltocan; quedando reducidas las aguas saladas a la parte más baja, en la parte oriental de lago de Texcoco y lago de Chalco recibía regularmente caudales de cierta consideración y bastantes constantes, al de Xochimilco se alimentaba principalmente de aguas de manantiales y el de Texcoco recibía fuertes corrientes torrenciales. Así, en tiempos de sequía el agua dulce corría hacia el lago salado, debido a la mayor altura de su nivel y la constancia de su abastecimiento. Pero, en época de lluvias, debido a su carácter torrencial y sus grandes crecientes, el agua salitrosa invadía la región de las aguas dulces. Por lo tanto, el cultivo de chinampa y el regadío de las tierras bajas tuvo que asegurarse mediante la construcción de obras de control de las aguas salinas. Y, en realidad, la función de esa zona tuvo que ser doble ya que era necesario mantener un nivel relativamente constante de los lagos dulces para que las chinampas nunca quedaran en seco ni se inundaran. Con este sistema peculiar de cultivo fue con el que se obtuvieron los mayores rendimientos del México Antiguo. De acuerdo con los estudios que se han hecho el sistema de roza requiere disponer de 24 hectáreas de tierra, para cultivar anualmente tres hectáreas. Con el cultivo de barbecho se necesita disponer de 6.5 hectáreas, para cultivar anualmente 2 hectáreas de milpa y 0.5 hectáreas de calmil. Don el sistema mixto de riego y de temporal se necesitan únicamente 0.86 hectáreas para obtener el mismo rendimiento. Y, finalmente, con el sistema de chinampas se requiere solamente de 0.37 hectáreas con cultivo mercantil, y 0.65 hectáreas con cultivo mixto de subsistencia y mercantil.
En el Valle de México la ejecución de las obras de contención de las aguas saladas permitió iniciar la conquista gradual de la parte oriental de los lagos, mediante la desecación, el lavado del suelo, el riego con agua dulce – llevada frecuentemente por acueductos- y la construcción de chinampas, las cuales servían de solares, de sostenes de los acueductos y de terrenos de cultivo. La ejecución de las obras fue hecha principalmente por los tenochscas, aunque fueron empezadas por los habitantes de Chalco, Xochimilco y Texcoco.
Los acueductos, los diques y las calzadas construidos por los tenochcas y los otros pueblos chinamperos, permitieron extender enormemente la superficie de cultivo; Ya que contenía las inundaciones, creaban compartimentos de aguas tranquilas, lavaban el suelo salitroso, regaban las tierras y mantenían relativamente estable el nivel de las aguas. Por lo tanto, el regadío y la consiguiente construcción de mayor número de chinampas en el Valle de México, fue el resultado de la realización de empresas bien planeadas, en las que participan una enorme cantidad de hombres que trabajan afanosamente y bajo una dirección centralizada.
Con otras regiones de México Antiguo las obras de riego tuvieron una importancia más bien local y fueron ejecutadas por poblaciones menos numerosas. Sin embargo, también hubo sistemas de importancia semejantes en otras partes como Cholula y Atlixco; y, además, hubo regiones en donde la dependencia de un mismo sistema hidrográfico hizo que se estableciera cooperación coordinación y planeación entre los regadíos locales como ocurrió en algunas regiones de Colima, Oaxaca y guerrero.
Entre las plantas cultivadas por los antiguos mexicanos, parece ser que solamente cuatro eran conocidas en ambos continentes, antes del descubrimiento de América por los europeos. Dichas plantas son la calabaza o ayotli (Cucurbita maxima, C. Moschata, C. Pepo), el algodón o ichcatl y también ixcatl (Gossitium barbadense, G. Hirsutum), el camote o camotli (Ipomea batatas) el cacao o coyolli (Cocos nucifera). Estas coincidencias tan escasas entre las plantas cultivadas es un indicio bastante convincente del carácter autóctono de las culturas indígenas. Además, tanto el algodón como la calabaza y el coco se pueden pagar fácilmente por medio del viento. La calabaza formo parte de la dieta de los indígenas americanos, desde los estados unidos hasta la Argentina y Chile. El algodón que se usa actualmente en el mundo es el de la especie Gossipium barbadense, que es originaria del México Antiguo y fue cultivada por los indígenas desde hace millares de años, esta especie mexicana a desplazado a las que fueron conocidas y utilizadas en al cuenca de Mediterráneo desde épocas antiquísimas. El camote también fue usado ampliamente como alimento en el continente americano y su empleo se extiende ahora cada vez más en todo el mundo. Y de la palma del cocotero o zoyatl se aprovechaban y se siguen aprovechando, casi todas sus partes: su tronco sirve de combustible y como material para construir canoas y techados de casas; la corteza exterior de la nuez es útil por sus cerdas; la corteza interior sirve de vasija, la pulpa es alimenticia, tiene propiedades medicinales y contiene aceite comestible y también combustible; Y él liquida que tiene la nuez en su interior es alimenticio, refrescante y curativo además de atribuírsele propiedades afrodisíacas.
De las plantas alimenticias americanas, el maíz o tlaolli es la más importante y constituye la base de la dieta popular en casi todo el Nuevo Mundo. Incluso en los Estados Unidos es el cereal de mayor producción, tanto por la extensión de la superficie cultivada, como por el volumen y el valor de la cosecha. En las otras partes del mundo el maíz es fundamental para la alimentación del ganado- y, por ende, sirve indirectamente como alimento del hombre -, es la materia prima la fabricación del whisky y sus aplicaciones industriales crecen constantemente.
El aprovechamiento del maíz por parte de los indígenas en enorme: la raíz y la base de la caña sirve de abona; las cañas tiernas son comestibles como las cañas de azúcar, y los aztecas obtenían de ellas miel; las cañas tiernas y verdes sirven de forraje; las cañas y hojas secas se utilizan para fabricar papel y también como forraje; las bactreas y espatas sirven como envolturas de cigarro y tamales, y hechas tiras son usadas para fabricar colchones; los granos tiernos se comen hervidos como legumbres; igualmente desgranados que en la mazorca entera o elote; los granos tostados son los esquites; los olotes se aprovechan como combustible; con los granos maduros se hacen tortillas, atoles (simple, con miel, blanco, agrio, con chile y miel, con frijoles, con chile seco, con maíz tostoda, de olotes con ceniza, etc.), tamales en una multitud de variedades, pozole, pinole, licores, dulces, tortas de maíz y otros muchos platillos deliciosos; y los cabellos tienen propiedades medicinales lo mismo que algunos atoles.
En la actualidad, del maíz se obtienen industrialmente oros productos como son: almidón, dextrina, glucosa, azúcar, aceite, disolventes, lacas, xilosa, cartón papal, seda artificial y otros más. En cuanto a su origen parece haber habido dos centros de programación: uno en la región fronteriza entre el Paraguay y Bolivia; y otro en el Estado de Chiapas y la región occidental de la República de Guatemala. A partir de estos centros de cultivo el maíz se propagó a todo el continente americano. No sé a podido dilucidar cuál de estos centros fue anterior o si hubo realmente conexión entre ellos. Pero lo cierto es que fue la variedad cultivada en el México Antiguo fue la que conocieron primero los europeos y, por lo tanto, fue la que difundieron por todo el mundo. El hecho de que no se hallan podido determinar con precisión los antecedentes silvestres del maíz demuestra justamente la antigüedad de su cultivo además, el maíz es una planta tan "humanizada" que es incapaz de reproducirse sin ayuda del hombre, que tiene que cortar las mazorcas, desgranarlas, sembrar las semillas y cuidar el crecimiento de las plantas jóvenes. En el transcurso de la evolución domesticada del maíz debida al amoroso y paciente trabajo de selección de los antiguos mexicanos fue cuando estos establecieron y desarrollaran su nomenclatura botánica. Por otra parte el maíz es la planta cultivada que presenta mayor diversidad de variaciones de todos sus caracteres, lo cual, junto con la gran diferencia que muestra respeto de sus posibles antepasados silvestres, hacen pensar que el maíz es probablemente la planta cultivada por el hombre desde hace más tiempo. Lo que es más en recientes investigaciones que se han hecho en Inglaterra, se han demostrado que la forma de preparar el mixtamal- masa de maíz preparado con cal, de la cual se hace las tortillas- provoca ciertas reacciones químicas que liberan las vitaminas y hacen más fácilmente digeribles los hidratos de carbono, de tal manera que el maíz preparado de esta manera es el cereal más alimenticio.
Entre las otras plantas cultivadas tenemos el frijol o ayocotl (Phaseolus vulgaris, Ph. Lunatus, Ph. Multiflorus, Ph. Acutifolius), que es sumamente importante por su contenido de proteínas. Las tres primeras especies mencionadas fueron cultivadas en el territorio del México Antiguo, y la cuarto procede del noroeste de México actual. La raíz de la especie HP. Multiflorus se cuece y sirve así de alimento con el nombre de cimatl; y la vaina tierna también se emplea como alimento, en forma de legumbre, con el nombre de ejote. El cacahuate o tlalcacahuatl (Arachis hypogaea) tan rico en grasas y proteínas es originario de Brasil, de donde se propago al Perú, el Ecuador, Venezuela, las Antillas y el México Antiguo.
El hecho de que su nombre español halla sido tomado del náhuatl es un testimonio de que el cacahuate era conocido y utilizado ampliamente en el México antiguo desde tiempos remotos. El cacao, theobroma cacao, era utilizado como bebida por lo tenochcas, mayas, mixtecas y zapotecas, y actualmente es conocido y empleado en el mundo entero. El árbol se llama cacaohoacuahuaitl el fruto cacaocentli y la semilla cacahoatl – distinguiéndose la especie mayor o cauauhcacahoatl , de la mediana o mecacahoatl y la menor o xochicacahoatl -. Como ya hemos dicho la semilla se utilizaba también como moneda y persistió en esta función muchos años después de la conquista. El cacao es una de las contribuciones más importantes hechas por los antiguos mexicanos a la dieta humana. Y el nombre de la semilla cacahoatl , y el de la bebida preparada con ella xocoatl, son mexicanismos que se encuentran en todas las lenguas con muy ligeras modificaciones. También las técnicas de preparación del chocolate fueron tomadas de los antiguos mexicanos endulzándolo con miel, aromatizándolo con vainilla y otras flores olorosas, batiéndolo primorosamente y bebiéndolo mientras conserva la espuma.
Tanto el cacao como los procedimientos de preparación del chocolate se llevaron en España en 1520 y durante el siglo XVII se difundieron en Italia, Francia, Inglaterra, Polonia y el resto de Europa.
El jitomate, tomate o tomatl (Lycopersicum esculentm, Physalis angulata, Ph. Coztamatl y otras especies) era conocido en múltiples variedades: xictomatel, xaltomatel, miltomatl, chiltomalt, coatomatl, tpetomatl, etc. También se ha incorporado como condimento a la cocina universal y su nombre es igualmente un mexicanismo común en muchos idiomas. El chile o chilli ( Capsicum annum ) es el condimento más común de las regiones intertropicales de América y se utiliza en multitud de variedades. Igualmente se consume en la India, China, la región sureste de Asia y las Islas de la Sonda; y algunas de las variedades que más se utilizan son de procedencia mexicana. La papa, patata o coacoatomatl (Solanum tuberosum),cuya introducción en la dieta humana ha sido tan extensa como abundante, era cultivada en la región andina y se conocía en forma silvestre en el México Antiguo, en donde sus tubérculos se vendían como alimento en los tianguis. Entre las otras raíces comestibles cultivadas por los antiguos mexicanos podemos citar: la yuca o cúauhcamotli (Manihot esculente y otras especies), cuyo consumo era muy considerable y de la cuál se elabora el pan de casabe, la harina de mandioca y la tapioca; el camote que ya hemos mencionado y al jicama o xicama (Pachyrisus angulatus). De la multitud de frutas conocidas por los antiguos mexicanos tenemos los siguientes: la piña (anana sativus); la papaya o chichihualxochitl (carca papaya); la anona o cuauhtzapotl (Annona reticulata, a. Lutecesns); la chirimoya o metzapotl (Annono cherimola); la guayaba (Psidium guayava); El mamey o tezontzapotl ; el zapote prieto o iztaczapotl; El zapote amarillo o coztictzapotl; el chicozapote o xicotzapotl: la ciruela o xoxotl; el jocote o tzacaxocotl; el tejocote o texocotl; el capulín o capollin; la tuna o nochtli; la pitahaya (Acanthocereus pentagonus); el aguacate o ahuacacuahuitl, el chayote o chiayohtli; el chilacayote o tzilacayotli; la guanábana o illamatzapotl; el nanche o ahoaxocotl. Entre las bebidas tenemos el atole de maíz; el huauhtli que también se come en forma de dulce con el nombre de "alegría" la chía o chiantzotzollu que se utilizaba igualmente en forme de harina y servía para la extracción de aceites industriales y medicinales; el chocolate, del cual hemos hablado antes, que se preparaba en un gran número de bebidas refrescantes y calientes.
Debemos mencionar así mismo la vainilla o tlilxochitl, orquídea que es utilizada como estimulante y aromática, y que es consumida actualmente en todo el mundo. Entre las bebidas emigrantes la más típica y extendida es el pulque u optli, que se obtiene de la fermentación del aguamiel obtenido del Agave mexcal y del Agave tequilana, respectivamente.
Entre las plantas textiles e industriales usadas por los antiguos mexicanos tenemos, además del algodón las que se mencionan a continuación: el tabaco o yetl es quizás la planta más conocida y empleada con mayor frecuencia por el hombre, ya sea fumado en pipas, cigarros y cigarrillos, aspirando en forma de rapé o masticado directamente. La planta del tabaco es de origen mexicano lo mismo que los procedimientos para fumarlo y hasta la forma de las pipas. En la actualidad, la elaboración del tabaco constituye unas de las industrias ligeras más importantes del mundo.
El chicle o tzictli se extrae del tronco de chicozapote, ya era masticado por los mayas y los aztecas, y todavía en la actualidad, solamente se produce en México y Guatemala. El hule o ulli y el hualyule se cultivan en la región costera habitada por los olmecas- nombre que significa literalmente "habitante del país del hule"-, en los actuales estados de Tabasco y Veracruz. Los antiguos mexicanos usaban el hule en forma de pelotas para su famoso juego ceremonial lo mismo que para elaborar adornos rituales asociados con el culto a Tlaloc o dios de la lluvia, para fabricar estatuas de dioses vaciados en moldes- en las que esta expirados los cuales muñecos de hule- y como suela para sus huaraches o sandalias. Entre las fibras tenemos el henequén o pati, del cual hacían ayetes o mallas y telas de tejido más compacto; el ixtle; el zacatón; la pita; y numerosas especies de palmas que utilizaban para tejer sombreros, petates o esteras, abanicos, aventadores, techos y paredes de las casas. Los magueyes tenían múltiples usos: la planta entera servía como leña y para cercar terrenos; los tallos como madera; las hojas para techar, lo mismo como vasija y platos y como materia prima para elaborar papel, hilo y telas; las puntas eran empleadas como clavos, púas, alfileres, agujas, abrojos de guerra, rastrillos para peinar la tela; el aguamiel para elaborar pulque, miel, vinagre, azúcar, remedios y aguardientes; la raíz para hacer sogas; las partes carnosas de hojas y troncos asados sirven cono alimento y de remedios para algunas enfermedades. Entre los colorantes vegetales, los más conocidos fueron: el palo de Campeche, palo de tinten u hoitzcuauhutli; el añil o xiuhquilitl; y el nopalnocheztli en el cual se cultiva la cochinilla de grana. Estos colorantes tuvieron gran importancia industrial y comercial en el mundo, hasta que se produjo el auge de las anilinas sintéticas. Las cactáceas mexicanas se han hecho famosas en el mundo entero como plantas de ornato. Y, en cuanto las plantas medicinales, de ellas nos ocuparemos con detalle en la sección siguiente.
La taxonomía vegetal y la fitografía se encontraban bastante desarrolladas entre los aztecas. Los vegetales recibían nombres estrictamente denotativos, que los caracterizaban de manera clara y precisa. Generalmente, el nombre de una planta se formaba con tres raíces que indicaban, respectivamente, sus cualidades, su empleo y el suelo en donde crecían; pero, algunas veces, forman también nombres más complicados.
Según sus dimensiones, dividían las plantas en xihuitl o yerbas, cuaxihitl, cuacuhtzin o arbustos, y cuhuitl o árboles. Las diferentes partes de la planta eran denominadas: tzocuit o raíces en general; cimatl, raíz pivotante y gruesa; cicimatl, raíz pivotante algo ramificada; camohtli, raíz tuberosa; xicama, raíz globulosa; tlacotl, rama; cocohtli, tallo de hueco; acatl, caña; quiyotl, tronco; tlaxitlpeualli, corteza, tlapalli, hojas en general, atlapalli, hojas de árbol, xochitl, flores; xochiatlapalli, petalos; xochicualli, frutos; hu chtli, semillas; huitztli, espinas. Por su utilidad clasificaban las planta en: quilitl o yerbas comestibles, patli o remedios medicinales, tzcatlo pastos, y xichuitl o yerbas comestibles para los animales. La naturaleza del suelo en donde crecía la planta también formaba parte de su nombre con los siguientes radicales: atl, ate o simplemente a para las plantas acuáticas; atlentilla, a la orilla de las aguas; aztecatl, en las aguas tranquilas, apantli, en las acequias; atlan, cerca del agua; tlalli en la tierra; tetla en las piedras; tepetla, en los cerros; texcal, en los riscos. Igualmente llegaban a señalar otras características, como las de que lasplantaba fueran chichic o amargas, xocotla o ácidas, acoco o huecas, nacatl o carnosos, neutli o dulces. Otras veces incluían los colores, según fueran tliltic o negras, chichiltic o coloradas, istac o blancas, o tlapolli de colores.
En fin, por ejemplo, tonalchichicaquilitl, significa "yerba comestible que crece con el sol en el agua"; tepehoilacapitzxochitl quiere decir "planta de ornato que crede en el cerro y cuyo tallo nudoso como la caña se arrastra y luego se endereza delgado". Utilizando esta nomenclatura, los tenochcas llegaron a formar algunos grupos de las especies afines que coinciden en gran parte con las clasificaciones modernas, como las siguientes: el grupo de los ayotli formado por cucurbitáceas y otras plantas análogas; el de tzapotl o zapotáceas; el de los amates o de papel; el de tomates o tomatl, integrado por soláces de fruto suculento, elñ de la familia de agaves, o magueyes; y el del grupo de los nochtli o nopales.
Como hemos mencionado ya, los animales mexicanos susceptibles de domesticación fueron muy pocos. No obstante, es interesante señalar que fue en el México Antiguo en donde sed domesticó la más preciadas de las aves comestibles; como es el guajolote o pavo. También se domesticaron los famosos "perros pelones"- una de cuyas variedades era comestible- que se han extinguido prácticamente. Asimismo cultivaron los antiguos mexicanos otras aves, como el pato, algunas gallinas y probablemente el ganso; también tuvieron panales de abejas, cuya miel fue objeto de comercio y de tributo. Por otra parte también intentaron algunas clasificaciones acertadas de animales, entre los que podemos citar como ejemplos dos de los correspondientes a los tecuani o mamíferos, que fueron los coyotes o perros. La piscicultura no era desconocida entre los antiguos mexicanos y consistía en depositar simplemente los animales o su hueva en estanques especiales, para lograr su desarrollo y su reproducción. Ahora bien, mucho tiempo antes de que se crearan los primeros jardines botánicos europeos- que fueron el de Padua en 1543 y el Pisa en 1546- ya existirán instituciones semejantes en el México Antiguo. En dichos jardines se cultivaban plantas de ornato, raras, medicinales, y útiles que eran colectadas en todos los sitios posibles. Los antiguo fueron los jardines establecidos por los acoluhas en Hutecpan y Cillen; lo mismo que el bosque de Cuauhyacac.
Después fueron engrandecidos por Netzahualcoyotl, quien fundo también el jardín de Texcotzingo – en el lugar conocido actualmente con el nombre de Molino de Flores, cerca de Texcoco-, que se hizo famoso por sus plantas medicinales. Moctezuma Ilhuicamina estableció en Oaxtepec el que fue el más famoso e importante de los jardines de plantas aztecas, en el cual tuvo oportunidad de trabajar el doctor Fransisco Hernández. El jardín de Tenochtitlan estuvo dedicado a ceremonias y de distinguió por el cultivo especifico de hierbas medicinales. Moctezuma Xocoyotzin tuvo otros jardines en Chapultepec, Ixtapalapa, Azpotzalco, Coyoacán, Tepoztlán, Cuernavaca, Huachinango, el Peñón y Atlixco. Igualmente existieron pajareras y casas de animales que contaban con mamíferos, reptiles, aves de rapiña y peces; se tienen noticias directas de las de Tenochtitlán y Pátzcuaro. Tanto en los jardines botánicos como las casas de animales, había estanques para la cría de peces de agua dulce y marítimos. En las casas de animales, los ejemplares se encontraban en un ambiente adecuado, que reproducían convenientemente su medio natural y en donde se les daba los alimentos necesarios, se favorecía su reproducción y se cuidaban con esmero las nidadas. Para tener una idea de la atención que se les presentaba, basta decir que en la Casa de Animales de Tenochtitlán había más de 600 servidores. En los jardines botánicos, los médicos realizaban experimentos –incluso en sus propios cuerpos- y luego aplicaban los remedios probados para la curación de los enfermos.
Sin embargo, no todos los habitantes utilizaban directamente sus servicios no solo porque eran onerosos, sino porque el conocimiento de las propiedades medicinales de muchas plantas era del dominio publico y, por lo tanto, un gran número de personas las cultivaban por su propia cuenta. Además, los conocimientos sobre nuevas hierbas medicinales se propagaban con rapidez lo que permitía que se cultivaran y aprovecharan por la mayoría también las chinampas servían para esta clase de cultivos y, en otros casos, se construían pequeñas obras de desviación para llevar el caudal de las corrientes montañosas y regar así las parcelas. De esta manera, los jardines botánicos de los antiguos mexicanos fueron centros de investigación y aprendizaje tanto sobre las plantas nativas como sobre las procedentes de otros lugares. Más aun, los aztecas adoptaron la costumbre de imponer como parte de los tributos entregados por los pueblos sometidos, el envío de plantas que luego se cultivaban y aclimataban en los jardines. En las expediciones militares eran habitual que participaran pintores naturalistas, quienes dibujaban las plantas y animales observados, utilizando una iconografía establecida convenientemente; y, cuando no conseguían aclimatar una planta, hacían una reproducción de su dibujo en los propios jardines la gran importancia que concedían a los jardines botánicos, las casas de animales y las pajareras, es un claro inicio del enorme interés que tenían los antiguos mexicanos por el conocimiento de la flora y la fauna. Y, por lo demás, es obvio que la conservación de los ejemplares de animales y plantas vivos requerían la posesión de conocimientos empíricos, pero bastante profundos, de ecología y fisiología.
(*) Referencia: de Gortari, Elí, 1979, "La Ciencia en la Historia de México", Grijalbo, 446 p, México.