La colonizacin en Mxico inici en 1521 con la destruccin piedra sobre piedra de la ciudad ms grande del mudo de aquellos tiempos. La destruccin de Tenochtitln es ms que un smbolo de lo que intentarn hacer fallidamente, primero los conquistadores, despus los colonizadores y en los ltimos 181 los criollos. En efecto, el sistema de colonial se basa en la explotacin de los vencidos y en la depredacin de sus recursos naturales a favor del imperio. Sea este espaol, francs o norteamericano.
Despus de la invasin armada, los invasores les quitan a los vencidos 5 Elementos Culturales para condenarlos permanentemente a ser esclavos y que nuca jams piensen en volver a ser libres, de tal manera que los puedan explotar con su trabajo y depredar impunemente sus recursos naturales. Primero les quitan el idioma y les imponen la lengua del vencedor. El objetivo es dejar "mudos" a los vencidos, que no puedan trasmitir su Cultura y que dejen de pensar como sus antepasados, logrando que al hablar la lengua del colonizador, los vencidos piensen como l. Perdiendo la lengua no slo pierden el ms fuerte lazo que los une entre s, sino que, adems, pierden su Cultura y su identidad.
El segundo despojo del conquistador al conquistado es la "memoria histrica", los recuerdos. Para que el pueblo invadido y vencido no se acuerde que un da fue libre y dueo de su riqueza, su Cultura y su identidad, se requiere volverlo amnsico. El vencido olvidar por diversos medios su pasado y su "nuevo mundo" se iniciar con la presencia de su conquistador. Tomar como propia la historia del conquistador y desconocer la suya-propia, sintiendo desprecio por su propia historia.
El tercer Elemento Cultural que le quitan al pueblo vencido son los conocimientos. En efecto, el objetivo es que l no se sienta capaz de transformar el medio ambiente en el que vive. Que es impotente y estpido. Que depende de su colonizador. Que slo el invasor puede crear, transformar y resolver. Que el vencido necesita que el "invasor" haga las cosas. Lo dejan en calidad de estpido.
El cuarto despojo al vencido tiene que ver con los espacios, no slo fsicos, como son las mejores tierras, los minerales, los bosques, las selvas o las costas. El cuarto despojo tiene que ver tambin con espacios sociales, msticos, religiosos, recreativos y culturales. El objetivo es hacer sentir al vencido como un intruso en la tierra de sus antepasados.
El quinto despojo es la religin y con ella el misticismo. Al quitarle la religin, que forma parte intima y directa de sus tradiciones y costumbres, de la forma de ver y entender el mundo y la vida, el invasor logra, no slo que el vencido pierda la raz espiritual de su Cultura, sino que pierda el dominio del ms all. Es decir, lo nico que le queda es el mundo material e inmediato de su vida de esclavo. Pues a su muerte, tendr que ir al lugar "sagrado" de su conquistador donde l seguir de esclavo.
Cuando el invasor-conquistador le logra quitar esos 5 Elementos Culturales al pueblo invadido, ha logrado "neutralizarlo" y condenarlo para siempre a un estado de explotacin y esclavitud, porque el vencido le ensear a sus hijos, no a expulsar al invasor, sino a que sus hijos aprendan a ser invasores-explotadores-colonizadores de su propio pueblo. El sistema colonial implica que los vencedores como los vencidos vean como algo natural la explotacin, el saqueo y la injusticia, como algo normal y cotidiano. Que en vez de rechazarla, ellos mismos deseen fervientemente convertirse en uno ms de los histricos explotadores de su pueblo. Adquiriendo el carcter de "colonizado-colonizador".
Cuando un pueblo es colonizado metal y espiritualmente, podr ser explotado, depredado y hasta masacrado, y a nadie le interesar detener esta barbarie. Slo desearn, sumarse a ella para sacar ganancia. De modo que para descolonizar a un pueblo se requiere: recuperar la lengua, la historia, los conocimientos, los espacios y el sentido espiritual por la vida. La educacin descolonizadora requiere ensear a nuestros hijos a recuperar y revalorar estos Elementos Culturales.
Una de las tareas fundamentales es recuperar la memoria histrica y para enfrentar este colosal desafi necesitamos de mucha inteligencia, intuicin y flexibilidad para armar "un rompecabezas" del cual, concientemente nunca hemos visto la imagen original. Esto es, necesitamos primeramente conocer "el pensamiento filosfico", que pudo estructurar siete mil quinientos aos de desarrollo humano. No podemos profundizar sobre los antiguos mexicanos, sino no conocemos la propuesta filosfica, la estructura intelectual y espiritual que llevar a transformar la naturaleza, para darle un "sentido humano". Es decir, que no podemos entender a la cultura grecolatina sin conocer a sus pensadores y poetas, sin ellos, es slo vislumbrar el follaje, pero sin poder llegar al tronco y mucho menos a la raz.
Otro de los elementos imprescindibles es "concebir y entender" a nuestro pasado como una CIVILIZACIN milenaria en permanente transformacin. Desde la invencin de la agricultura y el maz en el ao 6 mil a.C., hasta nuestros das. Entenderla como ser vivo, vibrante y vigente. Con sus periodos de esplendor y sus periodos de decadencia, de luz y de oscuridad. Porque nada en la vida y el mundo es totalmente bueno, ni totalmente malo. Los Viejos Abuelos entendan esta ley universal en el concepto filosfico de Ometeotl, la dualidad divina.
Para "penetrar profundamente" en la raz de nuestra Identidad Cultural, para poder descolonizar nuestra Cultura y a nosotros mismos, necesitamos hacer una titnica labor de "arqueologa del espritu" y dejar a un lado la arqueologa de la materia del "colonizador-colonizado", que con cuatro tapalcates quiere "explicar" nuestra grandeza espiritual de manera "cientfica". Tenemos que desprendernos de la historia oficial, desde las Cartas de Relacin hasta el Libro de Texto Gratuito... pero saber usarlos en nuestro favor. Se requiere tambin, retomar y revalorar la tradicin oral, pero tratar de "cernirla" de las distorsiones de buena y de mala fe, que ha sufrido en estos 481 aos de vivir en la clandestinidad, en manos de gente ilustre y respetable, pero tambin en manos de oportunistas irresponsables.
Finalmente tendremos que apoyarnos en las bases filosficas de otras civilizaciones, para hacer extrapolaciones que nos ayuden a entender los planteamientos filosficos de los Viejos Abuelos, pues a final de cuentas, todos los pueblos sabios y antiguos del mundo, buscaron por diferentes caminos el mismo objetivo.
Entender la CIVILIZACIN DEL ANHUAC como un todo, es conocer el impresionante esfuerzo que hicieron los Viejos Abuelos, de ser brbaros, nmadas, cazadores, recolectores en el sexto milenio a.C. y llegar a dar las bases slidas del Desarrollo Humano. Sin una base de un sistema alimentario, un sistema de salud, un sistema de educacin y un sistema de organizacin y un rgimen jurdico. Ni los toltecas, ni los mayas, ni los zapotecos o mixtecos y por supuesto, la ultima cultura en desarrollarse, los aztecas, hubieran podido construir ni siquiera una pirmide, o tener una ciudad. Mucho menos penetrar en los arcanos de la trascendencia espiritual de nuestro limitado permetro material de la existencia. Donde por cierto, encontramos su mayor logro y aporte a la humanidad.
Necesitamos valorar el gran esfuerzo que hicieron nuestros Viejos Abuelos en el periodo Preclsico y reconocer en los olmecas; no el inicio de la civilizacin del Anhuac, sino el final de un largo y complejo proceso de sabidura humana que dur 4 milenios y medio, pues la cultura olmeca aparecer aproximadamente en el ao 1500 a.C.
Del Periodo Clsico debemos apreciar y exaltar ms de mil aos de esplendor, que pocas civilizaciones han logrado tener. Donde no existieron guerras, sacrificios humanos y seoros. Muchos investigadores no se explican o no "se quieren explicar" esta maravilla humana. Que se sustenta en el grado de desarrollo que se alcanzo en el Preclsico. Teniendo satisfechas las necesidades bsicas de subsistencia material, los Viejos Abuelos, guiaron a los pueblos en la bsqueda de la trascendencia espiritual de su existencia. Ese es precisamente su legado ms importante que tenemos.
Pero debemos de reconocer que algo misterioso sucedi y que en una generacin, alrededor del ao 850 d.C. los Viejos Abuelos destruyeron, cubrieron de tierra sus monumentales construcciones y literalmente desaparecieron de la faz de la tierra. Los venerables maestros toltecas nos dejaron y dijeron dicho en sus profecas que regresaran. Esto los acadmicos lo conocen como "el colapso del clsico".
Despus sufrimos una poca de decadencia ante la ausencia de nuestros venerables maestros. El poder y la religin en manos de los seres humanos, "comunes y corrientes", la historia nos ensea que se degradan. En el siglo XIII, mucho tiempo despus de que se fueron los toltecas, llegan al Valle de Anhuac un pueblo brbaro que venia del Norte. Que no sabia hablar nhuatl, que no teja algodn, "que no tena rostro", que nadie lo conoca.
En poco tiempo este pueblo se culturiza con los remanentes de cultura tolteca que quedaban y como grandes guerreros, toman el poder y cambian la historia, la filosofa y la religin de los antiguos toltecas. Tlacaelel retoma el pensamiento tolteca pero lo transforma de ser totalmente espiritual a ser material. La Guerra Florida tolteca, que se liberaba en el corazn de cada guerrero por vencer sus debilidades y sus pasiones, seria ahora una guerra contra los pueblos vecinos. Las armas de los guerreros dejaban de ser "flor y canto" y pasaban a ser de madera, hueso, piedra y obsidiana. Las milenarias escuelas de enseanza social (telopchacalli) y de carcter esotrico-espiritual (clamcac); pasaban a ser academias militares para los masehuales y la nobleza respectivamente. La dualidad religiosa-filosfica Tlloc-Quetzalcatl, se cambi por Tlloc-Huichilopoztli, deidad con la que llegaron al Valle del Anhuac los aztecas y que trataron de imponerla a los pueblos vecinos. Transgresin que les costo muy caro a los aztecas cuando en 1519 el filibustero de Corts se hizo pasar como "el capitn de Quetzalcatl" y logr hbilmente, canalizar todo el odio y resentimiento que se le tenia al pueblo azteca. Slo de esa manera se puede explicar la cada del formidable pueblo azteca que, segn los expertos, a la llegada de Corts su ciudad tenia alrededor de un milln de habitantes. Lo que implica cientos de miles de valientes y expertos guerreros.
De modo que no podemos y no debemos, sentar las bases de nuestra descolonizacin en un solo pueblo y mucho menos en los aztecas. Tenemos que dimensionar a nuestra civilizacin con todas sus potencialidades. Sin restarle mritos a los aztecas, pero sin dejar de ver MILES DE AOS DE SABIDURA Y DESARROLLO HUMANO. La "grandiosa" historia de los aztecas es ms un mito del colonizador, que ha pretendido que los mexicanos confundamos la grandeza de nuestra milenaria civilizacin, con la de un pueblo guerrero que un puado de ellos derrotaron. Entre ms grande es la supuesta grandeza del pueblo azteca, necesariamente es mayor aun la "epopeya" de un grupo de aventureros ibricos, que lograron derrotar y someter a "los ms ilustres y poderos indgenas".
La descolonizacin cultural, metal y espiritual comenzar cuando nos dediquemos con inteligencia y no con fanatismo a "explorar" este universo de textos, mitos, leyendas y sentimientos en los que nos han atrapado los colonizadores.