Josefina Muriel
En nuestra historia nacional hay un héroe que por encima de
todos se eleva a la altura de símbolo universal; éste es
Cuauhtémoc. Él es el ejemplar más acabado de un hombre en
lucha por la libertad. Pero no por una vaga o indefinida idea
de libertad, sino por aquella que, hablando en lenguaje de
nuestro tiempo, es la que constituye los derechos del hombre:
libertad religiosa, libertad política, libertad de propiedad, libertad personal.
Pero es el caso que este extraordinario personaje no ha sido
estudiado con la profundidad, con la seriedad y con la objetividad
que su dignidad requiere. El presente articulo es un
breve ensayo para demostrarlo y animar con esto a nuestros
investigadores a trabajar en este tema, que muchos juzgan
agotado. Tal vez con ello pueda llegarse a una biografía que
sepa captar al héroe en lo que fue y en lo que ha sido para
México.
Las fuentes de información biográfica son: indígenas,
criollas y españolas, y a su vez, todas tienen sus representantes en
el siglo XVI (los contemporáneos a Cuauhtémoc), en el XVII, en
el XVIII, en el XIX y en nuestros días.
El nombre de Cuauhtémoc aparece en los distintos historiadores
y en los documentos de las diferentes épocas con una
serie de variantes.
Los indígenas lo escriben Cuauhtémoc simplemente
o le añaden lapartícula reverencial tzin, que no
modifica el nombre y sólo indica la alta categoría
social del mencionado: Cuauhtemotzin o Cuauhtemoctzin.
Por ejemplo de esto citare mos a Alvarado Tezozómoc,
Alva Ixtlilxóchitl y Chimalpain.
Igualmente lo escriben con toda propiedad los españoles y
mestizos que conocieron bien el idioma náhuatl; entre estos
citaremos en primer lugar a los religiosos fray Bernardino de
Sahagún, fray Juan de Torquemada, fray Diego Durán, fray
Pablo de Jesús Beaumont, etcétera.
Hay otros frailes que varían su escritura. En el Códice
Ramírez que es, posiblemente, la segunda relación que
el Padre Tovar hizo en castellano, de los informes que
los indios le dieran sobre su historia, aparece escrito así:
Quauhtémoc.
Fray Francisco de Aguilar lo escribe en esta otra forma:
Quatémuz; el padre J. Clavijero así: Quauhtemotzin.
Todos estos usan la Q en vez de la C; cosa usual en la
época, pero que no deja de ser una falta de
ortografía en correcto castellano moderno.
Hay otras variantes más importantes, como por
ejemplo la que nos da la Historia de los mexicanos
por sus pinturas, atribuida a fray Andrés de Olmos,
en donde se le llama Guatemuza.
Más extraña aún es la que procede del padre Joseph de
Acosta quien lo escribe Quicuxtémoc ¿Cómo pudo el padre
Acosta, habiéndose informado en el padre Tovar (Códice
Ramírez), escribir tan disparatadamente? Comparando cómo lo
escribió uno y cómo lo copió el otro, salta a la vista que se
trata de un error paleográfico, y que el padre Acosta al copiar
casi textualmente lo que dice su informante, cambió una
a un tanto abierta, por ic; mas tal vez no fue siquiera Acosta
quien lo hizo, sino el impresor que no entendió su letra.
De cual quier modo parece que se quiso escribir Quauxtémoc y
se de formó en Quicuxtémoc.
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Tomado de:
http://www.ejournal.unam.mx/ehn/ehn01/EHN00105.pdf